capítulo 11.
A veces la vida te lleva por sitios interesantes.
Es lo que pensaba Helena mientras Justin tomaba su cintura con un brazo extremadamente cálido y la acercaba a él. Pensaba que hay personas en esta vida, sobre todo la mayoría, que viven de la forma más normal y más pacífica del mundo, sin problemas, y que el mayor altibajo registrado en sus vidas, fuese el fallecimiento de algún abuelo o pariente cercano. Vemos muchas caras pero no conocemos historias detrás, sin embargo nos imaginamos lo que ocurre... Y por estadística, apostamos a que esa persona tiene una vida normal, acertaremos.
Helena era así, una niña común y corriente, padres que por suerte se amaban de aquí a la luna, algunas peleas, familias pequeñas pero amorosas, cuatro abuelos, alguna que otra mascota y sin ningún problema más allá que pagar la hipoteca de su casa común y corriente. Una persona más del planeta tierra. Sin embargo, todo acabó con el accidente.
Padres que se amaban cada vez menos pero ya no peleaban, familia más grande que incluso no conocía, dos abuelos, ninguna mascota y diez mil problemas encima más. Era muy pequeña para comprender la magnitud pero su madurez le hizo entender que lo que aguantaron sus padres no fue fácil. Han tenido que prácticamente casi venderse por salvarla.
Entonces vino otro periodo plano, ninguna emoción, ninguna visita, ninguna buena ni mala noticia. Simplemente seguía una rutina extensa todos los días que no era ni buena ni mala. Era la que se podía hacer.
Entonces aparecieron estos ojos mieles que ella estaba viendo de frente. Antes, creía que toda la vida iba a estar ella y sus dos padres. Nadie más. No sentía esas ganas de independencia ni ese anhelo de casarse y tener una familia. Creía que iba a estar sola toda la vida.
Justin en poco tiempo, acabó con absolutamente toda esa mentalidad. Era muy pronto para pensar en casarse y formar una familia, apenas tenía 17 años... Tenía tiempo de sobra si su salud se lo permite, pero ya se le complicaba imaginarse su vida sin Justin. Y aunque jamás se hubiese pensado en tenerlo aquí, en el partenon, besándose... Siempre pensaba que le gustaría conservarlo como amigo.
Helena se alejó levemente, y bajó sus manos por los brazos de él, en completo silencio. Entonces frunció el ceño. A Justin se le detuvo el corazón.
—Estás ardiendo —murmuró Helena levantando una dulce mano hacia la frente de Justin.
—No tengo fiebre —sonríe Justin.
—Estás ardiendo —repite Helena con la mano en su frente, para bajarla suavemente por su rostro, palpando su temperatura, acariciando su mejilla.
—Tengo la sangre muy caliente —se ríe.
—Y sin embargo nunca te he visto sudar —se burla Helena.
—No me mires así, que me pondrás nervioso y ahí sí me verás sudar.Helena se ríe. Hay mucho silencio a esta hora, a estas alturas del Partenón.
—Tendremos que volver en algun momento —dice Helena.
—Notarán mi ausencia si no estoy mañana a primera hora en el hotel —dice Justin con miedo pero sabe que Helena se refiere a algo más.
—Quería decir... A Canadá, al Olympus.Justin calla abruptamente y la busca con la mirada, quería que lo mirara.
—No sé si es lo correcto que estemos haciendo esto.
—Ni yo —confiesa Justin—, pero yo no me podía aguantar más, Helena.
—Ahora suenas a uno de esos abusadores de menores... —se burla Helena..
—La verdad es que sí, y en cierto sentido literal lo soy. Por eso te quiero proponer que si no te sientes cómoda, esperemos hasta tus 18, así ya será legal cualquier cosa que hagamos. Bueno, ahora es legal también, no estamos haciendo nada malo pero...
—¿Cuántos años tienes? —lo interrumpe abruptamente Helena.
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Olympus: Apolo 《j.b》
Fanfiction"Justin Bieber era el profesor de Literatura en el Olympus, consiguió convertirse en el docente más querido entre el alumnado y sin duda... Fue el primer amor de Helena". 2018. bomerauhl.