Re encuentro

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Un chico llevaba una maleta y un bolso grande, mientras salía de un aeropuerto junto a una chica que llevaba un bolso aún más grande. La chica tenía el cabello color marrón oscuro, y sus ojos también eran de color marrón. Su cuerpo parecía el de una modelo, con una cintura que muchas chicas envidiarían. Por su parte, el chico tenía el cabello negro, ojos azul oscuro como el fondo del mar y una cara bonita que cualquier chica admiraría.

Chica: ¡Qué linda mañana! —dijo mientras estiraba sus brazos hacia arriba—. Tn nos va a matar por no haber llegado ayer.

Chico: Le decimos que hubo un problema con las maletas y los bolsos.

Chica: Conociéndolo, no va a creer ni una sola palabra.

Chico: Es verdad, pero no importa. ¡Estamos en Japón! Vamos a ver qué hay por acá.

Chica: No pareces sorprendido de estar de vuelta en Japón.

Chico: Nah, ya estuvimos aquí el año pasado. La razón por la que nos fuimos fue por tu trabajo.

Chica: Y te agradezco que me acompañes —dijo rodeando el cuello del chico con sus brazos—. Significa mucho para mí —agregó, dándole un beso.

Ambos jóvenes se besaron en muestra de afecto.

Chico: Obviamente voy a acompañarte, no te voy a dejar sola —dijo mientras abrazaba a la chica por la cintura—.

Chico: ¿Eso incluye dejar a Tn solo? —le dio una sonrisa divertida—.

Chico: Él sabe cuidarse solo. Además, Fuyumi está para evitar que haga alguna tontería.

Chica: Ay, ella siempre cuidando que nuestro amigo no se meta en líos. ¿Sabes? Le voy a comprar algo.

Chico: Bueno, ¿vamos a nuestro edificio? Así dejamos las cosas y luego salimos.

Chica: Dale.

En otro lugar:

Una persona joven, atractiva y delgada, con piel clara, bajaba de un avión privado. Tenía un hermoso cabello rubio hasta la cintura, con puntas rosadas, ojos sorprendentemente azul agua, y rasgos deslumbrantes. Su altura era notable y, junto con su figura natural, muchas personas la asociaban con una supermodelo. Su característica más notable era la cinta roja que siempre usaba para amarrarse el cabello.

Un hombre se le acercó, haciendo una reverencia.

Hombre: Buenos días, señora Kirisaki-sama. ¿Cómo ha estado su pasantía en Estados Unidos?

Kirisaki: Estuvo bien, gracias por preguntar. Y por favor, no agregue el "sama", si no es mucho pedir" —respondió mientras comía un helado—.

 Y por favor, no agregue el "sama", si no es mucho pedir" —respondió mientras comía un helado—

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Hombre: Está bien, señorita. ¿A dónde la llevo?

Kirisaki: Llévame a casa, por favor.

Hombre: Muy bien —dijo, haciendo una señal—.

Tn X Goutubun No Hanayome Donde viven las historias. Descúbrelo ahora