Alguien más

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-¡Pero irán todos! ¿Y si te pierdes la fiesta del año?

-Mi salud es más importante, ¿no crees?

Conversaba por teléfono con Dinah, quien me insistía en que fuera a la fiesta que organizaba una niña rica de nuestro instituto, y que prometía ser grande. Le mentí objetando que tenía fiebre y el cuerpo me pesaba como una roca gigante.

-No, no lo es cuando hay posibilidad de chicos guapos, música, alcohol y una piscina iluminada.

-De todo lo que has dicho sólo me atrae la idea de la piscina y mi bañera es una buena consolación.

-Mira, bollo quemado, no voy a seguir arrastrándome para que vengas, si quieres quedarte en casa con tus libros llenos de esas cosas extrañas llamadas letras muy bien. Yo voy a divertirme mientras la cadera me funcione.

-Que disfrutes, hermosa.

-¡Que te den, fea!

Así finalizó la llamada. Justo a tiempo para poder ponerme el bikini y salir a buscar a Lauren. No quería ser la que cortara la conversación ya que Dinah podía sospechar y arruinar mi escapada, ahí donde la veis quizás no tenga la cabeza bien amueblada pero detecta las mentiras en cien km a la redonda.

Me despedí de mi familia, a los cuales hice creer que sí iría la fiesta, era mejor excusa que "voy a llevar al lago a una chica que conozco de hace apenas una semana porque sus padres la tienen encerrada, ah y quizás estén metidos en el mundo de la droga jaja chaitoo". Sí, definitivamente.

A paso rápido llegué a su casa pero para mi sorpresa sus padres estaban saliendo de ella. Piensa, Camila, PIENSA.

-Caaasho esgtrella, primo. -miré al cielo fingiendo perder un poco el equilibrio. -Baja agquí, gcobarde. -lancé golpes al sire. La mujer me miraba negando con la cabeza.

-Estos críos de hoy en día bebiendo desde tan jóvenes... -el hombre cerraba tras ella el cerrojo. -¿Vamos? -asintió.

Pasaron junto a mí como si nada y se marcharon en su coche de alta gama. Esperé unos minutos antes de acercarme a la puerta y golpear.

-Adivina adivinanza.

-Mickey Mouse. -respondió.

-Exacto pero esta vez la cola no la tengo en el culo.

-¡Camila!

-Jajajajajaja. Voy a entrar, ¿ok?

-¿Mis padres acaban de irse crees acaso que voy a estar desnuda o algo?

-No creo tener tanta suerte... -susurré.

-¡Camila!

-¡Son las hormonas! De acuerdo, allá voy.

Al abrir me empujó al sofá y me quedé algo sorprendida mirándola.

-No te muevas de ahí hasta que regrese, voy a ponerme una camiseta de tirantas, pensé que haría menos calor.

-Que manera de tratar a una invitada...

-Es que no me fio de que me espíes, doña hormonas. -gritó desde el pasillo.

Minutos después regresó con una camiseta con la cara de Lana del Rey estampada en ella.

Eché un vistazo a mi alrededor, tratando de localizar algún reproductor de música, ni rastro.

-¿Cómo escuchas música?

-Simple, no la escucho. La tv ni siquiera funciona, o sea que ni canales de música tengo. -sonrió cabizbaja. -¿Nos vamos? -agarró mi mano nerviosa.

-Claro. -asentí feliz.

Ella tenía miedo incluso de pisar la calle. Tuve que tranquilizarla durante todo el camino apretando su mano. Tratamos de tomar el camino más apartado de la carretera y finalmente nos metimos en un bosque, donde al fin se relajó un poco. Lo atravesamos hasta llegar a un pequeño lago rodeado de rocas y reflejado por la luna.

-Wow... no tengo palabras. -decía contemplándolo.

-Aquí sobran las palabras, ¡y la ropa! -exclamé sacándome la ropa rápidamente y lanzándome al agua. -AAAAAAAAH, DIOOOOOS, ESTÁ CONGELADA. -grité moviendo las manos como loca.

-JAJAJA. -Lauren me observaba desde la orilla muriendo de la risa. -Creo que pasaré...

-¡De eso nada! Tienes diez segundo o te meteré yo misma.

-No, Camz...

-Los apodos cariñosos no te servirán de nada... -empecé a bajar uno a uno los dedos de mis manos, haciendo cuenta atrás. -Siete... -ella miraba alrededor buscando escapatoria. -Cuatro... -poco a poco mi cuerpo iba saliendo del agua. -Uno...

-¡No, no, no! -se sujetó a un árbol.

-¡Suéltalo! -tiraba de ella abrazándola por la espalda pero tenía más fuerza de la que esperaba. -Aggggg.

-¡Ríndete!

-¡Nunca! -le hice cosquillas e inmediatamente soltó el tronco para protegerse las costillas. Aproveché entonces y empecé a llevarla hacia el agua.

-¡NO, CAMILA! ¡TE HARÉ LOS DEBERES! ¡ Y FAVORES SEXUALES!

-Me gustan tus propuestas pero me gusta más verte sufrir. -finalicé empujándola al agua. Enseguida salió a la superficie agitando los brazos y la cara. -JAJA QUIÉN RÍE AHORA.

-¡Te odioooo! -empujaba mi cabeza hacia abajo intentando meterme bajo el agua. Lo logró y todo eran risas hasta que vi un rostro y salí rápidamente.

-Qué te pasa. -Lauren sujetó mi rostro pálido como la nieve.

-Cre... creo que acabo de ver un cadáver.

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2/3 bitches (y por estafa)

Me declaro inocente (Camren) - PausadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora