Cap. 60 Ayúdame

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Valentina

Me senté a la mesa con toda la familia, solo faltaba Juliana, desde hace días está haciendo mi comida, lo sé, reconozco su comida, ella lo hacía cuando vivíamos juntas, ayer rechace su desayuno al verla en la cocina, no quiero que tenga molestias conmigo, debería de estar estudiando o con su novia, no debería estar aquí. Debe estar perdiendo clases, sé que se la pasa en la casa, y quizá mi rechazo logre alejarla y haga su vida alejada de este desastre de persona que soy. Al ver el plato noté que teníamos la misma comida todos y Juliana solo preparaba un plato especial para mí, pero al ver que la pizza tenía durazno me sorprendí, tuvo que ser ella, recuerdo que me prometió hacer una pizza con durazno algún día ¿No se cansa? Es tan hermosa, preparo todo esto para mí, para que yo pueda comer, pero ella no está aquí, todos miraban mi respuesta ante el plato y respire profundo y me levante, nadie dijo una palabra. Me fui en dirección a la cocina y allí estaba ella, junto a Chivis y María, quería abrazarla, decirle que sea parte de mi vida de nuevo, pero yo necesito sanar.

- Chivis disculpa, no voy a cenar

Juliana: Tiene durazno

Valentina: Igual no quiero

Salí de la cocina en dirección de mi habitación, no quería que nadie me viera llorar. Ella estaba siendo Juls, la Juls de la que me enamore, estaba respetando mis distancias y me estaba cuidando.

Después de unas horas, mi mamá entro a la habitación, traía un plato, con dos pedazos de pizza y un vaso con coca- cola. Miré a mi mamá y antes de decirle algo ella me dijo algo.

Lucia: Antes que me digas lo que ya dijiste abajo, déjame decirte algo. Esa pizza está demasiado buena, la preparó Juliana con ayuda de Chivis, María, las chicas y los morochos, es una edición única, jamás había podido probar algo tan delicioso. ¿Y sabes qué? mañana no servirá, debes comerla hoy. Así es con muchas cosas en la vida, son únicas y solo puedes aprovecharlas en el momento que se te ofrece. A veces pasan situaciones que nos hieren, pero es necesario sanar y disfrutar de las nuevas oportunidades.

Comencé a llorar y me le tiré en los brazos a mi mamá ella me acariciaba mi cabello y me daba besos en mi sien.

Valentina: No los merezco, no la merezco a ella, soy una mala persona. Mamá ustedes son buenos.

Lucia: No bebé, tú no eres mala, solo cometiste un error, pero estás aquí, mamá está aquí, la gente que te ama está aquí cuidando de ti, también cometimos un error al descuidarte, al no preguntar si todo estaba bien.

No paraba de llorar y mi mamá solo me consolaba, me daba fuerzas así duramos un rato hasta que me calme.

Valentina: ¿Está buena?

Lucia: Si

Valentina: Gracias por traerla hasta aquí

Lucia: ¿Juls o la pizza?

Sonreí y tome el plato y me comí los pedazos de pizza, de verdad mi mamá no mentía y me arrepiento no haber comido en la mesa, no iría a correr a los brazos de Juls porque aún me queda mucho por trabajar en mí misma.

Esa noche pedí privacidad y nadie entro en mi habitación después de mi mamá.

Tomé las cartas de Juls y comencé a leer una a una.

💌 Amor, dijiste que no querías verme, pero por favor al menos dejame estar contigo de esta manera, al menos así no te estoy faltando a la tu petición de no verme, no veas, pero al menos dejame estar así contigo.

Jamás Pensé Amar AsíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora