No más juegos
Viajé en el tiempo, y me sentí como sí tuviera seis años de nuevo, cuando mi madre me atrapó con su florero roto entre mis manos.
En ese entonces mamá me había repetido cientos de veces que no jugara con la pelota dentro de la casa, pero yo no la escuché, hasta que me castigaron, claro está.Sabía que la rubia me miraba con curiosidad, que no me estaba reprochando nada, ella no sabía aún que había partido el florero.
Es decir, que había engañado a Ethan.—Oh, se refiere a que no me prestará sus apuntes mañana. Tenemos un tonto trabajo grupal, o algo así –Hablé con una sonrisa nerviosa intentando mantener la calma en mi voz – Y tu, ¿Que haces por aquí y por qué no me has llamado?
Era pésima mintiendo pero con Lily siempre funcionaba cambiar el tema de la conversación.
Sujetó con más fuerza el bolso que llevaba al hombro y me miró nerviosa.
—Había estado ocupada, ya sabes demasiada tarea. – Dijo mientras desviaba la mirada.
Entonces comprendí que me estaba mintiendo.
La facultad de Lily era la de teatro, cine y televisión, y aunque no estaba segura de cómo serían sus primeros días de clases, podía asegurar que ella no estaba tan ocupada como decía.
Después de todo ella misma me había dicho que en el primer semestre escogería el menor número de asignaturas posible.Aún así, no dije nada y asentí.
Después de todo yo también estaba mintiéndole a ella.—¿Vamos por un café? –Pregunté con una pequeña sonrisa.
—Vamos.– Asintió sonriendo.
Se acercó a mí y juntas caminamos hasta la cafetería que quedaba a una manzana de distancia.
—¿Y qué tal la vida universitaria? ¿Ya te diste cuenta de que no se trata sólo de verse genial? –Intenté bromear.
—Me encanta todo hasta ahora, aunque tanta tarea me está matando.
Algo me decía que ella seguía mintiendo, no sabía por qué, pero estaba segura de ello.
Quizás sólo lo sabía porque conocía a Lily desde que éramos unas niñas pequeñas, y nos conocíamos demasiado bien.Entonces me pregunté qué podía estarme ocultando la rubia.
—Bueno supongo que por eso se llama universidad, ¿No? Las tareas son parte de la rutina – Me burlé.
—Ni siquiera en la universidad consigues ser graciosa, ¿Eh? –golpeó mi hombro con el suyo mientras caminábamos.
«Tyler piensa que soy graciosa» Quise decirle pero me mordí la lengua.
Recordé cómo el tatuado siempre estaba riendo cuando estaba conmigo y no pude evitar sonreír.
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SWAP.
Romance"Sólo la persona que amas, tiene el poder de destruirte." La vida de Emma ya estaba planeada de principio a fin, y a pesar de ello jamás tuvo problemas en seguir el plan de sus padres, no fue hasta que conoció aquel hombre con tatuajes y mala acti...