TMNT x Reader | Situaciones y canciones | Español

Raphael x Lectora | | One More Night - Maroon 5

Muy ligeramente basada en la canción. Corta y no hay un típico "happy ending"

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La noche apenas empezaba, dispersando su oscuridad en el cielo casi contaminado de Nueva York. Las estrellas probablemente eran helicópteros volando a lo alto, observando la ciudad. Hombres, mujeres y niños aún se encontraban en las calles de la Gran Manzana, caminando en pasos grandes para evitar algún delincuente potencial y llegar a sus casas sin ningún tipo de disturbio. Gente vagabunda en los callejones de la ciudad preparando sus cartones para tener un lugar donde dormir. Otras personas apenas llegaban de sus empleos, permitiendo ver sus sombras en las iluminadas ventanas de las edificaciones, estampando sus cuerpos en sus camas debido al agotamiento. Y en cambio, había otras personas, tan especiales, escogidas por el destino, que tenían otro tipo de vida. Entre esos, quienes no eran delincuentes, fantoches de la calle, hechiceros, fantasmas o ninjas vigilantes, eran amigos de los ninjas.

April O'Neil y Casey Jones pertenecen al último grupo. Eran apenas unos adolescentes cuando conocieron a aquellos ninjas. Y no eran cualquier tipo de ninjas. Eran Tortugas. Tortugas Ninja Mutantes. Ahora la etapa de la juventud adulta ha conquistado la edad de los dos jóvenes. Alrededor de esta edad, habían conocido por accidente a una chica que se uniría a ese pequeño porcentaje de amigos de los ninjas. Carismática, atractiva, inteligente. Aunque al principio tuvo cierta expresión de repulsión al ver por primera vez a aquellas tortugas, se dio cuenta que en realidad eran unos muchachos más, con la única diferencia siendo... Bueno, unos ninjas mutantes.

Tres de las cuatro tortugas lograron llevarse bien fácilmente con la chica, pero Raphael, como siempre, era quien tenía que desconfiar en todos, por protección a sus hermanos y por proteger a su líder. Ya había pasado antes, como con Karai, por ejemplo. Sin embargo, una chispa se encendía automáticamente cada vez que la chica nueva y Raphael si quiera se miraban. La chispa se transformaba en un fuego abrasador. Era un fuego que significaba problemas, peleas e insultos. Si ella hacía un mínimo error, Raphael inmediatamente echaba un fósforo a la pequeña chispa. Si Raphael no hacía algo, o incluso lo hacía, la chica echaba más gasolina al fuego que se había formado por el fósforo y la chispa. Eso no los volvía polos opuestos, sino al contrario. El carácter de ambos era casi de dos gotas de agua. El "casi" viene porque el carácter de la chica era aún más fuerte que el de la tortuga de bandana roja. Y pues, esa diferencia lo cautivaba.

Los días y las semanas pasaban. Las nubes cambiaban sus formas y las estrellas aparecían y desaparecían. Hubo una noche donde las estrellas no eran helicópteros y estas, milagrosamente, brillaban en lo alto del cielo neoyorquino. Esa noche de patrulla fue la indicada del destino donde la chica -invitada para ver cómo funcionaba todo- y Raphael, al mirarse a los ojos fijamente, tuvieron una iluminación en sus corazones. La chispa que se convertía en fuego ahora era pasión. Una pasión compleja, complicada, difícil de comprender: En la noche, se amaban. En el día, los hermanos de Raphael temían de que los gritos y peleas de su hermano con la chica se escuchen hasta la superficie.

Después de tanto, Leonardo, como líder, se dignó a hablar con su hermano. No era sano para él, ni para ella. Raphael entendió. Raphael se acercó a ella en una de esas noches en la superficie a decirle lo que ocurría.
"Sólo me quedaré contigo una noche más"
La chica, conteniendo sus llantos frente a las palabras del dueño de su complicado amor, se acercaba a él a besarlo. La última noche para los dos.

Pero por mucho que la mente les diga que se alejen, el corazón no lo permitía. En el día seguían acercándose después del azúcar vivido en la noche, para pelear y discutir por insignificancias. Para en la noche seguir queriéndose.
"Una noche más"
Otra vez. Raphael preferiría morir cruzando su corazón antes de no vivir esas noches con ella.
"Sólo una noche más"
Y otra vez. Necesitaban amarse.
"Sólo una noche más"
Y otra vez.
Y los hermanos, sólo se preguntaban si algún día esos dos lograran salir de ese ciclo. Algún día.