¡Odio a los Hibridos!

Capitulo 2

Narra jay

Después de que Mateo terminara de cocinar cenamos en un silencio tortuoso, él no hablo, ya que seguramente no le agrado y yo porque sinceramente después de la respuesta que dio a mi pregunta de si puedo sentarme no fue muy amable, destacando la actitud que tomo luego de eso hizo que finalmente me preguntara que pasaría si rompo alguna regla. Ahora mismo estaba en la habitación que sería mi mía desde ahora, era muy grande dos o tres veces más grande que la que estaba en la casa de Noona, además la habitación tenía 2 habitaciones dentro de la misma las cuales eran un baño y un closet, alternando mi mirada entre mis cosas y la habitación me daba cuenta de que mis cosas eran muy pocas y terminaría viendo un vacío, empecé a desempacar mis cosas para ordenarlas para ir a dormir, demore alrededor de 54 minutos en terminar, me sentía realmente triste por la muerte de Sofía era como mi hermana mayor, además estar sin Simón hyung y Gray hyung me asustaba, he estado con ellos desde que tengo memoria, aun siendo que son depredadores me han protegido siempre, tal vez Simón hyung y Gray hyung estaban juzgando a Mateo, puede que no sabe tratar a las personas o híbridos, pero que sea agresivo, no, no creo, después de todo es el hermano de Sofía no pueden ser tan distintos. Me recosté en esa gigantesca cama después de haberme puesto mi pijama de un momento a otro el sueño me empezó a consumir, pero yo todavía quería seguir pensando en todo lo que ha pasado y también pensar en Mateo apenas lo conozco, pero me hace sentir raro, sus ojos verdes me llamaban mucho la atención, aunque no solo eran sus ojos, ya que Mateo se veía que tenía buen físico, pensar eso hizo que mis mejillas se calentaran, creo que debo tenerlas muy rojas, así que decidí tranquilizarme para dormir mañana será un día largo.

Narra Mateo

Eran las 00:45 cuando terminé de ver los correos que me enviaron socios de la empresa durante el día, pero por lo sucedido con mi hermana no los pude ver, mañana no tengo tiempo de verlos con los temas del funeral, además tengo que llevar a ese chiquillo a comprar cosas para el, note que tenia pocas cosas, sinceramente mi hermana era lo bastante sobreprotectora con el como para no dejarlo tener celular , sin mencionar la ropa que parecía de niño pequeño por todos esos dibujitos animados, no me sorprendería saber que el estúpido hibrido no sabe nada de sexualidad y que me tocaría a mi explicarle esas cosas, si no fuera por que era la mascota de Sofia no hubiera dejado que estuviera ni diez metros cerca de mi del modo que lo más probable que ese imbécil terminaría con un ojo morado al igual que aquel estúpido gato de Sofia. Me pare del escritorio para irme a mi dormitorio, pero pensé que seria mejor pasar a la habitación del estúpido hibrido para ver en que condiciones esta la habitación, en el transcurso del camino no pude oír ningún ruido proveniente de su habitación, al parecer al menos es lo suficiente inteligente para seguir reglas, un momento, obviamente seguirá reglas después de todo es un hibrido esos imbéciles solo sirven como mascotas y de prostitutas. Cuando al fin llegue a su puerta pude notar que estaba entreabierta, así que me asome un poco, pero lo suficiente para ver que el muy tonto está durmiendo encima de las cobijas siendo que esta noche hace un poco de frio, muy probable que se termine enfermando si duerme toda la noche así y no quería aguantar las quejas de Zico y Loco por no cuidarlo correctamente, por ende entre a su habitación con cuidado, me acerque lo suficiente para oír pequeños sollozos provenientes de ese chiquillo, con cuidado lo tome en brazos para dejarlo en el puff que estaba en la habitación, así abrir la cama más fácilmente cuando termine con esa tarea lo volví a tomar en brazos con mucho cuidado para finalmente acostarlo y arroparlo, al terminar me dirigí hacia la puerta, pero desgraciadamente pase a golpear un balón de basquetbol que choco con la puerta haciendo un ruido fuerte despertando a Jay 

Jay: ¿Qué haces aquí? - Pregunto mientras se frotaba los ojos

Matteo: Pues estoy en mi casa - Conteste fríamente para acercarme más a la puerta

Jay: Creí que no te gustaría estar cerca de mi - Hablo para sentarte un poco en la cama

Matteo: Vine a verificar en que condiciones estaba el dormitorio, pero te encontré encima de las cobijas y no quiero que te enfermes - Hable para terminar mi camino hacia la puerta

Jay: No pensé que te preocuparías por mi - contesto mirando hacia un reloj despertador que dejo en su mesita de noche

Matteo: No me preocupó por ti, solo no quiero aguantarte si te enfermas, además Zico y Loco me matarían si te enfermas - Hable para así cerrar la puerta e irme a mi habitación.

Al llegar a mi habitación me tire a la cama, fue un día cansados y muy triste, mi hermana melliza ya no está en este mundo, tal vez teníamos nuestras diferencias, pero era mi hermana y la quería con todo mi corazón, no puedo creer que esté muerta, fui un tonto, tome distancia por solamente estupideces y por todo el tiempo que me quita el trabajo, en este momento estoy súper estresado debería tomar algo para que acabe esta sensación, pero si lo hago no me detendré y tengo que estar en mi mejor condición para los días siguientes, también podría llamar a una de esas prostitutas para desahogarme follando, creo que es buena manera de quitar el estrés y la tristeza.

Narra Omnisciente

Mateo llamo a una de esas mujeres para pasar la noche, pero mientras estaba esperando que llegara esa mujer empezó a pensar en un híbrido conejo que se encontraba durmiendo en otra de las habitaciones de la casa, Mateo de las veces que hablo con su hermana no le contó que tenía otro híbrido más y que era tan pequeño, tal vez si se hubieran criado juntos la historia sería diferente, aunque eso no significaba que iba a hacer amable con Jaebeom, ya que el de ojos verdes no podía calmar ese odio que tenía hacia los híbridos, pero no podía negar que ese conejo era demasiado tierno y aunque odiara al de ojos cafés lo protegería con su vida, ya que su hermana hubiera querido eso, solamente para cumplir los deseos de su melliza.

El de ojos verdes no pudo evitar tomar una copa de alcohol con la chica que invito a su casa, aún así iba todo normal, la chica estaba acostada en la cama, mientras el chico le quitaba la ropa de conejita, no había que mencionar lo sorprendido que estaba Mateo por esa pequeña coincidencia, pero al parecer el alcohol empezó a tomar efecto en el y de vez en cuando imaginaba que estaba acompañado del pequeño híbrido y no de esa chica, cuando ya los gemidos y jadeos se empezaron a oír en la habitación Mateo no gemía el nombre de la mujer, ni siquiera sabía el nombre de ella, pero si sabía el nombre de un pequeño conejo, el cual estaba afuera de la habitación sin saber que estaba pasando. Jaebeom estaba a punto de romper una de las tantas reglas que tenía que seguir.

Fin del capítulo