veinte, pt. 1

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hola :)

Me ha encantado escribir este cap, espero que os guste!


VEINTE

Las cosas en Mercia estaban... bastante raras.

Lo habían estado tiempo ya, suponía Tommy, pero se habían puesto especialmente raras recientemente.

¿El grupo de hechiceros de su mentor, Malcolm, al que le había presentado aquella vez? ¿Contándole que eran un grupo de magos de élite que podían ayudar a Tommy en el futuro? Bueno, Malcolm no había estado equivocado, porque ahora eran básicamente los que estaban al mando, llevando a su antojo lo que solía ser el castillo del Rey William. Minx, aquella mujer de cabello plateado y una mirada salvaje que tanto había intimidado a Tommy — ella tenía el mayor de los poderes, y daba las órdenes desde el trono.

Pero Tommy no estaba tan contento con cómo estaba llevando las cosas. O sea, vale, ahora podía hacer magia más abiertamente; para empezar, facilitaba mucho sus tareas, y había impresionado a algunas chicas de su edad con sus mejores trucos. Pero bajo el Círculo, la aceptación de aquellos que podían hacer magia vino atada a algo que solo podía llamarse prejuicio contra aquellos que no. Los nobles sin magia habían desaparecido misteriosamente, y buenos ciudadanos estaban siendo despedidos de sus posiciones y reemplazados por aquellos leales al Círculo.

Pues eso, a Tommy no le parecía del todo bien. Su mejor amigo Tubbo, que trabajaba en las cocinas del castillo del Señor Wilbur, no podía usar la magia, pero eso no lo hacía inferior a Tommy. A Tommy no le parecía bien el repentino trato especial que le estaban dando los miembros del Círculo, y mucho menos cómo le hablaban a Tubbo, como si fuera un inútil o un tonto o algo así.

Sospechaba que a Wilbur tampoco le hacía mucha gracia el Círculo, aunque nunca hablaban de eso. Si Tommy sacaba el tema, los ojos del Señor Wilbur se ponían reservados y cambiaba de tema inmediatamente.

Pero no pudieron evitar más la conversación cuando Tommy danzó hacia los aposentos de Wilbur un día, con las botas que le había pedido que le arreglara, y lo vio ayudando a un hombre rubio a vendar a un desconocido sangrante. El hombre herido estaba encogido, respirando pesadamente, y había sangre goteando de sus manos y manchando los suelos de madera.

—Uh... ¿Wilbur? —preguntó Tommy dejando las botas, y Wilbur levantó la mirada con una mueca.

—Tommy, cierra la puerta, ¿quieres? —preguntó Wilbur.

Tommy se giró sin pensar, obedeciendo mientras oía al desconocido herido cogiendo aire entre dientes por el dolor.

—Relájate, Techno —dijo el rubio.

Tommy abrió mucho los ojos y miró a Wilbur. —Pero, ¿qué está pasando?

Dándole las vendas al otro hombre, Wilbur cogió a Tommy del brazo y lo apartó un poco. —Estos son unos... viejos amigos míos.

—¿Ese tío acaba de decir Techno? —dijo Tommy entre dientes— Como ¿Technoblade?

Wilbur torció el gesto. —Ah, bueno. Em...

—Lo ha dicho —dijo Tommy, y entonces le golpeó una revelación aún mayor—. ¡¿Eres amigo de Blade?!

—Como he dicho —dijo Wilbur, mirando atrás de reojo—, viejos amigos. Nuestros caminos se separaron tiempo atrás.

Tommy negó con la cabeza, atónito. —Bueno, ¿y cómo diablos ha terminado aquí?

—Es una larga historia y carece de importancia —dijo Wilbur con un suspiro—. Lo importante es lo que me acaba de contar. Tommy, Mercia va a ir a la guerra con Camelot.

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