Cap. 7 | Y DESPERTÉ...

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Qué hice...
Qué hice...

¿¡Qué diablos pude haber hecho!?

Esas eran las únicas preguntas que deambulaban en mi mente mientras me encontraba con la presencia de Sky a mi lado, sin decir ni una sola sílaba.
En todos los años que tenemos siendo amigas, jamás me había sentido tan incómoda teniéndola cerca.

¿Por qué demonios pensé que ella quería algo diferente? Ella nunca me vería de ese modo.

Y yo tampoco...

Tengo que romper este silencio, yo hice el embarradero, me toca limpiarlo.

-Eh... Lo lamento mucho, no fue mi intención poner la situación en este contexto.-En realidad sí, pero pues, no era mi intención hacerla sentir tan mal, que supongo es lo que siente ahora.

Silencio...

Silencio...

Alrededor de un minuto en silencio total, para una respuesta que nunca llegó.
Ahí es cuando entendí que en serio no quería hablar conmigo, así que no la presionaría... Bastante ha tenido de eso.
Me levanté de la cama y me dirigí a la puerta para salir e ir al baño y pensar en un nuevo acontecimiento de mierda para agregar a mi día.

Al llegar a la puerta, me detuve en la brevedad para esperar si aunque sea ella me detenía o si había alguna reacción de su parte que me diera a entender que podía quedarme...

Pero no.

Salí lo más rápido posible y llegué al baño. Cerrando la puerta con llave, me senté lentamente sobre la tapa del inodoro perfectamente limpio, a pensar. (Algo que se me ha dado bastante hoy.)

Dios, ¿Por qué...?
Tengo que hacer algo, tengo que disculparme, tengo que arreglarlo.

Fue todo lo que pensé antes de levantarme e ir nuevamente al cuarto donde se encontraba con mi mejor amiga para asegurarme de que todo sería igual de perfecto entre nosotras.
Al abrir la puerta, quedé estática, tal vez me congelé por un momento al toparme con la inesperada sorpresa de Sky parada detrás de ella frente a mí...

-¡Ah!-Grité por lo bajo.-Me asustaste, ¿Estás bien?

-Lo siento.-Respondió mientras rascaba sus brazos, algo que suele hacer cuando está muy nerviosa.-Yo...sólo quería saber si tú estabas bien.

-No.-Admití.-No quería asustarte ni insinuarte que tenías que hacer algo conmigo, no sé qué me pasó pero, no sé repetirá. ¿Estamos bien?

-Sólo... si me dejas terminar lo que empezamos...

-Mordió su labio superior, provocando esas cosquillas en mi interior, otra vez.

Qué.

-Qué... ¿D-de qué me hablas...?-Pregunté torpemente.

-No fue mi intención dejarte así, pero... Quiero lo que sea que desees darme.-Dijo cabizbaja.

-Oh...

¿"Oh"? ¿Qué diablos sucede contigo, Arlet?

Y antes de que pudiera dejar salir alguna otra frase de mis maltratados labios de tanto morderlos, me dio un leve empujón haciéndome tropezar hacia atrás para volver a entrar al baño.
En eso apagó las luces, para así quedar con la única luz que teníamos, que era la de una gran claraboya postrada en el techo, dándome la iluminación perfecta que nos brindaba el cielo nocturno para ver el reflejo de sus labios, y de la silueta de su figura.

-¿Pr-ppor qué... apagas la luz?-Esto de estar nerviosa no me agrada.

-Tal vez se raro, pero siento que sin verte puedo concentrarme mejor en todo lo que puedo tener...
-Pausó un momento sus palabras para acariciar mi rostro, seguido de mis ante-brazos ya erizados. -Sólo con acariciarte...

-Con mi respiración nuevamente acelerada decidí preguntar algo que honestamente, me asustaba un poco. -Esto... ¿Esto está bien...?

