Sus besos húmedos y apasionados encendían fogosidad en mi cuerpo, su mirada nublada de deseo me invitaba a sentir algo que solo había experimentado dos veces en mi vida y JungKook había sido el causante de lo anterior.Me senté sobre su cuerpo mientras el se acomodaba sobre la cama conmigo encima. Quitó mi campera y la tiró al suelo junto con la suya, comenzó a dejar un sendero de besos sobre mi cuello y así dió la vuelta para dejarme debajo de él. Sonrió, sabía que ahora yo estaba en su poder.
–Déjame decirte que he estado esperando esto desde que te vi en esa maldita subasta–confesó entre jadeos.–No te vayas como la última vez, por favor–me dijo al oído.
–No lo haré Kook–respondí tensándome ante sus caricias sobre mi sostén.
Y estaba más que claro que iba a pasar, aún que mi corazón acelerado no era solo excitación, si no también miedo y nerviosismo que me carcomían por dentro. Era mi primera vez y por más que quería tranquilizarme, sabía que iba a doler y que JungKook no iba a ser muy piadoso a la hora de estar unidos.
Acarició mi rostro y tiró su camisa a alguna parte de la habitación.
–¿Estas bien?–preguntó besándome con ternura.
–S..si–respondí agitada. Detuvo los besos y caricias, me miró con detenimiento.
–No seguimos si no quieres.
–No he dicho eso JungKook.
–Hey, no te estoy obligando.–pasó su mano por toda la extensión de mi pierna.– Es en serio, podemos dejarlo aquí.
–No será como la otra vez.
–Vera, te repito, no te estoy obligando. Dejémoslo aquí, ¿si? Puedo esperarte, pero no más que hasta la luna de miel.
–JungKook no tienes que esperarme, te he dicho que si.– solté un grito bajo.
–Tranquila–procedió a besar mis labios–Sin presión, cariño–levantó mi remera hasta donde se encontraba el sostén.–Te queda a la perfección.–me halagó sin pensarlo dos veces. Le dediqué una sonrisa y le planté un beso sobre sus labios.
–Ya no pares JungKook– Sonrió para seguir con su juego de besos y caricias.
–Tus deseos son ordenes princesa.–besó mi ombligo haciéndome estremecer.–Pero debes esperar, todo a su debido tiempo.–repitió la acción anterior.– Vamos, quiero oírte pedir por mi.–susurró mientras desprendía su pantalón.
Tres golpes secos en la puerta hicieron a JungKook fruncir el seño. ¿Qué interrumpía esta vez?
–Hagamos como que no pasó nada– continuó . Dos golpes más lo hicieron gruñir y mi paciencia se agotaba.–¿QUIÉN?–gritó enojado.
–James.– expuso del otro lado de la puerta.
–¿Qué coño hace este aquí?–como si yo supiera.
–¿Yo que se Jeon?–respondí malhumorada.
–No importa, dile que se vaya.
–¿Cómo voy a decirle eso JungKook?–mi seño se frunció al igual que el de JungKook.
–¿Pueden abrirme?–preguntó con ternura que en este momento me sacaba de quicio.
–Si, ya vamos.–Se levantó de la cama y abrochó su pantalón.– A este imbécil lo mato apenas abra la puerta así que prepara tus maletas porque nos vamos de aquí.– acomodó su camisa sobre su cuerpo.
Me levanté de la cama y bajé mi remera para luego ponerme los jeans.
–Yo voy JungKook.
–No Vera, voy yo. Vamos a ajustar cuentas.–me tomó del brazo y me zafé de su agarre.
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THE BEAST |jjk✔️
Diversos❝Que feo es cuando la persona que más amas es la persona más fría del mundo, que feo es que le intentes demostrar tu amor y te saque a patadas de su vida. Que feo es que tu seas la pobre indefensa presa de sus castigos y malas costumbres. Vivir con...