Leo.
Siento que voy en caída libre cada vez que escucho su voz.
Mis hermanos, Casey, Abril, Karai y Shinigami, ¡incluso los Mutanimales! han dicho que actúo de manera peculiar.
"¡Vamos Leo! Ya es la tercera vez que te venzo consecutivamente. Estás muy raro desde que viste a esa chica" había comentado Raphael en pleno duelo de entrenamiento.
La vi por primera vez en un patrullaje, cuando unos Dragones Púrpura molestaban a una adolescente y ella decidió defenderla. No tenía habilidad para las artes marciales para ser sincero, pero el que haya preferido arriesgar su propio bienestar para defender a alguien que necesitaba ayuda provocó que su ser se impregnara en mi mente. Y cuando salí de las sombras, no se asustó de mí como suele hacer la gente promedio en este lugar. Su valentía y sentido de justicia permitieron que tenga confianza con ella, empezando una amistad que... para mí se había vuelto algo más.
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Mencioné su nombre al teléfono. He adorado mucho cómo suena. "¿Me escuchas?"
"Sí. ¿Qué sucede, Leo?"
En ese mismo momento, algo dentro de mí congeló mi lengua.
"Yo...yo... tú sabes que... yo... eh..."
No sabía qué decir. Me había quedado sin palabras y no encontraba ni las adecuadas. Ya había practicado eso, sin embargo en ese instante sentí que lo que había ensayado no valdría. Mi corazón quería soltar un «Tú sabes que estoy enamorado de ti» pero algo me detenía. ¿Orgullo? Esto del orgullo de líder realmente se estaba yendo de las manos. Ahora las palabras del corazón no salían de mi boca.
Al final, colgué con una excusa. Fingí que Mikey había roto algo. Creo que incluso llegué a alzar mi tono de voz en un intento nervioso de evadir toda la situación.
"Vaya, eso fue patético" escuché a Rafa. Había estado arrimado al borde de la entrada de mi habitación, con un rostro sorprendido. "Y yo que pensé que sólo Donnie podría ser así con una chica"
"¿Algo más que decir, Rafa?" pregunté, casi molesto.
"En realidad no me gusta verte teniendo tantos problemas por decir lo que sientes, se supone que yo soy así" lo miré curioso "Así que te voy a ayudar, Leo. Y antes de que digas algo, cállate"
Así como llegó, se fue. Yo, por mi lado, empecé a estar cada vez más confundido. Intentaba de todo. Entrenar, meditar. Sin embargo, todo era... realmente en vano.
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Fuimos a una patrulla nocturna. Habíamos pasado por su casa. Intenté no voltear a ver su hogar, pero una mano me detuvo.
"¿Bien, Leo? ¿Le dirás o no?"
La mirada de Raphael casi me estaba obligando.
"Mira, sé que no soy el 'líder' como para decirte qué hacer. Pero ¿qué estás esperando? ¿Que rompa tu corazón porque al final tú nunca te confesaste?"
Nunca pensé que las palabras simples de Rafael podrían hacer un 'clic' en mí.
"¿Cómo sé si siente lo mismo?"
Raphael señaló con su cabeza su casa.
"Averígualo"
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Toqué a su ventana. Uno. Dos. Tres golpes.
Nada.
Volteé a ver a Raph. Él seguía ahí, parado, esperando a que haga algo. Por lo que decidí actuar como cualquiera de mis hermanos, sin alguna responsabilidad, y entrar a su hogar sin permiso.
Estaba oscuro. No había nadie.
Llamé a su nombre. Cada vez más y más alto. La tensión de lo que podría suceder hacía que sienta mi alma por los pies. La necesitaba a ella. Que me respondiera pronto. Que aparezca pronto.
Ví una luz encendida al fondo de su hogar. Ella, con ropa normal, despeinada, saliendo de aquella habitación oscura, con un portavela en su mano. Para mí era una princesa salida de una balada romántica o un poema pasional del siglo pasado. Se veía agitada.
"¿Leo? ¿Qué haces aquí?" preguntó sobresaltada. Apenas me vio, y volteaba para todos lados, revisando papeles que se encontraban en una mesa. "Estoy algo ocupada. Ha habido un corte de luz justo ahora que tengo que arreglar todo esto."
"No...No sé que decirte" respondí sin dejar mi posición. Ella seguía sin verme, salía de la habitación y volvía, con diferentes cosas y documentos.
"Ven acá, por favor"
"Leo, en serio, estoy..."
"Lo sé, ocupada. Pero debemos hacer este comienzo. Lo más pronto posible. No quiero..." recordaba lo que Raph me había dicho "No quiero que llegues a...romper mi corazón"
Ella se detuvo. Miró a la nada por unos segundos y volteó a verme con esos ojos que me dejan suspirando.
"¿A qué te refieres?"
Todo pasaba en cámara lenta para mí. La oscuridad del lugar estaba apenas iluminado por el portavelas que ella iba dejando en la mesa y la luna.
Las palabras al fín salieron de mi boca.
"Quiero estar contigo donde sea."
Sus ojos se iluminaron, pero se apagaron al instante. "Bueno, como amigos, nos tenemos el uno al otro... ¿cierto?"
"No de esa manera.
Quiero estar contigo donde sea.
¿Logras entenderme?
Te... amo."
Un beso a la luz de la cera y a la luz de la luna. Me sentía como el caminante y la hija del propietario del poema de balada. Una vuelta le dí a su cuerpo, alzándola en el aire, riéndonos. Quiero estar siempre con ella, donde sea.
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TMNT x Reader | Situaciones y canciones | Español
RandomBásicamente lo que dice el título. One-Shots inspirados en canciones viejitas, porque no conozco la juventud de ahora. (?