Little Bunny~ SaNayeon

03

términos de afecto;

2.- ambas partes acuerdan que todo lo que suceda será confidencial y está sujeto a los limites acordados.

Su lengua pasó por toda la extensión del miembro, para luego meter la punta en su boca, acariciándola con su lengua para después liberarlo en un pop, volviendo a hacer el mismo proceso. Nayeon echó su cabeza atrás, sintiendo la boca de Sana hacer maravillas en su miembro.

Sentía como palpitaba en su boca y eso la impulsaba a volver a meterlo en su boca, y volver a lamer.

Sana agradeció mentalmente que Nayeon no fuera una headpusher* porque los odiaba. Las veces que tenía a una persona que simulaba estocadas con su boca quería terminar la actividad sexual lo antes posible, porque le asqueaba. Terminaba todo aunque al final quedaba dolorida por su celo, y por no tener una polla dentro de ella.

Nayeon gruñó al momento de sentir lo más profundo de la garganta de la omega, nadie había podido meter todo en su boca. Supuso que la mayor ya tenía experiencia en eso, así que mejor se dispuso a disfrutar de la mamada que le proporcionaba.

Y era tan caliente. Nayeon se consideraba una persona resistente al momento de tener relaciones sexuales pero todo lo que le estaba haciendo Sana la hacía enloquecer.

Intentó contar hasta 100 cuando volvió a sentir todo su miembro en la boca de la mayor, y su lengua enrollándolo. Subía y bajaba, lamia y lo liberaba en un pop, jamás viéndola.

Para su suerte Sana no era de esas chicas vulgares que la veían cuando le estaban haciendo una felación, porque pensaba que era eso. Vulgar.

Sabía lo que estaba haciendo. Nayeon pensó. Pero también estaba pensando en "Treinta, Treinta y uno, treinta y dos, treinta y tres." así que no se hizo mucho caso.

Y Sana no quería abrir los ojos porque había escuchado que el contacto visual era importante al momento de tener intimidad, y ella había ido a coger. Besó la punta para volver a lamer toda su extensión, chupando como si fuera una paleta. Succionaba y escuchaba a Nayeon gemir y soltar unos gruñidos.

Tal vez sólo quería abrir sus ojos para ver a su acompañante retorcerse en la silla. Y lo hizo.

Cuando abrió sus ojos lo primero que notó es que Nayeon tenía los suyos cerrados, y la cabeza hacia atrás. Sus manos estaban aferradas a la silla, haciendo que sus nudillos se marcaran tanto y su mano se notara algo venosa. Puede que el efecto de su celo ya esté sucediendo, porque sintió su centro húmedo.

Bajó sus dedos hasta este, y comenzó a masturbarse al mismo tiempo que la polla de Nayeon seguía en su boca, y su percepción de la situación se tornó borrosa. Tal vez si era excitante tener dos dedos dentro de ella mientras tenía una polla en su boca. Agradeció tener a Nayeon en su boca al momento que evitó gemir, pero supo que la menor la escuchó porque volvió a palpitar.

Comenzó a masajear su clitoris con su pulgar al momento que comenzó a bajar y subir su cabeza para hacer que Nayeon terminara rápido. ¿Esa chica cuánto aguantaba? La mayoría de los hombres con los que estaba terminaban en menos de dos minutos y ahí tenía a esa chica, aferrándose a la silla y murmurando algo, una que otra grosería.

Mientras tanto la menor seguía pensando en ciento catorce, ciento quince, ciento dieciséis, ciento dieciocho y cerraba sus ojos con fuerza.

Sintió que fue momento cuando sintió las manos de Sana acariciar su polla mientras seguía lamiendo la punta, y la seguía metiendo en su boca.

Abrió sus ojos, y miró abajo, encontrando una imagen que la hizo correrse al instante.

Era Sana masturbándose, ahogando gemidos con su polla y sus labios hinchados alrededor de su extensión.

Excitante.

Con su mano alejó a Sana e intentó agarrar una servilleta del sushi, pero la mayor se lo impidió.

Se separó de ella, y abrió su boca en señal de que se viniera en su cara, haciendo que Nayeon comenzara a sudar frío.

Pero lanzó una sonrisa, y volvió a acercarse a Sana, dejándola hacer su trabajo.

¿De qué se podía quejar por 2000 dólares si cada semana le iban a hacer una mamada?