Capítulo 7

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—¿Quiénes son ellos? —preguntó Hazel, preocupada. Había creído que un profesor los había encontrado besándose. En ese caso, sí que se habría metido en un gran problema. No quería imaginar cómo reaccionaría su padre.

—Tranquila —le dijo Isaac—. Son mis amigos. De hecho, a él ya lo conoces. Lo viste cuando Joseph Aguilar estaba hablando mierdas de mí, y Frank y yo llegamos a ponerlo en su lugar.

Hazel suspiró, aliviada. No era lo que había creído, gracias a Dios.

—Sí, ya lo recuerdo —dijo—. A él también lo invitamos a que se sentara con nosotras, pero dijo que tenía que ir con su novia. Al final, solo tú accediste.

—Sí. Y esa chica que está junto a él es su novia.

Katherine y Frank se acercaron. Se sentaron junto a ellos. Isaac había planeado estar solo con Hazel, pero los únicos que podían interrumpir eran sus amigos. Estaba contento de tenerlos allí.

—Hazel, a pesar de que ya nos habíamos visto, me presento —dijo Frank mientras se sentaba en el suelo, recostando su espalda en la pared del túnel—. Mi nombre es Francisco Romero, pero todos me conocen como Frank. De hecho, a veces se me olvida que me llamo Francisco. Y esta chica que está junto a mí es mi lindísima novia, Katherine. Y nos complace decir que somos los mejores amigos del chico que te acaba de robar un beso. Y quiero que sepas que es poco original, porque yo llevé a cabo esa técnica primero. Él me la copió. Podría demandarlo por plagio, pero es mi mejor amigo.

Hazel sonrió. Se estaba dando cuenta de que Frank era muy agradable.

—Esa técnica ni es tuya —objetó Isaac—. Estoy seguro de que antes de que tú la usaras con Katherine, miles de chicos la habían usado, así que no te creas el autor de ella, porque tú no la inventaste.

Hazel se rio al ver a estos amigos discutir por la técnica de robar un beso. Katherine parecía ya estar acostumbrada a las idioteces de esos dos.

—Mientras estos chicos siguen peleando, déjame saludarte —le dijo Katherine a Hazel—. Aunque mi novio ya me presentó, es un gusto conocerte..., Hazel, ¿verdad?

—Sí —dijo la chica de pelo castaño—. Soy Hazel Pineda.

—Pues es un gusto, Hazel. ¿Ya eres novia de Isaac?

—No. De hecho, es el primer beso que nos damos. Yo ni lo esperaba.

Katherine rio.

—No te preocupes. Frank hizo lo mismo conmigo hace tres años, en este mismo colegio. Ambos son iguales. Se llevan tan bien.

Ambas dirigieron sus miradas a los chicos, que aún seguían discutiendo por aquella técnica.

—¿Les gustaría dejar de pelear? —les preguntó Katherine—. Van a dejar mala impresión ante Hazel. ¿Qué pensará ella de ustedes?

—¡Que Isaac es un copión y que debe buscar sus propias técnicas para robarle el primer beso a la chica que le gusta! —exclamó Frank.

En ese momento, Isaac le puso una mano en la boca a su amigo y ambos fingían que estaban peleando a golpes. Isaac estaba encima de Frank y empezó a hacerle cosquillas. Frank, luego de dar unas grandes carcajadas, logró dominar a Isaac y ahora él le hacía cosquillas.

—No les hagas caso, Hazel —le dijo Katherine—. Así son siempre. Ya no tienen remedio. Al final, te acostumbras a ellos.

Hazel seguían viendo cómo estos dos amigos molestaban y notó lo mucho que se querían. No conocía muy bien a Isaac. Tampoco sabía mucho sobre la amistad de él con Frank. Pero estaba segura de que estos tres amigos se amaban. ¿Podría ser ella la cuarta integrante del grupo? Ya había una pareja de novios, que era Katherine y Frank. ¿Podrían ser Hazel e Isaac la segunda pareja?

El destino de un sufrimiento Donde viven las historias. Descúbrelo ahora