28. R e c h a z o

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A YoonGi le encantaba la nieve y el invierno en general, sin embargo; a su madre no tanto por una razón en particular.

—Dios, YoonGi, por favor ponte esto más —exigió la mujer mientras lo envolvía con otra bufanda.

—Mamá...

—No, no voy a arriesgarme a otro resfriado que te tenga en cama.

Evitó poner los ojos en blanco, sabiendo la justificada preocupación que tenía la mujer, aceptó a regañadientes que la mujer acomodara la bufanda y cubría su cabello en un gorro de lana.

—Bien, con esto tengo.

Asintió y antes de salir recibió un beso sobre su frente cubierta, YoonGi salió de su hogar encontrándose con Tae tratando de golpear a Jeongguk de la misma forma que lo había visto en sus entrenamientos, el menor solo sonrió viendo sus fallidos intentos.

—¿Nos vamos?

Le dieron una larga mirada, como si se aseguraran que hablaban con él y al reconocerlo no pudieron evitar las diabólicas sonrisas en sus rasgos. YoonGi puso los ojos en blanco antes de retomar su caminata.

—¿No necesitas un abrigo más grande?

—Cállate.

—Aw hyung, te ves tan pequeño envuelto en todo eso.

Ignoró el comentario metiendo ambas manos enguantadas en sus bolsillos.

—¿Tu madre sabe que tenemos calefacción? Vas a tener calor.

—Desde que me enfermé la última vez no va a dejar que abandone la casa sin estar con mil cosas encima.

—Solo se preocupa —murmuró Jeongguk, sonriendo con adoración mientras YoonGi trataba de acomodar fallidamente los mechones de su frente, Tae fue amable en hacerlo por él.

—Es verdad, la última vez que enfermaste te quedaste en cama dos semanas.

YoonGi recordaba con horror esa gripe que lo atacó, no pudo asistir a clases y no podía salir de su habitación, pero sin duda hubo alguien que lo disfrutó. Tuvieron que correr al ver el autobús llegar al paradero.

—Me encantaron esas semanas —dijo Tae una vez acomodado—, pude ir a cuidarte y la pasamos tan bien.

—Tú la pasaste bien —recalcó y recibió una mirada amenazadora.

—Fui tu enfermero y maestro personal además del mejor amigo por el que no te moriste de aburrimiento.

Jeongguk se rió, negando con la cabeza ante el descaro que manejaba el castaño.

—Solo fuiste a que te ayudara con la tarea y comer mientras veías series, Tae.

Ignoró la pequeña discusión que se formó en el trayecto, observando las calles por las que iba antes de llegar al instituto.

YoonGi quiso ignorar las miradas curiosas que lo observaban entre los pasillos, pero no pudo hacer lo mismo con la de aquellos ojos almendrados que se detuvieron en medio camino. Sintió calor y pensó que no era precisamente por todo lo que traía encima, tal vez era debido a la destellante sonrisa que JiMin puso mientras se despedía de sus amigos para acercarse a él.

—Por poco no te reconozco —murmuró en cuanto lo tuvo frente a frente, Tae arrastró a Jeongguk con disimulo a un lugar lejano, dándoles la privacidad que JiMin agradeció.

—Buenos días, hyung.

—Hey, ¿hay alguna razón por la que...? —empezó señalando su atuendo de pies a cabeza.

Park effects ﻬ [ j i m s u ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora