Comienza un nuevo año e Iván no tiene opción de comenzar una nueva etapa en la primaria Royal School. El es un niño callado y tímido, cero posibilidades de conseguir amigos o pareja, sin embargo, no se imagino que el primer día de clases el señor cu...
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ Antes de empezar, quiero aclarar que todo esto es ficticio, creado por mi imaginación, respeto completamente la relación de amistad que ellos llevan y no quisiera incomodarlos ni a ellos ni a ustedes <3
˚₊· ͟͟͞͞➳❥ No soy de Argentina, obviamente el modismo se me hará difícil, haré lo que pueda :').
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Parte 1/2.
El amor se expresaba de diferentes maneras.
Iván lo tenía claro, amaba a su mamá, sus hermanos, básicamente toda su familia. De eso estaba seguro, ahora, lo otro, sentir por primera vez un flechazo hacia otra persona, sentir todo un remolino en su pancita, sentir nervios al ver a esa persona especial, lo hacia morir de los nervios.
Exacto, Ivan por primera vez experimentaba su primer enamoramiento.
Matías. El nombre perfecto, para alguien perfecto, cabello negro brillante, cejas pobladas, ropa especialmente encajada para el. ¿Quién no enamorarse de él?
No supo cuándo el interés sobre Matías, apareció derrepente, como si fuera un chicle pegado en sus zapatos y que jamás se despegase.
Llamar la atención fue lo primero que hizo Iván, pasando al lado de él, sonriendole desde lejos, hasta a decir su primera grosería durante la clase de jardinería.
"La concha de la lora"
Todos se sorprendieron, quedándose con la boca abierta ( hasta el mismísimo Iván), por lo cual, fue así que todo el salón de quinto de primaria se la pasaron maldiciendo en peda.
Y si que se salvaron del castigo.
Los días pasaban e Ivan fanteasaba una vida hecha con Matías, cada minuto más enamorado del pibe, las ganas de charlar con el aunque no pudiera, la estúpida timidez lo atormentaba y, solo le quedaba pretender lo contrario, un Iván re sociable y buena onda.
Amaba crear escenarios falsos en su cabeza, eso le bastaba, en vez de estar en la realidad y que nunca tendría un compañero de vida.
Escuchó sobre qué los niños deberían estar con las niñas y las niñas con los niños, no lo entendía, el quería seguir los pasos de los demás, solo que, no podía, sus gustos eran diferentes a los demás, a él, le gustaban los chicos, desde siempre, en su vida, nunca tuvo interés sobre las chicas, si, eran lindas y amables, con una personalidad encantadora, sin embargo, Ivan tenía muy en claro su interés.
Iván le dijo a su mamá, Laura le explicó que era normal sentirse confundido, que todavía no tenía la edad suficiente para estar seguro sobre sus gustos, Ivan entendio, dejando sus dudas a un lado.
— Eu, Ivan, ¿venís a jugar? — dijo Fede, dándole una mano.
— Dale — tomó la mano de Federico, dirigiéndose al patio de juegos.
・・・
"Me gustas"
Salió pronto de la boca de Iván, su cabeza agachada y sus manitas atrás, tocandose de los nervios. Apenas podía ver a Matías frente a el.
El plan apresurado de declararse ante el chabon no fue como se lo esperaba. La mayoría de veces que Iván había tenido un crush en secreto, lo guardaba hasta más no recordarlo, pensó que sería lo mismo con Matías, lo cual, no fue así.
— Piola — dijo manteniendo una sonrisa — A mi también me gustas, en plan de amigos, obvio, sos... ¿lindo?, de alguna manera, osea, te perdono, olvidemos esto y sigamos siendo compas, ¿te parece?
Sin aliento, Ivan asintió sin mirarlo, Matías levanto sus pulgares y sonrio mientras se iba del lugar.
Avergonzado salió rápido del lugar, sin ser visto por nadie, Ivan no sabía cómo reaccionar, sentía, sentía una fuerte molestia en su garganta y los ojos a punto de llorar, ¿porqué se ánimo en hacerlo?, era lógico el rechazo, el era todo lo contrario a un niño bonito, se tapaba el cabello con una gorra ya que su pelo se despeinaba cada segundo y, eso lo hacía ver más feo, alto y de cuerpo delgado como un muerto, ojos color caca y pestañas extremadamente largas, ¿que clase de niño era el?
Las manos, uñas mordidas, piernas largas, su nariz, la cara.... Iván estaba profundamente atrapado en sus pensamientos negativos, bajando más su autestima hasta no poder más.
