CAPÍTULO XVII

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MEW

Después de aquel día donde mi mejor amigo había pedido matrimonio a Saint, he estado pensado hacerlo también con Gulf, pues realmente estoy seguro de querer casarme con él.
Aunque Gulf llama a mi nombre cuando estoy distraído por completo.

— Llevas tiempo distraído.

Se ríe Gulf ante ello. Yo sólo le doy una sonrisa y estiro mis brazos hacia él.

— Son los negocios, amor quiero expandir más este para poder darte una mejor vida cuando nos casemos.

Gulf me mira casi perplejo ante lo que dije, se acerca a mis labios y me besa.

— Yo no veo anillo en este dedo.

Bromea y me señala justamente su dedo anular, a lo cuál me comienzo a reír.

— Llegará ese día.

— Lo sé, cariño.

Un beso más antes de verlo alejarse pues tiene que ir en busca de trabajo, aunque para este momento aún no vivimos juntos. Ambos seguimos en nuestros asuntos después de todo.

Tras esa mañana, me encuentro sentado en mi escritorio teniendo miles de ideas de como pedirle matrimonio a Gulf de una manera que no se lo espere o no tenga idea de ello. Con mi mente en otro lado, mi mejor amigo entra casi de golpe.

— ¡Hermano!

Casi doy un salto ante su grito.

— ¡Mierda, Zee! Me vas a matar del susto.

— ¿Eh? Andas muy extraño Mew. ¿Qué pasa?

Niego con la cabeza y vuelvo a observar la computadora frente a mi.

— No me digas que sigues pensando como decirle a Gulf que quieres casarte con él.

Se ríe y luego entiende.

— Te ayudaré pero primero déjame darte esto.

Alce la mirada y parpadeo al ver ña invitación de Zee y Saint.

— ¿Tan pronto?

— No puedo esperar a ello.

Zee encoge sus hombres y apenas puedo decir algo cuando lo veo alejarse hasta la salida, realmente esta enamorado.

SAINT

— Sí, si es próximo pero ambos decidimos eso, casarnos en esta fecha.

Gulf me mira una y otra vez con la boca semi abierta.

— Y pensar que yo creía casarme antes que tú.

— ¡Oye!

Le replique a Gulf quién muestra una sonrisa de triunfo.

— Estaré ahí, eres mi mejor amigo no puedo faltar.

Tras eso, ambos comenzamos a organizar algunas cosas para poder encontrar algún trabajo referente a nuestra carrera.

Un día pesado, sin mucho éxito regreso a la cama que comparto con Gulf pues ninguno de los dos ha decidido vivir aún con nuestras respectivas parejas.
El sueño termina por completo conmigo que no sé ni que día es al despertar.

— ¡Vamos Saint, despierta!

Sólo me quejo pues no deseo ir a ningún lado.
Escucho el nombre de Zee que rápidamente me levanto, y es Gulf quién se carcajea por completo.

— Ese método nunca me queda mal.

— ¡Tonto!

Le arrojo la almohada y por fin me levanto.
Ambos salimos a diferentes lugares y cada uno elige caminar a diferentes rumbos. Entre malas y buenas experiencias toca la tarde noche donde mi cuerpo está cansado y sólo quiere dormir, la llamada de Zee me hace sonreír dándome ánimos y diciendo que todo saldrá bien, me dice buenas noches pues sabe que mi voz es muy forzado debido al cansancio.

Oportunidad [MewGulf] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora