-𝘔𝘺 Carl.- 𝖢𝖺𝗋𝗅 𝖦𝖺𝗅𝗅𝖺𝗀𝗁𝖾𝗋. (Corrigiendo)

𝐒𝐢𝐱𝐭𝐞𝐞𝐧 🏐

Anne.

Ya casi no podía dormir, cada vez que cerraba mis ojos podía ver a aquellos hombres tocándome sin mí permiso, abusando de mí pobre inocencia. Al recordar cada escena comenzaba a llorar, no importa en dónde fuera, era demasiado duro para mí, no sabía que hacer. Tenía tanto miedo de hablar, mis padres estaban tan en sus vidas, que jamás me prestaron atención. Ya no sé ni porque me adoptaron.

No le había contando a nadie sobre lo que había vivido. Decidí cerrar mí boca, por alguna razón. No quiero problemas y sé que en algún momento tengo que enfrentarlos pero no ahora.

Carl estuvo muy cerca mío, por alguna razón, él tranquilizaba todo mí mundo. Fue mí apoyo en todos estos momentos, hace demasiado tiempo empecé a dudar si el me gustaba como amigo o si estaba enamorada de él. Realmente no lo pensaré ahora.

Empecé a estudiar mucho. Era lo único que hacía que me mí mente se relajará. Aunque estábamos de vacaciones, Carl nunca hizo sus tareas, ninguna, desde que comenzó la escuela. Así que me puse manos a la obra. En dos o tres meses, ya había terminado todas las tareas de Carl desde que estaba en 1° de primaria.

Ya no tenía qué hacer, las cosas que me gustaban dejaron de emocionarme cómo lo hacían antes y mí apetito se disminuyó. Todo el día quería dormir con Carl, pero no podía. Nunca podía cerrar mis ojos durante más de 20 minutos.

Me encantaría volver en el tiempo, y que todo esto se desvaneciera.

Escuché a alguien entrar, así que me escondí en mis sábanas.

-Algo está pasando y no me mientas. Sé que es así.-era Fiona.

-No me pasa nada.-contesté.

-¿Realmente crees que puedes mentirme? Anne, eres como una hermana para mí. Y sé cuando mis hermanos mienten. Además, no estás saliendo, no sonríes, ni siquiera saliste de está habitación por 3 semanas.- Era el momento para hablar, era el momento para que ya no tuviera que esconder todo y poder mostrar.