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Era un sábado tranquilo.
La semana había sido bastante ajetreada para la joven humana. Anne estuvo casi toda la semana escuchando las peleas entre los dos seres. Sasha coqueteandole y desnudandola con la mirada, Marcy protegiéndola de ella... ¡Se volvería loca con aquella dos chicas!
── S-sasha más rápido... ── se escuchó un gimoteo en la habitación de al frente, Anne suspiró de forma suave y hasta pesada.
Ah sí, también tenía que aguantar que ambas chicas le dieran por follar en su cara. ¿Acaso no se cansaban o qué? Aunque en parte le daba mucha risa cuándo Marcy se negaba rotundamente a seguir haciendo esas cosas con la Demonio y aún así, seguía y seguía. ¿Los encantos de Sasha? No lo sabía con certeza o es que a Marcy Wu le gustaba Sasha, cosas que no le importaba en lo más mínimo pero le traía muchísima intriga.
── ¡Oigan ustedes dos, bajenle al sonido! ── gritó la castaña golpeando suavemente la puerta, escuchando otro gimoteo ¿Ahogado? Al igual que la voz ronca de la rubia diciendo un "deja de quejarte tanto y únete."
Anne ante sus palabras se había sonrojado mordiendose suavemente su labio inferior. Decidió ignorar el comentario y caminar hacía la sala, vería algo de televisión. Después de todo era sábado y realmente no había mucho que hacer, limpió la casa, cocinó, alimentó a su pequeña y mimosa gatita, también cómo todas las mañanas salió a correr llegando bastante agotada. ahora era hora de relajarse un poco.
Los minutos pasaban los cuales volaban con rapidez, los sonidos obscenos se habían calmado por completo dejando aliviada a la castaña. Después de todo, los gemidos de la Ángel la estaban calentando... ¿Extraño verdad? Podría ser después de todo eran suaves... Una pregunta llegó a su mente ¿Que pasaría si ella fuera quién los hiciera, que en vez del nombre de Sasha saliera el suyo propio? Suspiró y se recostó sobre la cabecera del mueble dónde su trasero descansaba y su brazo ahora descansaba sobre su frente. ¿Por qué tenía que venir esos pensamientos impuros a su mente? Ahora pequeñas imágenes de la misma Demonio tocándola y haciéndola gemir cómo se lo hacía a Marcy llegaron a su mente, trago grueso.
¡Debía eliminar aquellos pensamientos impuros de su mente!
Malditos seres hormonales.
De manera inconsciente su mano se había adentrado en su propio pantalón haciéndola suspirar necesitada. Ahora que lo pensaba hace ya bastante tiempo que su cuerpo pedía a gritos que hiciera eso. Anne no era una persona hormonal, es más la mayoría pensaba que era asexual. Pero... Con la llegada de aquella dos chicas todo cambiaría para ella. Sus dedos acariciaban la tela que cubría su propia intimidad, otro suspiro se salió de sus labios.
── ¿qué andas haciendo? ── una voz ronca en su oído la había espantado, creando qué su mano rápidamente saliera de aquella zona, suspiró frustrada.
── ¡No me asustes así, maldita sea! ── exclamó la castaña tirando su cabeza hacía atrás apoyándola contra la pared detrás de sí, mirando de reojo a la rubia.
Simplemente se acomodaba su camiseta de manga corta dejando ver pequeños tatuajes en su cuerpo, tragó grueso ante la vista.
── me gusta asustar a la gente. ── se encogió de hombros relamiendose los labios.
Se había acercado de manera peligrosa hacía la castaña quién mantenía una suave respiración agitada y un ceño fruncido en su rostro.
── ¿te andabas tocando? Te caché. ── habló sin pelos en la lengua, para luego en un rápido movimiento yacía besando su mejilla hasta bajar a su cuello dónde comenzó a dejar pequeños besos húmedos. ── te puedo ayudar si quieres...~
Anne suspiró por los besos, sus ojos inconcientemente se cerraron ante los besos de la ajena en su cuello. Sus dedos se enterraron en la cabellera rubia y corta empujándola más hacía la zona de su cuello. Sasha simplemente sonrió ante las ocurrencias de la humana. Sus manos se bajaron hacía el pantalón ajeno mentiendolas dentro de aquella zona.
── Sasha... ── murmuró. ── te acabas de acostar con Marcy... ¡No seas tan calentona!
── lo sé pero... Literalmente andas húmeda. ── acertó al meter uno de sus dedos dentro de la intimidad ajena, claro con suavidad. Después de todo podría ser un tanto agresiva con sus víctimas, pero... Con aquella humana o la Ángel, la necesidad de ser suave era mucha. ── efectivamente andas húmeda. ── sonrió con malicia.
Anne se apoyó con ayuda de sus manos en el hombro ajeno apretandolo con fuerza.
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Ambos chicos yacían apoyados en una pared admirando la casa de la humana. Zack sonreía de forma suave mientras qué Darcy simplemente andaba con mala cara.
── ¿Allí es dónde andan? Vaya... ── habló el rubio mientras se apoyaba en el hombro del contrario. ── hablando de tú hermana... ¿Le dijiste la verdad de por qué te cortaron tus alas?
Se quedó en silencio, apoyandose más en la pared.
── no tiene porqué saberlo.
── tarde o temprano se enterará y oh, te va a odiar. ── sonrió con malicia mirandola.
Darcy soltó un gruñido y con ayuda de su mano la colocó contra la cara ajena para alejarlo de si mismo. Odiaba a ese estúpido rubio al igual que... También lo amaba.
La verdad sobre el temible Ángel caído llegaría a la luz, dejando desorientadas tanto a Marcy cómo a su hermana menor. Odiaba sentirse de esa forma.
Odiaba sentirse... Vulnerable ante el mayor de los Waybright.
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