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Tomé un vaso de agua y me decidí a pasar por el living como si nadie hubiera dicho nada. Caminé hasta llegar al pie de la escalera hasta que JungKook me habló.

-Vera-su tono seco ,no me gustaba.- Ven aquí.- permanecía sentado en el sillón.

-Dime. ¿Qué quieres? Desde aquí puedo escucharte.

-Vamos, ven aquí.-repitió. Me puse nerviosa. No me estaba hablando de mala manera, eso me sorprendió.

-En serio desde aquí te escucho perfectamente.

-Pero quiero que vengas aquí.-volteó a verme.- ¿Puedes?

Bien, tenía que ir hasta ese sillón y sentarme a su lado. Caminé y me senté a su lado.

-¿Qué quieres?- bufé . El simplemente se relajó sobre el sillón.

-Dos cosas.-me observó.- Primero, quiero que hagas tus maletas y no se discute.-me quedé callada.-Y segundo, quiero preguntarte algo.

-¿Qué?-si, muy fría, lo se.

-¿Vienes a cenar conmigo esta noche?-y antes de que pudiera responder puso uno de sus dedos sobre mis labios.-No me grites. Vamos con un amigo y su novia.- sacó el dedo de mis labios.- ¿Vienes?

-No, gracias. Prefiero cenar en mi habitación.

-Así nunca nos llevaremos bien.- puso sus manos sobre el respaldo y se apoyó en ellas.-Si tu no vas yo tampoco iré.

-Bueno.-me levanté del sillón.- Quédate aquí en casa.-caminé y subí las escaleras,me siguió.

-Esta bien, si prefieres que cenemos en tu habitación, cenamos en tu habitación.

-Era una manera de decir. Y sola, sin ti, en paz.- hice el intento de cerrarle la puerta en la cara, la sostuvo y abrió, entró y la cerro.- Bien. ¿Cuál es tu problema ahora?-chillé.

-Tengo dos problemas. Uno, que mi futura esposa me trata más mal que a un estropajo y dos que quiero hacer esto hace unos días.

Me tomó bruscamente de la cintura pegándome a el. Colocó una de sus manos sobre mi mejilla y se dedicó a besarme. Mis ojos bien abiertos y mis labios no respondían al beso. Algo en mi interior me decía que le siguiera el juego pero otro algo me decía vete de ahí, aléjate del monstruo. ¿Qué hay? Le seguí el beso de una manera apasionante, me encantaba su manera de besar. ¿Qué diablos dices Vera ?
Dejó de besarme pero no se alejó de mí, me miró directo a los ojos. El sabía como volverme loca. ¿Qué? Mierda , no tendría que haberlo besado.

-¿Qué haces?-grité separándome bruscamente de el.- ¿Estas mal?-me miró confundido.

-¿Pero que te pasa?- gritó.-Si te encantó.- gritó como al descuido.

-Vete, vete de mi habitación en este momento.

-No.

-Ya.-grité. No se le movió ni un pelo.-Vete.- al ver que el no se iba me fui yo.

Baje las escaleras hecha una furia y el venía detrás.

-No me persigas.-grité dándome la vuelta. El se veía más alto debido a que estaba un escalón más arriba.- Imbécil.-dije de mala gana. Bajo hasta mi escalón y me tomó de la cintura.-No me toques JungKook.-intenté zafarme.- Aléjate en este instante si no quieres que grite.

-Grita-al parecer no representaba problema alguno.-Grita todo lo que quieras.

-Si, gritaré y te llevaran a la cárcel por abusador.

-No lo creo pequeña.-rió.- Supuestamente estamos de novios, si tu gritas pensaran que es de placer. Vamos, grita.

-Te odio.-murmuré.

-¿No que ibas a gritar?-preguntó tocando mis labios con sus dedos.- Vamos, grita para mi.

-Aléjate.-lo empujé pero fue inútil. Nada lograría, sus brazos eran el doble de fuertes que los míos.- JungKook, por favor.- estaba enojada.

-Dame una razón para que te suelte.

-Me estas repugnando.

-Esa no es una razón. Mira, seré bueno. Una condición y te suelto.-sonrió. Esperé que siguiera y así fue.-Vienes a cenar conmigo y mis amigos esta noche.

-No, di otra cosa.

-Un beso.

-Cenaré contigo.-murmuré entre dientes . Disminuyó la presión con la que me sostenía.

-Escucha bien ¿si?-me besó la mejilla.- Yo te suelto, pero si esta noche no vienes conmigo, te juro que entro a tu habitación y ya sabes lo que pasara.-me soltó. Corrí escaleras arriba.

Me encerré con llave en mi habitación. Pensé seriamente en no ir, se que no entrará en mi habitación y me violara ¿O si? Mejor ni exponerse a tener que quedarme despierta toda la noche para que no me viole. Voy con él, y vuelvo a casa para dormir en paz.

Respiré profundamente, tenía hambre, pero no me quería topar con JungKook. Agarré el pomo de la puerta y me decidí a abrirlo pero cuando lo giré esta se abrió golpeándome en la nariz.

-Uh perdona.-se acercó a mi.- Pensé que dormías, no que estabas tras la puerta.

-Ahhh que imbécil eres.-me levanté del suelo. Me maree e intenté agarrar algo para estabilizarme, pero por desgracia lo único a mi alcance era JungKook.

-No te caigas.-me tomó por la cintura.

-No me toques.-intenté zafarme de el pero me pegó a su cuerpo.

-Si no te agarro te caes.- me advirtió. Se acercó a mis labios.

-Si no me hubieras pegado en la nariz no me estaría por caer.- saqué sus manos de mi cuerpo.-Te dije que no me toques.
-Pero yo quiero tocarte. ¿Cuál es el problema?

-Ya, párala JungKook.-me senté en la cama.

-¿Por qué tan a la defensiva?-arqueó una ceja.

-¿A que venías a mi habitación?- ignoré sus palabras.

-Quería hablar contigo.- soltó con cierto nerviosismo.

-¿Ah si? Pero habías dicho que pensabas que yo estaba durmiendo.

-Si, verdad.-se sentó a mi lado.- Vamos a almorzar.-me avisó.

-Que bien.-me levanté de la cama. Tenia bastante hambre.-caminé hasta la puerta.

-Una cosa.-rió.-Tienes la nariz roja.-y salió por la puerta antes que yo.

Me miré al espejo y efectivamente si, la tenía roja. Estúpido JungKook .
Baje las escaleras y me encontré con JungKook que comía como cerdo, wooow nunca lo había visto así. Me senté a su lado y comencé a comer.

-¿Me pasas la sal?- estiró la mano.

-¿Y el por favor?-pregunté agarrando la sal.

-Por favor.-dijo inquieto. Dejé la sal sobre la mesa y el la tomó.

-De nada.-dije sarcástica pero el no respondió.

-¿Vendrás esta noche?-preguntó.

-Si, supongo. ¿Qué mas da?

-No lo se, tal vez quieras la segunda.

-¿Sabes que JungKook?-pregunté molesta.- ¿Quieres que hablemos de sexo?- abrió los ojos.-Pues vamos, háblame de sexo, dale que te escucho. Dime. ¿Con cuántas has estado?

-Hey, tranquila.- espetó divertido.- No tienes porque ponerte así.- rió.· Me acabo de dar cuenta de algo.

-A ver¿De que?

-De que eres virgen.- se metió un pedazo de pan a la boca.






















Yo diciendo que al final ,se dan cuenta de algo que uno siempre cree que pasa ,pero en realidad no y todos quedamos como en : ¿Qué?













 THE BEAST |jjk✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora