40 ; n o s t a l g i a

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—Y espero estar siempre en tus buenos deseos.

YoonGi parpadeó confundido para quitar el sueño que aún tenía encima, estuvo a punto de cerrar la puerta de su habitación, pero el pie de su amigo se lo impidió. Tae sonrió de esa manera que a veces llegaba aterrarle.

—Tae, son las seis de la mañana.

—¿Y qué?

Puso los ojos en blanco antes de soltar el picaporte y regresar arrastrando los pies para lanzarse cuidadosamente sobre su cama. Soltó un quejido cuando el peso de su amigo cayó sobre él, se removió listo para lanzarlo fuera.

—Yoonie —susurró y antes de poder evitarlo plantó un sonoro beso sobre su mejilla —, feliz cumpleaños. Soy el primero, ¿verdad?

Lo pensó un poco y soltó un suspiro apenas audible.

—Segundo por seis horas —murmuró levantando la sábana que estaba sobre el bulto junto a él. Tae soltó un grito ahogado mientras se levantaba tan rápido que lo hizo reír.

—Tú...

—Buenos días —murmuró JiMin aún adormilado mientras le regalaba una sonrisa perezosa.

—No es posible, ¿tu madre sabe que está aquí? —preguntó bajando notablemente el tono de su voz.

JiMin sonrió mientras negaba con la cabeza y rodeaba posesivamente a YoonGi, dejando un beso sobre su mejilla.

—Subí por la ventana.

—Sí, claro —respondió YoonGi riendo mientras apartaba a su novio —. Mamá lo sabe, vino a cenar anoche y se quedó aquí.

—¿Y sabe que están en la misma cama?

—Bueno, ese es un detalle.

—Son tan asquerosos.

YoonGi hizo un sonido quejumbroso mientras volvía a cubrirse, su voz se escuchó ahogada desde ahí.

—Jeongguk y tú son iguales.

—¡No es cierto!

—Lo son —afirmó JiMin mientras se aseguraba de que YoonGi estuviera bien cubierto.

—Taehyungie tengo sueño —murmuró adormilado y escuchó el suspiro de su mejor amigo.

—Bien, baja cuando estés listo.

—Lo haré.

Escuchó pasos alejándose y la puerta siendo cerrada, se dispuso a seguir durmiendo cuando el atractivo rostro de su novio apareció frente a él. JiMin había tenido la amabilidad de dormir con una camiseta y agradeció enormemente el gesto, él no sería capaz de descansar tranquilo sabiendo que su novio estaba medio desnudo junto a él, no de nuevo.

—Feliz cumpleaños.

—Lo dijiste a medianoche —murmuró antes de volver a cerrar los ojos.

—No está de más repetirlo.

Abrió los ojos con curiosidad, aún adormilado logró notar la cadena que colgaba en el cuello del rubio, su mano se dirigió a él y lo tomó entre sus dedos, frunciendo el entrecejo al sostenerlo.

—No tiene el dije —su voz soñolienta hizo que se ganara una de esas sonrisas que contenían tanto amor hacia él —. ¿Lo perdiste?

—No, solo estoy esperando.

—¿Esperando qué?

—Algo que pueda llevar siempre conmigo.

—Oh... nunca lo vi antes.

Park effects ﻬ [ j i m s u ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora