No me gustan los fanfic +18 de las Tortugas Ninjas y no tengo las ganas de hacer uno. Sin embargo, la canción quedaba perfecto con el personaje. He intentado suavizar el tono como he podido. Además, creo que ninguna otra tortuga me hace despertar las ganas de hacer este tipo de fics, así que ¡disculpas sinceras si llega a ser incómodo!
Contenido +15
—
Raphael.
Escapaste de mí aquel día. Entiendo que te asustarías de un mutante, a pesar de que ese mutante te salvó la vida, como todos los humanos.
¿Por qué no pudiste quedarte quieta? Cada noche te encontraba. Siempre metida en problemas. Siempre salvándote. Pero con el pasar del tiempo, ya no corrías de mí.
Cuando dejé de verte, no pude evitarlo. Necesitaba buscarte. Podía oler ese perfume tuyo por millas hasta cuando llegué al apartamento donde dormías. Estabas ahí.
Dormida.
Hermosa.
Tan...tranquila.
¡Maldición! No sabía qué me pasaba.
Poco sabía que estabas despierta, consciente de lo que ocurría.
Los días pasaron. La atracción que sentía por ti crecía cada vez más, y no entendía el por qué, o cómo había sucedido. Siempre te veía, y sentía que me tanteabas, sabiendo lo que hacías. Para ti, yo era blando. Mikey no dejaba de decir que estaba enamorado, pero sentía que era algo más allá. Quería que dejes de estar en mi mente a cada rato. Necesitaba cazarte... Necesitaba... ¡Mikey, suelta esa muestra de perfume ahora!
***
Lamento el día en que estuviste en el medio de aquella pelea. Nos fijamos tanto... No, me fijé tanto en asustar a esa pandilla que terminaste lastimada. Te cargué hacia el dōjō, casi arrastrándome, hasta que pudieras recuperarte con la ayuda de las otras chicas.
"Raph... Creo que... Debo alejarme de ti"
Rompiste mi corazón al decir esas palabras entre lágrimas, pero lo entendía. Estabas asustada, estar conmigo era un peligro donde podrías salir gravemente herida, y no necesariamente emocionalmente. Te entendí. Me despedí de ti:
"Sabes... Yo... Es difícil admitir esto siendo alguien, bueno, como yo. Te amo. Si quieres alejarte, lo aceptaré."Dejaste las alcantarillas...
Pero, preciosa, nunca me olvidé de tí.
Aún te veía desde lejos, teniendo esa lejana esperanza de que algún día cambies tu idea y vuelvas, a pesar del poco chance que había.
Después de todo, yo soy una tortuga y tú una humana. Ni la naturaleza, ni el mundo, ni nuestras circunstancias estaban listas para ello.
Esas esperanzas, esa obsesión. Todos me decían que lo supere. Mona Lisa estaba ahí esperando por mí pero... no podía evitarlo. Tenía un peso dentro de mí que no dejaba soltarte. Yo era el depredador con los instintos de ir a por mi presa.
Fui a tu habitación, rendido, esperando ver tu rostro.
"¿Raph? ¡Raph!"
"Lo siento. Sé que dijiste que necesitabas alejarte. Lo entiendo. Pero... Dios, no puedo imaginar estar sin tí. Han sido semanas y... Quería verte"
Me abrazaste como nunca lo habías hecho. Tropecé gracias a ti, haciéndonos caer sobre tu sorprendentemente arreglada cama.
***
En ese momento no pude dejar de ver tu rostro. Ambos iluminados por el pequeño reflejo de luna de tu habitación. Acompañándote en un abrazo. El calor ese día subió por mi cuerpo, con una repentina corriente de energía pasando por todos lados a través de mí. Al escuchar mis... suaves gruñidos, levantaste tu rostro a verme, sorprendida.
"¿Qué sucede, Raph?"
Luchaba internamente entre mi razonable parte humana y mis fuertes instintos animales. Sentía cómo tenía una bestia dentro que golpeaba todo por salir, gracias a ti. Me matabas y me tenías tan vivo, como una droga. Todo eso salió en un repentino beso apasionado, al cual, después de quedarte estática, respondiste con igual fuerza.
Me arrastraste de la cama hasta el suelo, con las sábanas envueltas entre nosotros, y nuestros cuerpos se unían. Al fin te estaba cazando...
como animales,
salvajes,
y sin domar.
No podía negar a ese animal cuando estaba dentro de tí. Lo aceptaste, después de todo.
La culpa se adueñó de mí al terminar, en el amanecer, al ver tu dulce rostro apoyado en mi plastrón.
"Lo siento... Yo nunca quise..."
Me miraste a los ojos, interrumpiéndome.
"No hay por qué, Raph. Te amo. Yo tampoco podía estar sin tí."
Supimos ambos una cosa: ahora yo era parte de tí, y tú parte de mí. Ahora nos pertenecíamos el uno al otro, y yo nunca permitiría que sufras algún daño otra vez. No podía vivir sin tí, sin tu rostro, sin tu voz.
Dormimos en un abrazo. Tranquilos, sabiendo que no podríamos abandonarnos el uno al otro nunca más.
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TMNT x Reader | Situaciones y canciones | Español
RandomBásicamente lo que dice el título. One-Shots inspirados en canciones viejitas, porque no conozco la juventud de ahora. (?