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Capítulo 7: "Almas gemelas"

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Capítulo 7: "Almas gemelas"

Brian, al otro día, hablaría de forma privada con el comandante.

—Dime, ¿por qué me buscas de manera temprana? —dijo el comandante.

—Quiero volver a mi pueblo, luego de eso, me casaré con su hija. —dijo firmemente, Brian. —Claro y luego me escaparé, chiflado. —pensó él.

—Te dejaré, pero para asegurarme de que no te escaparás, irás con mi chofer. —dijo sabiamente el tipo.

Tras unas horas, Brian arma una maleta rápidamente, a lo que se dirige a la salida, allí habría un chofer de cabellos dorados e iris azules esperándole en la puerta.

—Debes de subir ¿Cierto? —dijo el chofer.

—Sí. —afirmo, Brian. —Es tan pequeño, podría darle una patada y ganarle. —pensó.

Tras su viaje, el cual duró dos días, llegan al pueblo, allí Brian se dirigiría hacia donde está su prometida.

—Está anocheciendo... —pensó él.

A una manzana de la casa de Jeannette, él observa como el tipo le llevaba en brazos desde lejos, Brian se acerca para oír y observar lo sucedido.

—Déjame bajar, Kai... Solo me raspé un poco... —dijo ella.

—Eres testaruda. —comentó Kai.

Ella baja de sus brazos.

—Aprendí del mejor. —dijo en tono desafiante, Jen, a su vez, se miraba cara a cara con él.

—Claaaro...—agregó Kai.

Ella le besa la mejilla.

—¿Y eso? —preguntó sorprendido Kai,

—Mi manera de agradecerlo. Es común agradecer en mi cultura... ¿En la tuya? —dijo entre risas, Jen.

Ambos seguirían conversando al ingresar a la vivienda. Toda esta situación dejaría consternado a Brian. El soldado decide regresar al vehículo.

—Necesito papel. —dijo él.

—Tenga. —dijo el chofer que, a su vez, le daba un papel.


Brian saca la antigua carta y rompe el contenido a pedacitos, a su vez, comienza a escribir otra carta en su lugar.

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Notificación del día 10 de enero de 1942

En el día de la fecha debemos de informar sobre la baja del soldado de primera división, Brian Aznar, el mismo se habría sacrificado por una granada que caería en la zona. El soldado nos deslumbró con su buen historial y valentía, ya que, salvó alrededor de 43 soldados.
Lamentamos la brevedad y su perdida. 

 –Comando General.

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Brian finaliza la escritura y la mete en el sobre.

—¿Ella no se dará cuenta de la brevedad? ¿Y qué tampoco lleva estampillas ni nada de eso? —preguntó el chofer.

—Es inteligente para ser solo un chofer con malos chistes...—agregó Brian.

—Algo así... Fue cruel lo de mis chistes...—dijo el chofer entre risas.

—Te responderé. —dijo Brian.

El soldado coloca en la carta el relicario que llevaba encima.

—Comprendo, ella le dará más interés en ello e ignorará los detalles... Además, tendría la prueba. —dijo el chofer.

—En efecto. —afirmó Brian. —Necesito que lo entregues, no tengo muda de ropa que no sea militar y si ella me ve...—comentó él.

—Claro, si me respondiera algo. —dijo el chofer.

—Dígame. —contestó el soldado.

—¿Por qué renuncia a ella? —preguntó el chofer.

—La vi con una felicidad que jamás presencié, él debe de ser su alma gemela...—opinó Brian. —Renunciaré a ella, por eso mismo fingiré que fallecí, para que no sienta culpa y no generar dicha confusión... Por primera vez en mi vida, obedeceré a mis padres. —agregó.

—¿Está seguro de un matrimonio cuya persona no ha conocido? —preguntó el chofer.

—Sí. Además, con 28 años, tengo tiempo de conocer a mi supuesta nueva prometida, aunque, soborné a los sirvientes para que me digan realmente como es... Realmente, para ser de clase alta, me pensé que sería otra cosa. —desveló, Brian.

—Es usted, interesante, Brian. —dijo el chofer.

—Eso es su punto de vista...—dijo el soldado, a su vez, le entrega la carta.

Algo sucedería que dejaría demasiado sorprendido a Brian, sucede que el chofer se arrancó el bigote y la gorra, revelando una cabellera dorada bien cuidada, a la vez, se quita el saco, desvelando una figura femenina.

—Se lo entregaré sin problema. —dijo la mujer.

Brian agarra del brazo a la mujer.

—¿Quién eres? —preguntó sorprendido el soldado.

—Tu próxima, prometida, Lina West. — dijo ella, con una voz femenina.

La mujer se dirigiría a entregar la carta a la ex prometida de Brian.

Lina llegaría a la puerta y tocaría esta, a lo cual, es abierta por Jeannette.

—Buenas tardes, debo de entregarle esto en nombre de la alta comandancia. —dijo Lina.

—Sí... —dijo Jen, a su vez, abre la carta.

Tras leer la carta, Jen se sorprende.

—¿Sabe algo más? —preguntó Jen.

—Lamentablemente...—dijo en tono fingido, Lina.

—¿Y de mi padre? —pregunto Jen.

—Disculpe, el correo se habría perdido tras la guerra, pero sé que está fallecido. —desveló Lina.

—Comprendo... Muchas gracias. —dijo Jen, a su vez, cierra la puerta.

Kai se acercaría a Jeannette, que estaba sorprendida tras leer la carta.

—¿Qué sucede? —preguntó él.

—Es que, Brian, mi prometido, falleció...—comentó ella.

—¿Es bueno o malo? —preguntó Kai de manera interesada.

—Ambos... Él era buen tipo, aunque, no querría casarme con este...—comentó ella. —Aunque... mi padre, parece que falleció...—dijo Jen, quien a su vez, caería desmayada al suelo.

—¡Jen! —gritó Kai, mientras corría hacia ella.

Tras este hecho, Brian procede a retornar a la capital, allí se casaría con Lina West, donde se muda a otro continente con su nueva esposa.
Quince años más tarde, él sería nombrado como teniente mayor, además, su esposa sería una de las primeras investigadoras paranormales sobre los vampiros. Tras el nacimiento de sus hijos Adolina y Luther, se convirtieron en uno de los mayores caza vampiros de la historia.

Próximamente...

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