El único heredero del ducado vampírico, Van Houlsen, se ve obligado a casarse con una antigua conocida, aunque esto se vería afectado por una cosa, o mejor dicho... Persona.
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Capítulo 10: "Aun así, te esperaré..."
-Revélalo. -ordenó con otro tono de voz más tenebroso, Kai.
-Tu padre falleció en la semana de tu desaparición. -contestó, Fiore.
Kai queda perplejo ante tal noticia.
-¡Es mentira! -gritó él.
Ella se acerca y le entrega un acta de defunción en nombre de su padre.
-¿Cómo? -preguntó seco, el heredero.
-Bebió un veneno en frente de todo el pueblo, se inmoló y no pienses siquiera que puedas culpar nuevamente a mi familia por tu locura mental. -respondió ella.
Kai comienza a reírse a carcajadas.
-¿En serio supones que me creeré algo de lo que sale de tu sucia boca? Eres una Tenebris, son una escoria. -opinó Kai.
-No me interesa lo que pienses de mi familia o de mí. -aclaró seriamente la mujer. -Todo este descontrol sucedió por falta de un heredero, tratamos de ayudar en el ducado y fue imposible. -agregó.
-Claro... Por si no te queda claro, no tengo ganas de retornar. -reveló él.
Ella se enfurece ante la situación, aprieta sus puños al punto de lastimarse las palmas, la rabia e indignación por el heredero ignorante, le hervía la sangre.
-¡Debes despertar de este patético sueño, Kai! -opinó, ella. -nada saldrá bien, ni para ti, ni para mí. -añadió.
-¿Dónde está ella? ¡Seguro lo planeaste con tu padre por siglos! -criticó él.
-No lo sé... ¿Sabes qué? ¡Jódete! -respondió ella. -No sé dónde está, ni me importa, puedes seguir viviendo tu mundo de fantasía, cuando abras los ojos, suplicarás, perdón. -añadió.
Ella se convierte en murciélago y vuela lejos de aquel lugar, Kai repentinamente presiente un hedor de sangre, el cual reconocería al instante y, por ende, se dirigiría a toda velocidad aquel sitio.
Al llegar a un antiguo cementerio abandonado, encontró el cuerpo inerte de la mujer que buscaba, él se dirige velozmente hasta allí para comprobar la situación.
-¡Jen! -gritó él, quien estaba agachado en el suelo sosteniéndole. -¡Por favor, Jen! -seguía gritando.
Al ver que no emite ningún sonido, ver sus ojeras y tono de piel pálidos, comienza a llorar, nombrando sin parar, una y otra vez, a la mujer.
-Por favor...-dijo entre lágrimas, Kai.
Una brisa ligera se produce en dicho sitio, allí Kai puede oír desde lejos unas palabras, como si se tratase de alguien familiar que intentaba ayudarle.
"El pacto de alma" ...
Escuchó tales palabras el vampiro que quedó petrificado.
-Si hiciera eso, estaría ligada a mí por el resto de su vida... Ella no está viva...-reflexionaba el vampiro.
Finalmente, el hombre se arma de valor, se acerca al cuello de la mujer y lo muerde para que luego, se cortase la mano, lamiera la sangre y la bese, firmando así, un antiguo pacto de sangre.
Tras unas horas, la mujer despertaría en una cabaña distinta al lugar de donde viven, se tocaría el cuello y podría observar la marca de los colmillos de Kai.
-No puede...-murmuró nerviosa, la mujer.
-¡Jeannette! -exclamó el heredero, quien correría a levantarle y abrazarle mientras daban unas vueltas, ella sonríe sorprendida. -Perdón, tuve que intentar algo para que sobrevivieras...-dijo él, quien le bajaría cuidadosamente.
Jen reflexiona por unos minutos, se acerca a él, le agarra del cuello de la camisa y le besaría.
-Pude oír todo, Kai. -reveló ella.
Él le agarra de la cintura sutilmente y le besaría de manera apasionada, finalmente, él le enseñaría un anillo de compromiso, mientras se agachaba.
-Jeannette... Han pasado dos años desde que pude conocerte, realmente eres la única mujer que me apasionó desde el momento que te conocí, amo tu sonrisa, tu cabello, tus ojos... y tolerar el hecho de que te hayas ido, siendo la única persona con la que tuve un fuerte vínculo, me mataría. -contó honestamente, Kai.
-Han pasado dos años, nunca tuve un interés amoroso, salvo él... Siempre tuvimos nuestros roces y momentos... Debería... -reflexionó la mujer.
-¿Te gusta-...-antes de terminar, es besado por ella?
-Sí, Kai, me encantaría ser tu esposa. -respondió Jeannette.
Tras algunos años de compromiso, ambos seguirían viviendo en dicho pueblo que fue reconstruido tras aquel accidente.
Luego de casarse, se irían a vivir al sur, donde allí, el tiempo de sol es relativamente escaso.
Dos años más tarde, nacería su única hija, Molly, la cual obtendría rasgos tanto como de su madre, en el caso del color de su cabello e iris, como el de su padre, piel pálida y descendencia vampírica.
Aunque, lo que jamás se enteraría el heredero es que, Fiore, su antigua prometida, bajaba todas las noches, esperando alguna vez oír de su amado, que él quisiera retornar a su ducado junto a ella.
-¿Eso es todo, mamá?-preguntó un niño de cabellos oscuros, desde su cama a la que estaba siendo arropado por su madre.
-Algo así, aunque, hay una parte que no está escrita...-respondió su madre, de cabellos rubios y piel pálida.
-¿Cuál es esa? -preguntó curioso otro de los niños.
-Pues... Se los contaré mañana...-dijo con una sonrisa la misma.
Repentinamente, los niños comenzarían a insistir con el fin de saber como continuaba aquella historia.
-Ella se los contará mañana, solo tienen que dormir y se enterarán.-dijo una silueta masculina a lo lejos.
Al oír aquello, los niños iniciarían su intento de poder dormir, mientras su madre, les daría un beso de buenas noches en su frente y retiraría tras apagar la luz.
La mujer seguía a quien se trataba de su marido por los pasillos de una lujosa mansión.
-No puedo creer que les hayas contado esa historia, Elisa...-comentó indignado el esposo.
-¿Por qué? Si acabas de venir del ducado Van Houlsen justamente, ellos sabían donde ibas y me consultaron sobre ese sitio... Solo les conté lo poco que sabía.-respondió segura la mujer.
-La realidad es que, Kai, el heredero al ducado Van Houlsen, se encuentra aún bajo un profundo sueño, producto de la vez que fue a cazar con su suegro... La princesa Tenebris, trata de manejar el ducado, esperando que su amado despierte alguna vez... ¡Esa es la realidad! Y siendo uno de los grandes ducados... Terminar así...-reveló su marido.
-Entonces... El duque jamás pudo estar con la mujer que ama. -dijo su esposa.
-Eso y que... Probablemente, por ser el último pariente directo sea yo, tendremos que heredaron. -reveló el hombre.
