Parte 2
Anne.Él estaba allí en mi puerta. Vestía unos pantalones negros junto con una camisa que estaba abotonada y unos zapatos deportivos blancos.
Era alto, y eso me molestaba, estaba usando tacones y aún así él tenía que bajar la cabeza para mirarme.
Apenas me vio sonrió y yo lo imite
—Dios, estás hermosa.—habló mientras se acercaba a mí. Sonreí halagada, de nuevo.
—Gracias. Tú te ves... Diferente.—reí y él frunció el ceño pero rápidamente lo cambio al ver a Kev.
—Volveremos apenas podamos. No se asusten, no tendremos sexo.—aclaró antes de que mamá sacará algo de su bolso.
—Bien. Anne, lleva tu teléfono, me llamas si necesitas que te busque y Carl.—Kev se acercó susurrándole algunas cosas que no pude escuchar.
—¡Disfruten!—salimos y él posó su mano en mi espalda. Cerré la puerta dedicándole una sonrisa a mamá y luego nos fuimos. En el auto estaba Nick. Él no hablaba mucho, pero aún así me daba malas vibras.
Llegamos al lugar y era realmente elegante.
—Carl. Esto es mucho dinero. No puedo dejar que gastes todo eso en mí.—claramente era mentira, pero quería ver si él me quería tanto como para reservar y comprar todo lo que yo quisiese.
—Cariño. El dinero es para gastar y que mejor manera que hacerlo en ti.—dijo bajando del auto. Iba a seguirlo pero él se adelantó y abrió la puerta siendo todo un caballero.
Entramos al lugar y nos llevamos varias miradas, Carl no dejaba de mirarme sin decir ninguna palabra.
Comimos como si fuera el último día de nuestras vidas.
No tengo nada para contar. Él solo me habló de como todos sus amigos eran geniales y de como pensaba o me extrañaba.
No podía sentir aprecio ante sus palabras, solo desinterés y un poco de remordimiento.Salimos del restaurante y él me llevo a un parque. Me senté en una banca y mire los árboles moverse a causa de la brisa. Trajó dos botellas, una de cerveza y otra de Coca-Cola común. Se ve que no olvido mis gustos. Tambien me dió su abrigo.
—¿Qué hiciste mientras estaba encerrado?—habló mirándome de reojo.
—Deje el Ballet, comencé a salir a correr y fui a un psiquiatra que hacía consultas grupales. Conocí a Effy, ella parece una más de los Malkovich, es mi mejor amiga.—dije sin despegar mi vista del frente. Pero él si me miró.
—¿No pensabas en mí?—sentí su tono de voz apagada. Mucha gente podía decir que Carl todo el tiempo era un idiota, pero conmigo era distinto, tenía sus estupideces pero, era él mismo solo conmigo.
—Sí, pensé mucho en ti. En la estupidez que hice solo porque no quería que te alejaran de mí.—tomé un sorbo de mi bebida y reí levemente.—Dios era un bebé con un arma. Además, pensé en ti cuando conocí a Finn.—otro sorbo. Abrí mi boca para decir algo más.
—¿Quién es Finn?—me interrumpió rápidamente. Giré mi cuello para mirarlo y sonreír.
—Un imbécil. ¿Por qué?—cuestiné con una sonrisa burlona.
—Yo también pensé en ti cuando conocí a Dominique.—una risa se escapó de mis labios.
—Veo a qué juegas, pero ella no me da celos. Sé que caerás ante mi una vez más cuando ella se canse de tí.—sonreí y planté un beso en sus labios, uno castro. Pero él me atrajo y pronto el beso se comenzaría a subir de tono.
Tenía una de sus manos en mi mandíbula acercándome a él y la otra en mi cadera acariciando la zona. Mientras yo tenía ambas manos en su cuello imitandolo. Nuestros labios se conectaban con deseo, hace tanto que no nos veíamos.
—Qué lindo el amor... Pero saben que, yo llegue aquí antes que ustedes y no quiero ver a mi hijo teniendo sexo, así que ¡Busquense otro maldito lugar!—giré la cabeza encontrándome con Frank, quién parecía bastante molesto.
—Bien. De igual manera ya me tenía que ir.—hablé mientras me levantaba de la banca para poder irme.
—Amm, sí. Yo te llevo.—sonrió y nos dirigimos hasta una parada. Luego de unos segundos en silencio profundo, llegó Nick. Él solo hizo una seña y ambos nos subimos al auto.
El viaje a casa fue silencioso, pero tranquilo. Lo único en lo que podía pensar, era en que ya no tenía que ocultar mi interés por Carl.
—Llegamos.—habló serio su amigo. Baje del auto y dejé su abrigo en el asiento trasero.
—Nos vemos.—sonreí y guiñé un ojo para luego entrar a casa. Cuando cerré la puerta detrás de mí, sonreí aún más, con muchísima emoción. Kev y V seguían en la cocina, ambos se giraron a verme y mamá sonrió.
—¿Y? ¿Qué tal te fue?—preguntó emocionada, pero yo no dije nada.
Disculpen por esta cosa horrorosa.
Ando escaso de ideas.
ESTÁS LEYENDO
-𝘔𝘺 Carl.- 𝖢𝖺𝗋𝗅 𝖦𝖺𝗅𝗅𝖺𝗀𝗁𝖾𝗋. (Corrigiendo)
FanfictionShameless 𝐀𝐧𝐧𝐞. 𝖴𝗇𝖺 𝗇𝗂𝗇̃𝖺 𝗁𝗎𝖾́𝗋𝖿𝖺𝗇𝖺, 𝗉𝗈𝗋 𝖺𝗅𝗀𝗎𝗇𝖺 𝗋𝖺𝗓𝗈́𝗇 𝗌𝖾 𝖾𝗇𝖼𝗎𝖾𝗇𝗍𝗋𝖺 𝖺 𝖪𝖾𝗏𝗂𝗇 𝗒 𝖺 𝖵𝖾𝗋𝗈́𝗇𝗂𝖼𝖺, 𝗊𝗎𝗂𝖾𝗇𝖾𝗌 𝗌𝗈𝗇 𝗆𝗎𝗒 𝖺𝗆𝗂𝗀𝗈𝗌 𝖽𝖾 𝗅𝗈𝗌 𝖦𝖺𝗅𝗅𝖺𝗀𝗁𝖾𝗋. 𝙴𝚗𝚝𝚛𝚎 𝚕𝚘𝚜 𝙶𝚊𝚕...