-Para ti, ¿Se siente bien?-Preguntó mientras bajaba sus dedos lentamente por el centro de mis senos, llegando a mi vientre.

Sí, sin duda.

-Dejando salir un pequeño gemido de mis labios hablé.-Sí... Se siente increíble.

-Entonces, sí lo está.-Se detuvo.

-Perdí la concentración de la sensación que tenía.-¿Por qué te detienes...?-Pregunté algo molesta.

-Porque... quiero que tú me toques a mí.

-Oh...

Bien, tienes que dejar de decir esa tontería.

Nunca había tocado a nadie, nunca de esa manera; de ninguna manera para ser exacta.
Tenía terror de hacerle sentir todo lo contrario a lo que ella me estaba haciendo sentir con sólo rozarme con sus pequeños dedos. Pero, intenté dejarme llevar de mis impulsos otra vez; siendo mis dedos temblorosos mi única ayuda; inicié con acariciar sus pómulos, seguido de masajear con mi índice sus labios, igual que ella lo había hecho conmigo anteriormente, y al llegar ahí... Me detuvo en un corto instante para introducirlo lentamente en su boca.

No puede ser...

No sabría cómo describir esto nunca, pero la sensación de su saliva en mi dedo era algo tan sencillo, pero se sentía con tanta adrenalina en mi interior, que sólo podía anticipar el mojarme aún más.
Luego de sacarlo con delicadeza de sus labios, lo pasó directamente por su virtud. P byensé que me asustaría, todo esto es nuevo para mí, pero ella se sentía tan segura de todo lo que estaba haciendo que, flexioné mis piernas para agacharme, y usando mi índice y mi medio empecé a masajearla sutilmente por encima de su ropa interior, y me sentí al borde de la locura al darme cuenta de lo húmeda que estaba, era delicioso pensar en lo que yo le estaba provocando.

Sin dejar de tocarla, doblando un poco su ropa interior hacia abajo empecé a introducir pequeños besos en su muy definido abdomen, haciéndola arquear su espalda.
Haciendo su ropa interior a un lado de su virtud, hice toque directo con ella, sintiendo todo perfectamente. Y sin mucho esfuerzo, deslizando mis dedos dentro de ella con tanta facilidad, escuchaba con detalle cada gemido que emanaba de sus labios

-Ahh, ah...-Gemidos agudos y perfectos salían de ella.-No pares, por favor...

Sin retirar mis dedos, usé mi pulgar para hacer contacto con su clítoris, que dejó salir a la luz un grito qué tal vez pudo despertar a sus padres, pero no nos importó...
Con sólo escucharla gemir de esa manera tan segura de sí, podía llegar al orgasmo con facilidad, porque de verdad me hizo enamorarme de ellos. No pude más.
Bajé su ropa interior deteniendo todo acción que estaba haciendo, para dejar mis labios marcados en su virtud, necesitaba sentirla con todo lo que pudiera.

-Su respiración era un desastre, peor que la mía.-Pp-... ¿Por qué te detienes...?

-Quiero mucho más.-Respondí segura, tal vez más segura de lo que hay respondido alguna vez a alguien para cualquier cosa.

Se sentó sobre la tapa del inodoro, haciéndome arrodillar para tener mejor control... De ella.
Bajando su ropa interior con algo de rudeza y torpeza, usé ambas manos para hacer paso y abrir sus piernas, dejando sus pies en puntillas.
La luz brillante que emanaba de la claraboya dejaba el contraste perfecto para ver levemente su rostro enrojecido.

Me alcé un poco para dejar un beso en sus labios, apoyándome de sus muslos, y acercándome lentamente a su rostro, podía sentir todo el oxígeno que salía de su respiración descontrolada, el roce de nuestras narices juntándose y encajando perfectamente...
Acercándome más y más para tener lo que sería; mi primer y esperaba, mi mejor beso de todos.

Y desperté, de lo que me había dado cuenta, era un sueño...

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2022 ⏰

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