Comienza un nuevo año e Iván no tiene opción de comenzar una nueva etapa en la primaria Royal School. El es un niño callado y tímido, cero posibilidades de conseguir amigos o pareja, sin embargo, no se imagino que el primer día de clases el señor cu...
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Antes de empezar, quiero aclarar que todo esto es ficticio, creado por mi imaginación, respeto completamente la relación de amistad que ellos llevan y no quisiera incomodarlos ni a ellos ni a ustedes <3
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ No soy de Argentina, obviamente el modismo se me hará difícil, haré lo que pueda :').
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Parte 2/2
Enamorarse de alguien era re inevitable, Ivan casi no le costó nada recuperarse del rechazo de Matías, sentía como si solo hubiera sido atracción e interés, gracias a dios.
Pensándolo bien, su primer enamoramiento fue una experiencia para el, anotado para no hacer el ridículo, pensó Ivan.
En la mitad del año, Matías se había cambiado de colegio, no se sabe el porqué, sin más, un alivio para Iván, sentía incomodo la situación entre el y Matías, obviamente, ya no era igual como antes; intentó arreglar las cosas, para cual, fue demasiado tarde.
Por lo menos lo intentó.
Mientras con Federico, su amistad había estado estable, no eran los mejores amigos como antes, sino, eran amigos, compañeros, hermanos. Ivan estaba satisfecho con ello.
En el aula tenía amistades de hace pocas semanas, como Nina, una chica de estatura pequeña y ojos profundamente azules, además de Fede, ellos pasaban el tiempo juntos, contándose información o secretos del cole, algo que hacía a Iván estallara de sorpresa.
A decir verdad, ambos sabían quien les gustaba, Nina flechada por Rodrigo Carrera, un niño del salón, Ivan no lo conocía tanto, igual, consideró que Nina y Rodrigo harían una buena pareja.
Al mismo tiempo, Ivan pensaba en Tomás, el chico de pelo rizado, personalidad encantadora y casualmente tenían los mismos gustos, por ejemplo; el minecraft y los doritos. Iván no creía en las coincidencias, creía, porque ahora sí las adoraba.
No sólo fue llamativo, sino, el mismo chico se insinuaba, cómo; el echo de que su rodilla tocaba la suya, dejándola así por un buen tiempo. Iván amaba eso.
La sala completa sospechaba nuestro contacto entre amigos, Ivan por fuera negaba todas las preguntas/halagos relacionadas con Tomás, por ejemplo; ¿son novios? o ¡se ven re lindos juntos!
No todo duraba para siempre, Ivan descubrió que Tomás era así con todos, especialmente con una chica, siendo ella la novia. No lo podía creer, aún así, Tomás seguía cerca de su espacio personal, ya más atento, Iván solo sonreía incomodo.
Suspiro enojado, celoso de aquella chica que robo el corazón de Tomás.
— ¡Ivi! — Nina se acercaba a el, con una mueca en la cara.
— ¿Que pasa? — Iván la miró.
Nina sollozo — Tomás se enteró que me gusta Rodrigo, ¡tenes que ayudarme! —
— ¿Y? — Ivan dijo, viendo como las mejillas de la pequeña se enrojecian.
— Es Tomás, el pelotudo ese le contará a todos — Nina volteo los ojos — Ahora, ¿me ayudas? —
— No tengo otra cosa más que hacer —
Iván y Nina salieron del salón, encontrándose cara a cara con Tomás, este mantenía una sonrisa burlona y, lo raro es que la expresión burlesca no iba para Nina, más bien, para el.
— Ivaaan — Tomas levanto sus cejas, sonriendo de lado y tomando su hombro.
— ¡Tomás! — dijo Iván — No te costará tanto guardar el secreto, ¿no?
— Parece que no me conoces, Ivii— suspiro Tomás, llevando una mano a la frente.
— Dalee Tomi, hazlo por Mariana — Nina menciono a la chica que le gustaba Tomás.
— No pues, me la haces más difícil — dijo aburrido — ¡Hace una banda que nadie escucha una novedad! —
Iván harto, cerró la boca de Tomás con su mano.
— La concha de tu madre, Tomi — maldijo Iván — Solo guardatelo, listo —
Tomás agarró las manos de Iván, mirándolo fijamente, dijo.
— Que, ¿acaso no querés que se enteren que te gusta el Rodri? — apropósito hablo en voz alta, haciendo que todo el aula escuchara sus palabras.
Los niños que se quedaron castigados en la sala oyeron el escándalo, saliendo de sus asientos gritando lo escuchado, llegando hasta los oídos de Rodrigo. Mierda.
— ¿Que decís? — Iván reacciono luego de 5 segundos tan largos — Rodrigo no me gusta, a Nina si-
Nina intervenio lo más posible, en medio de los dos.
— ¡Tomás, deciles que es mentira! — exclamo avergonzada.
— Tarde, todos lo saben — Tomás dijo, desapareciendo.
Alrededor de Iván, sus compañeros gritaban, pasando información a otros aulas, Ivan quería detener todo esto, la voz no le andaba en ese instante. Apresurado ingreso al salón, se sentó en su asiento y tapo su cara con sus brazos, creyendo que todo era un sueño.
— Iván.
Silbo una voz delante de él, una descarga pequeña recorrío por todo el cuerpo de Iván.
— Rodrigo — elevó su cabeza hacia arriba, observando a este.
El castaño de ojos verdes lo miraba con seriedad, la cara como una piedra, nunca lo vio así, Ivan tenía una idea, le explicaría todo y problema resuelto.
Rodrigo dejó de mirarlo — Ehh, me contaron que yo te gusto, ¿es posta? —
Trago saliva, tratando sus nervios, no pudo, su cara extremadamente roja no lo ayudaba, es más, pareciera que era verdad, que a él, le gustaba Rodrigo.
— Yo-
— ¡Esperá! — Rodrigo interfirió — Se que en estos momentos debes estar... ¿reprimido? en fin, yo, emm, no se como reaccionar, ¿querés que te deje solo? — pregunto analizando su rostro.
— Che, todo piola — Iván contestó — Si querés andate, osea, solo si querés.
Rodrigo sin decir nada se sentó al lado de él, ambos quedaron en silencio.
・・・
— ¡No pensé que Tomi diría eso, te lo juro! — dijo Nina.
— Che, el pelotudo de Tomás se confundió — gruño Iván — Fue re incomodo, ¿ahora como lo miraré a la cara? —
— Decile toda la verdad.
Nina abrió una bolsa de papas, comiendo de una en una.
— ¡Buena idea! — exclamo Ivan — Eu, Rodrigo lo que te dijeron de mi fue una confusión, le gustas a mi amiga, ¿la conoces, no? — Ivan agudizó su voz con sarcasmo.
— La puta madre, ya está, fallecí — lloriqueo Nina.
— ¿Que decís tremenda pelotuda? — Iván le dio un pequeño golpe en la cabeza — El que esta expuesto soy yo, no vos.
— A cierto — rio Nina — No te preocupes, yo te ayudaré de alguna manera — prometió ella.
— Eso espero — dijo descontento, comiendo las papitas.
