Heartbreaker (Wigetta)

Capitulo 10 y final

Willy:

Mis lágrimas comenzaron a caer apenas me separe de el, pero no me daría vuelta, ya había tomado una decisión, aunque doliera. Lo que más deseaba en este momento era odiarlo, para no sentir esto, pero simplemente no podía.

Me devolví a mi casa en bus, ocultando mi rostro y seguí incluso cuando llegue a mi casa, por lo que me encerré en cuarto para que nadie me viera.

-Guillermo-Me llamo Carol, que me escucho, seguramente -¿Qué paso?¿Por qué entraste tan rápido?-.

-Por nada-Solté con la voz entrecortada-Vete-.

-Hermano-Golpeo la puerta-Ábreme, por favor, déjame verte-.

Por un momento dude, pero entonces saque el seguro de la puerta, ella me vio con los ojos llenos lágrimas, ante eso ella me abrazo.

-¿Que pasó?-Me pregunto, mientras me acompañaba a la cama para que nos sentáramos, acariciaba lentamente mi espalda para tranquilizarme.

-Yo...-No podía decirlo-Samuel...-Me dolía el corazón, sentía que me iba a morir en ese mismo lugar-Nosotros-.

-Tranquilo-Me susurro-Sólo tienes que respirar, tranquilo-.

Ahí fue cuando le conté todo, desde lo de la lluvia hasta esta misma tarde, con cada detalle de lo que sentí, me dolió tan sólo recordarlo, pero al menos me desahogue.

-¿Cuando es la fiesta?- Me pregunto finalmente.

-Mañana-

-Creo que deberías-Sugirió.

-¿Estas loca?-No podía hacer eso, si estaba ahora así ¿Que pasaría conmigo al verlo?

-Creo, que tienes que pararte frente ante el, y dejarte claro que es lo que sientes por el-.

-No te entiendo-

Suspiro y me miro durante unos segundos-Si te soy sincera, te estoy diciendo esto para que lo pienses, si vas quizás te desahogues, o quizá sea peor-Tomo mis manos con dulzura-Pero en el fondo se que tienes que verlo una vez más, aunque sea una, porque lo amas y no puedes vivir el resto de tu vida así- Me beso mi mejilla, para luego irse de mi cuarto.

Me acosté un rato después, dormí profundamente, además de que no soñé nada, cuando desperté me sentía tan relajado que casi había olvidado lo que pasó. Sólo que tarde o temprano volví a la realidad.

Cuando me levanté, mire mi celular que tenía muchas llamadas perdidas, sólo que no me atreví a mirar de quien era. Sentía que su sola existencia hacia que me doliera.

Cerré los ojos una vez más, y ahí apareció ante mi, justo en el momento que había acabado todo. Yo no había sido el único en llorar, se veía roto, al igual que yo. Lo único que faltaba en esta escena eran la palabras, además de su confesión, no recordaba mucho más.

No quería pensarlo, pero que habría pasado si no me hubiera ido ¿Que me hubiera dicho?

Así pase la el día preguntándome lo que pudo haber pasado en tanto casos, algunos me hacían sentir tranquilo, otro melancólico y finalmente desesperado.

-Guillermo-Me llamo Carol-Están llamando para decir que el auto llegara en dos horas ¿Que les digo?-.

Me levanté de la cama, tenía los ojos algo rojos, pero estaba decidido-¡Diles que voy!-Grite con energía.

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Vegetta:

No quería ir a la a fiesta en absoluto, no si el no estaba ahí, pero ya era tarde para pensar en eso. Lo que quería hacer es ir ante los chicos del club y dejarles las cosas claras, estoy fuera.

Por eso mismo a penas llegue, me acerque al grupo familiar de chicos, ellos me sonrieron con simpatía-Samuel ¿Tu compañero aún no llega?-Me pregunto uno.

-No va a llegar-Respondí.

-¿Por qué? Pensé que lo lograrías-Parecían decepcionados-Pero ya será el próximo año-.

-No lo habrá-Fui cortante y duro-Lo dejo-

El actual jefe del club se me acerco-¿De qué hablas?-.

-No puedo seguir haciendo esto-Era la verdad, jamás podría, no después de lo que había pasado,y jamás debí empezar.

-Mira-Me tomo de los hombros con brutalidad para que mirara al lejano balcón-¿Recuerdas?-.

-Si lo recuerdo-.

-Fue ahí donde lloraste y gritaste, por ese chico, pero no fue lo que más te dolió, lo que a ti hizo odiar a todos fue que nadie se giró para verte, por que no hicieron nada por ti ¿No era momento de acabar con el ciclo?-.

-Me enamore-.

-Típico error clásico, confundes tus sentimientos, pero te aseguro que si lo piensas bien, te darás cuenta de que esto es lo mejor-Me soltó, pero con su brazo me arrastraba hasta la balcón-Quizá te acuerdes mejor ahí-Sugirió.

Cuando nos acercamos note que había alguien, su cuerpo estaba apoyado en la baranda, además se notaban unos evidente suspiros. Se dio vuelta al notar nuestra presencia. Frente a nosotros estaba Willy, con su mirada ida y triste casi la misma que tenía cuando se fue.

-Mira quien es-Me susurro al oído-Es tu oportunidad, piénsalo, sólo necesitas que llore y ya estará, además mira sus ojos, se nota que ha estado llorado-.

-Willy-Sólo pude decir.

-Recuerda lo que pasó aquí, a ti te dejaron ahora es su turno-.

Di un paso adelante, me acerque a Willy, el cual evitaba mi mirada-Guillermo-Lo llamé.

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Willy:

Ahora me pondría a llorar, lo sabía, aunque me repetí mi mismo que no debía, no podía evitarlo. Además no era justo el estaba con sus amigo y yo estaba sólo. Tenía la esperanza de que pudiéramos hablar tranquilamente, pero su mirada era tan fría, que era imposible.

-Guillermo-Me llamo al acercarse-Tenemos que hablar-.

-No quiero-No podía en realidad, iba a colapsar ahí mismo.

-Por favor escúchame, cada palabra que te diga-Tomo una gran bocanada de aire-Te pido perdón, lo que hice fue horrible, de lo peor, jamás haría algo así de nuevo, porque que te destrocen el corazón duele y lo entiendo, dos veces me ha pasado, la primera un chico en este mismo lugar, y la segunda cuando te fuiste, no porque me odiarás, eso dolía, pero me rompí cuando vi tu rostro, por eso por favor no llores-Estaba temblando, no es que no le importará, es que estaba nervioso-Si no perdonas está bien, si no me quieres ver de nuevo, también, pero no lo hagas, no llores-Puso su mano en mis rostro, de alguna manera trajo esa antigua tranquilidad-Esta bien-Esta vez me agarro desde más de cerca y le grito a los chicos-El no llorara para ustedes, ni por mi, lo enfrentara-.

Lo miraban molestos, pero no hicieron nada, aunque escuche algo-Te pierdes valiosas oportunidades-Decía el mayor de todos.

-¿Estas mejor?-Me pregunto Samuel.

-Mejor-Al decir eso me soltó.

-Las disculpas iban enserio-.

-No te perdono-Era la verdad, el la merecía después de todo.

-Entiendo-Soltó un suspiro, se veía triste, pero de alguna manera también alegre-Espero que estés bien, espero que alguien arregle tu corazón, aunque yo lo rompí-

-Sería bueno, lo destrozaste en mil pedazos-.

-Lo se-Se intentó alejar, pero lo agarre antes de que pudiera irse.

-Hazte responsable, arréglalo tu y yo arreglare el tuyo-Tome su mano con confianza, y el se veía sorprendido-Debes cuidarlo bien, porque ahora es tuyo-Lo siguiente que sentí fue un beso, dulce y salado, por sus labios y lágrimas.

-Otra vez estoy llorando aquí-Tenía la voz entrecortada, por el llanto y una risa.

¿Cuándo se curarían nuestros corazones? No lo se, pero sabía que pasaría, porque no todos los corazones rotos se vuelven rompe corazones, no si tienen a alguien que los cure.