Cap. 50 Culpa

930 130 5
                                    

Valentina

Mi novia le ha tocado una vida dura. Y admiro lo resiliente que es al atravesar por todas las situaciones y poder salir adelante. Ella me ha enseñado a valorar a mis pequeños monstruos a mis padres, a mi tía, y cada segundo al lado de mi Juls.

La fiesta transcurrió con normalidad, todo estaba excelente, los trabajadores agradecían a Juliana, Eva estaba bailando con Georgina, Deborah había caído ante los encantos de mis hermanos, aunque ella parecía ser otra niña. Después de bailar también con mi novia, se que era un poco incómodo porqué eran muchos adultos, nosotras apenas somos unas chicas, pero a pesar de las diferencias de edad todos marchaba con normalidad. Juliana hablaba con varios directivos, noté que Deborah estaba bailando en la pista, Eva estaba hablando con unos directivos, ¿Dónde están mis hermanos?

Me acerque con cuidado a Juliana, le hable a su oído.

Valentina: Amor, voy a buscar a los morochos, no los veo.

Juliana: Yo voy contigo

****

Mariana

Una mujer como de la edad de Valentina que está vestida como de mesera me ofreció un chocolate que dijo juliana que me debía entregar en la cocina. Y yo sé que Juliana no enviaría a nadie a darme un chocolate.

Le dije a Santi que buscará a Valentina y le dijera, pero esta mujer cree que me comeré ese chocolate creo que esta confundida de niño.

Rebeca: Este chocolate es especial para ti.

Mariana: ¿Estás segura que es para mí?

Rebeca: ¿Eres la cuñada de Juliana?

Mariana: Si, pero...

Rebeca: Entonces esto es para ti.

Cuando ella se estaba acercando a mi llegó Alirio y Santi.

Alirio: Mariana ven dónde estoy yo, alejate de esta mujer.

Cuando quise alejarme era demasiado tarde me había agarrado y me tenía colocado un cuchillo en mi garganta.

***

Valentina

Hemos buscado a los niños por la casa, preguntado a todos y Eva, Georgina y todos comenzamos a buscarlos hasta que oímos unos gritos estoy segura que esa era Mariana mi hermana.

Valentina: Esa es...

Mire a Juliana y corrimos a la cocina donde habíamos escuchado los gritos. Un susto me embargo y al entrar vimos a esa mujer que días anteriores había amenazado nuestras vidas.

Ella tenía un cuchillo en el cuello de mi hermana, inmediatamente vemos llegar a Eva, Georgina varios de seguridad.

Rebeca: Salgan o la pequeña morirá.

Juliana: No tienes que hacer esto, mírame Rebeca, para estar conmigo no necesitas hacer esto, deja a la niña y me coloco en su lugar, tu no necesitas de un cuchillo yo me voy contigo. Me iré contigo.

Oír a mi novia decir que se iría con esa desquiciada me ponía la piel de gallina. Estoy desesperada. Necesito que esa loca suelte a mi hermana y mi novia quede bien.

Rebeca: ¿Tú crees que yo soy tonta?

Deborah: Ah decir verdad si lo eres

Eva: Rebeca, suelta la niña, será peor para ti tener a un infante en esas condiciones, si quieres herir a alguien tómame a mi, será menos la condena.

Jamás Pensé Amar AsíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora