•Epílogo•

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Vi a Kook entrar por la blanca puerta, tras un ramo de rosas, su tierno rostro apareció. Austin, de la mano de su papá, sonrió ampliamente y quiso zafarse del agarre de JungKook.

-¡Mami!-gritó Austin y llevó a rastras a Kook.

-Espera, hijo- le soltó la mano.

Mi esposo se volvió y cerró la puerta de la habitación.

-¡Te he extrañado mucho!-dijo Austin, apoyó su rostro en el borde de la camilla.

-Ay, mi amor, yo también-acaricié su pequeña mano.

-Danielle se ha ido, le dije que se quedara contigo hasta que volviera con Austin-se quejó Kook y se acomodó a un lado de la camilla-¿Estás bien?

-Muy bien-le sonreí débilmente.

-¿Mis niñas?-preguntó Kook.

-¿Mis hermanas?-preguntó Austin.

Kook me dio el ramo de rosas y besó mis labios.

-Te amo, Vera.

-Yo también te amo, Kookie- volví a sonreírle- La enfermera me ha dicho que están muy sanas y que son hermosas.

-Con una madre como tú, de seguro son hermosas.

Kook desvió la mirada y la posó en Austin. El niño, estaba inclinado sobre la cuna de Megan y le sonreía con ternura.

-¿Ella es Megan?-preguntó.

-Ella es, Megan, tu hermana menor-le dijo Kook y cruzó la habitación para ir con Austin.

-¿Me tomas en brazos, papi? No veo a Ashley.

Kook tomó a Austin en sus brazos y se inclinó un poco sobre la cuna de Ashley. Austin sonrió y se tapó la boca con ambas manos.

-Es igual a Megan.

Reí levemente y JungKook se unió a mis risas.

-Son gemelas, Austin-le explicó Kook.

-Oh mi Dios-dijo Austin- ¿Cómo haremos para saber quien es quien?-preguntó.

-Es fácil-respondió Kook-Observa los ojos de Megan, son como los tuyos y los míos-Austin frunció el ceño.

-Megan está dormida.

-Lo sé, hijo. Pero, cuando despierte, puedes fijarte en eso.

Ashley se movió un poco y refregó una de sus manitas en sus ojos. Abrió lentamente uno y luego el otro. Austin la observó atento y luego alzó su mano para agitarla en un saludo.

-Ella es Ashley-le dijo Kook- Es quince minutos mayor que Megan.

-Pero no mayor que yo-dijo Austin observando a Jungkook- ¿Mami me sigue queriendo?

No hablé, estaba débil, no tenía casi fuerzas. El parto de las niñas había sido terriblemente doloroso, y sufrir en medio del parto no era nada agradable.

JungKook, luego del parto, había estado pendiente de mí, pero sus insistentes preguntas me sacaban de quicio y terminamos por tener una pequeña discusión. La cual, se arregló cuando nos dieron a las niñas, sanas y limpias.

-Mami te ama, al igual que yo y al igual que van a amarte tus hermanas.

Austin sonrió y pasó sus pequeños brazos por el cuello de Kook, lo abrazó fuertemente.

Dos días después, me habían dado permiso para salir del hospital. Mientras Kook cargaba a las niñas, Austin se encargaba de llevar los globos y yo, llevaba el bolso.

 THE BEAST |jjk✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora