Era un sueño diferente, uno feliz y caliente.
Estaba en un prado, varias flores de cerezo estaban cayendo en su rostro mientras miraba a un hermoso chico bailando en frente de él, pero no podía ver su rostro. El chico se balanceaba de un lado a otro con bastante elegancia y a un ritmo lento. Se acercaba lentamente al demonio con pasos seductores, estaba intentando provocarlo. Bajo suavemente hasta quedar sentado en las piernas del demonio y movió su cadera lentamente mientras se acercaba a su rostro para besarlo, sin embargo seguía sin poder ver su rostro.
-Hyung, despierte... -Susurro aquel chico delante de él.
-¿Que pasa, lindo? -Pregunto el demonio.
-¡Hyung, despierte! -Exclamó el chico.
El demonio se levantó de su hermoso sueño y miro a su alrededor bastante confundido, tratando de asimilar en donde estaba. Miro a su ángel y sonrió inconcientemente, volvió a recostarse en sus piernas y vió sus hermosos ojos.
-¿Qué pasa, pequeño?
-¡Hyung, ya es de madrugada! -Dijo Jimin un poco alterado.
-¿Y? -Yoongi sonrió y acarició las piernas de su ángel.
-¿Q-Qué pasa si no cumple su castigo, Hyung?... -Preguntó Jimin bastante nervioso.
-Pues si no estoy allí a tiempo, desaparezco. -Dijo Yoongi. Él no estaba poniendo tanta atención a lo que decía, estaba perdido en su mirada.
-¡Hyung, perdóneme! -Jimin empezó a llorar de repente ocasionando que Yoongi se alarmara.
El demonio se levantó de sus piernas y abrazo al ángel, acariciando su espalda para que se tranquilizara y dejara de llorar.
-¿Q-Qué pasa, pequeño? -Pregunto el mayor.
-H-Hyung ¿no lo ve? Ya es de madrugada... Y-Yo me quedé dormido y no lo desperté antes. -Jimin hizo un ligero puchero mientras lloraba, había fracasado como ángel guardián.
Yoongi por fin se dio cuenta de que ya estaba empezando a salir el sol, pero nada paso, no había desaparecido.
Cuando un demonio no cumplía con el castigo que se le imponía, desaparecía. No tenía derecho a renacer como humano, ni a quedarse como demonio. También, los individuos que conocieran a ese demonio perdían cualquier recuerdo que tuvieran con él. Se borraba completamente su existencia.
Pero eso no había pasado con Yoongi, a pesar de no haber ido a cumplir con su castigo.-Pequeño calmate, aun sigo aquí por una extraña razón que sigo sin descifrar...
Yoongi se apartó un poco del ángel y se miro a si mismo con mucha curiosidad, después de revisar que no tenía ninguna luz rara saliendo de su cuerpo volvió abrazar a Jimin. Puso su mano en una de las mejillas del menor y limpio las lágrimas que aún salian de sus ojos, de verdad odiaba ver a Jimin llorar.
-¿N-No está enojado conmigo, Hyung? -Preguntó Jimin algo preocupado, no quería que su demonio estuviera enojado con él y perdiera su confianza.
-No pequeño, no estoy enojado... Solo deja de llorar por favor, no me gusta para nada verte triste. -Yoongi le sonrió y beso una de las mejillas de Jimin provocando que este se sonrojara.
Ambos se observaron por unos segundos antes de sonreirse y abrazarse nuevamente, estaban felices de tenerse el uno al otro.
Luego de eso, se empezaron a escuchar pasos acercándose a ellos. Yoongi inmediatamente se puso alerta y acercó más a Jimin para asegurarse de que estuviera protegido, miro los alrededores pero no se podía ver ninguna figura alrededor de ellos. Jimin se concentró en la presencia del individuo y luego suspiro aliviado.
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Un molesto ángel guardián. | Yoonmin |
FanfictionEl libro del destino designaba el trabajo de cada ángel en el Reino celestial. El rango más importante y más difícil era el de "Ángel guardián" ya que su deber era salvar al humano elegido por el libro. El pequeño Park Jimin fue asignado como ángel...