Cap. 56 Quiebre

818 139 24
                                    

3/3

Valentina

Es el último desprecio que le acepte a Juliana Valdez, me decidí a cerrarme al amor para siempre, no voy a amar a otra persona como la amo a ella y ella ya nunca me amara como antes, así que no pienso hacer más intentos con ella, han pasado unos meses desde el cumpleaños de los morochos. Voy bien en la universidad, casi no voy a casa porque me recuerda a Juls y hasta se me olvido los días que me corresponde ir a la casa de mis padres para no importunar a Juliana, pero me canse, no soporto más esta soledad, mis amigas están pendiente, pero yo amo demasiado a Juls y la extraño, es tan difícil olvidar a alguien cuando se quiere de verdad.

Estoy en un antro que es lo que hago ultimadamente y el alcohol no me ayuda ya, es peor cada vez, necesito probar esas fulanas pastillas.

Valentina: Juanpa, dame una de esas pastillas

Juanpa: No lo digas tan fuerte, ven vamos

Me llevo a un baño me paso una pastilla algo pequeña y me dio un poco de agua, no sabia a nada, solo era una pastilla, hasta después de unos minutos comencé a sentir que todo era diferente, sentía como una emoción, estoy relajada, activa, me siento fuerte, ya no soy debilucha, no estoy llorando por nadie.

Esto género en mi emociones fuertes, alegría, recuerdos bonitos, quería correr, cantar, bailar, así que comencé a bailar con Juanpa, el estaba emocionado también, ha de ser por la pastilla, comencé a besarlo, se sentía bien hacer eso, pero la mente dejo de pensar, los recuerdos comenzaron a borrarse, solo era un mundo de colores, felicidad, que bien se siente estar así, donde no importa nada más, los recuerdos comenzaron a borrarse las tristezas se desecharon y me perdí en una nueva dimensión.

Al día siguiente amanecí en una habitación que no era la mía, con una fuerte jaqueca. Solo quería vomitar, mire a mi alrededor, mis ojos aun no podían abrirse por completo, la claridad me molestaba, y divise que estaba desnuda, reaccione, mire a mi alrededor y estaba sola, así que tome lo que encontré de mi ropa y me vestí, sentí que alguien se duchaba. Así que me apresuré y Salí de la habitación.

Fuera de la habitación encontré personas tiradas en el piso, en el sofá, botellas, así que corrí del lugar, era el departamento de Juanpa ya había ido allí varias veces, pero no conocía su habitación, pues no, nunca habíamos estado juntos y ahora no sabía si lo habíamos hecho, así que me fui a mi departamento, afortunadamente tenía mi bolso y tenía dinero. Tomé un taxi y me fui a casa.

No tenía clase hoy así que iría a descansar y tratar de recordar que había hecho en toda la noche. Me sentía sucia, tenía asco de mí, era horrible todo lo que estaba sintiendo, pero por una noche había olvidado a Juliana, pero esta no era la manera de olvidar a mi princesa. Debo parar, no puedo volver a hacer esto.

Los días pasaron, no quería hablar con Juanpa del tema, a nadie le conté lo que paso, ese fin de semana me fui a casa con mis padres, pase un fin de semana tranquilo, el siguiente fin de semana me fui a casa de Eva, después a casa de Deborah y así estuve un tiempo, pero estaba cayendo en una depresión, era algo que no podía controlar, a pesar de estar rodeada de amigos y familiares estaba rota por dentro, no entendía cuál era el siguiente paso, necesitaba a ayuda, pero era incapaz de pedirlo, así que recaí en las fiestas.

Voy llegando a mi departamento y Esme estaba esperando dentro, ellas tenían una llave para casos de emergencias, y fue directo a regaños, los cuales escuchaba sin decir una sola palabra, sin reclamos, porque en mi interior solo quería decirle que me ayudara, que me sacara del pozo en el que estaba metida.

Esmeralda: Vale ya fue suficiente con esta situación, eres mi amiga, como una hermana, no puedes seguir así, esto es insostenible. Tú te estas destruyendo y no dejas que te ayudemos, pide ayuda amiga...

Jamás Pensé Amar AsíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora