26. S u e r t e

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Y el invierno llegó junto al partido más importante de fin de año.

YoonGi observó pacientemente cómo las fotos del festival eran movidas hacia su laptop. Tendría que escoger las mejores para el periódico de la semana y calcular cuántas saldrían del partido que se llevaría acabo en unas horas.

—¡YoonGi!

Su cabeza se elevó con rapidez al reconocer la voz de TaeHyung acercándose, el menor entró a la habitación con la respiración agitada y el rostro algo sonrojado debido a la carrera que parecía haber tenido hasta haber dado con él.

—Al fin te encuentro —murmuró una vez dentro, inclinándose para recuperar el aire perdido —, hyung, he estado buscándote por todo lado.

—Lo siento, olvidé decirte que estaría haciendo este trabajo.

—¿Ya terminaste? —su pregunta vino acompañada con Tae inclinándose sobre él para ver lo que hacía—, oh, ya casi completo.

—No realmente, debo elegir las mejores.

Su amigo lo observó con una ceja elevada, pensando seriamente que era un trabajo difícil porque desde su perspectiva todas las fotos merecían ser publicadas.

—¿Por qué me buscabas?

La realidad volvió al menor, observándolo nuevamente.

—El caos ya empezó, todos están preparando las cosas para apoyar al equipo y Yeri quiere que estés ahí para unas fotos de las animadoras.

—Oh.

Esperó que las fotos se movieran mientras Tae empezaba a guardar sus cosas en el morral, distrayéndose con el pequeño llavero que no reconoció.

—Yo no te di esto —murmuró observando de cerca, analizando el objeto como si el nombre de quien lo había regalado saldría de los ojos.

—Claro que no se lo diste tú.

Ambos giraron hacia la voz, Jeongguk sonrió con los brazos cruzados, sus brillantes ojos le decían a YoonGi que ocultaba una broma o una noticia ajena. Su amigo despeinó los cabellos de ambos, Tae esperando que continúe lo que había empezado.

—¿En verdad no lo sabes?

Los cables parecieron conectarse y un cortocircuito se apoderó del menor, abriendo la boca con sorpresa para observarlo, pensó que estaría a nada de soltar el grito de su vida cuando la notificación del portátil advirtió la finalización de la tarea.

—Hyung —chilló poco después, observándolo todavía anonadado a Jeongguk le pareció divertido —, te dio un regalo en su primera cita, oh por todos los cielos, te dio un regalo.

Su parloteo los siguió hasta los casilleros; YoonGi guardó sus cosas, exceptuando la cámara, antes de girar y cerrar con un poco de fuerza extra la puerta, frunció el ceño al verlo presionar los labios, como si estuviera esperando para explotar de la manera correcta.

—Es solo un llavero —murmuró —, no hay necesidad de alterarte así.

TaeHyung se desinfló de decepción, recuperando la compostura casi al instante.

—Bien, tienes razón —la respuesta hizo que Jeongguk jadeara de sorpresa, viéndolo como un bicho —, no debo alterarme por un peluche que debo deducir ganó él, ¿no?

Viendo el rumbo que tomaba la conversación; YoonGi puso los ojos en blanco antes de girar, su paso siendo obstruido por un pecho aún no muy conocido por él y tardó solo unos segundos en reconocer de quien se trataba.

Park effects ﻬ [ j i m s u ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora