Business and exchanges pt 1

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—¿Hasta cuanto me piensan dejar aquí? ¡Esto debería catalogarse como secuestro! —Ché había dejado de dar patadas y puños desde hacía media hora, pero aun ahí estaba sentado en una de las salas del lobby principal observando a todos furiosos. Era como ver un perro chihuahua enojado y alterado.
Yo seguía adolorido, y sobre todo molesto, ¿Cómo no? Ese puto niño me pateó las bolas y Po no me dejó vengarme de regreso.

—¿Ya cállate quieres? Me estas causando dolor de cabeza, discúlpate por tu comportamiento y te dejaré ir. —le dije cruzándome de brazos ahí cerca de él.

—¿Por qué me voy a disculpar? ¡Tú empezaste! ¡Me amenazaste! Y ahora les estás diciendo a tus hombres que me mantengan privado de mi libertad.—

Apreté el puente de mi nariz con mi dedo índice y pulgar y cerré un momento los ojos respirando profundo.
—¡Tú fuiste el que llegaste alterando el orden! ¡Tienes suerte de que Phi'Chan no te metiera una bala entre ceja y ceja! —Chan no se andaba con rodeos, él no dudaba a diferencia de otros, a menos que mi padre le pusiera un alto, él no iba a tocarse el corazón por nadie, supe que también abofeteó a Ché por hablar de más. Espere una respuesta más del chihuahua histérico que tenía por nombre Porsché pero al parecer aquello de la bala le hizo entrar un poco en razón, tal vez eso le dejó en claro una cosa: se había metido en la casa de gente poderosa imponiendo y dando órdenes. Le vi tragar saliva y apretar la mandíbula, como si se estuviera tragando todo su orgullo.

—Solo quiero irme a casa...—habló despacio, cambiando totalmente la forma de dirigirse a todos ahí. Elevé una ceja interesado, en realidad me llamaba la atención saber, ¿porque mi padre de tomaba tantas molestias con ellos?

—¿no vas a esperar a tu hermano, entonces? —preguntó uno de los guardaespaldas con un poco más de calma, pude identificarlo como P'Jet, era el guardaespaldas de más edad encargado de proteger a Khun. ¿Qué hacía aquí? Seguramente huyendo de mi hermano mayor ¿quién no lo haría?
Ché suspiró profundamente y negó con la cabeza.

—Otra ocasión será, ¿pueden por favor no decirle que estuve aquí? —Se puso de pie, nadie lo forzó a quedarse, en realidad mi padre solo lo hizo pasar para esperar a su hermano y que se tranquilizara. Lo seguí con la mirada hasta que caminó a la salida.

—Khun Kim, ¿se va a quedar esta tarde aquí? —P'Nont el jefe de seguridad de la gente a mi cargo parecía inquieto, miraba de vez en cuando a los otros guardaespaldas.

—Aquí vamos...—murmuré poniendo los ojos en blanco. Ya sabía de qué iba eso, seguramente ya estaban alistándose para seguirme y "protegerme" ¡Urgh! Odiaba esto, esa era la razón por la que no venía a casa. —Estaré un momento en casa. —mentí, pero como me vieron entrar sin más a la zona del jardín no hicieron preguntas. Y ese era siempre su error, crucé el jardín sin mediar palabra ni detenerme a pensar si tal vez debería saludar a mis hermanos, llegué hasta la zona del valet parking. Los trabajadores saludaron con formalidad.

—Khun Kim, ¿se va? Podemos llevarle su coche a la entrada —les negué y extendí mis manos para que me entregaran las llaves.

—Olvidé unas cosas en el auto. Es todo. —Otra mentira que decía con tanta facilidad que estos, una vez más, creyeron. En serio, ¿como caían siempre en eso? He llegado a pensar que me dejan ir adrede.
Y claramente, cuando entré a mi automóvil tomé varias de mis cosas, y... fui hasta donde estaba otro de mis coches, esta vez un deportivo azul. Esa era mi técnica siempre, varios autos se quedaban ahí y era difícil adivinar con cual saldría, me fui de ahí y tal vez se darían cuenta a los minutos, pero ya era muy tarde, vi la llamada de Knot desde el bluetooth.

—¡Khun Kim! ¡Espere por mí, lo escoltare en mi coche! —me reí y colgué la llamada, no tomé la ruta de siempre, di un par de vueltas cuando por la calle vi una figura caminar despacio. Pude identificarlo, llevaba su uniforme y se notaba cabizbajo. Pase de largo, realmente seguía indignado, ¿porque ensañarse con mis bolas? Re cabron. Sin embargo, cuando rebasé un poco y le miré por el retrovisor se le notaba demasiado abrumado. En cualquier otro momento pasaría de largo y lo ignoraría ¿porque tomarle importancia? Ahora sabía que era el hermano de uno de nuestros guardaespaldas. No era nadie de interés, no aportaba en nada a mi tipo de vida, inclusive, no obtenía ningún beneficio de siquiera hablarle.

Our side of the story. [KimXChé]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora