Despertar temprano nunca había sido un problema en realidad, era él quien despertaba a su hermano para irse juntos a la escuela, inclusive los fines de semana era quien madrugaba antes que todos. Pero, cuando estaba realmente cansado o cuando se sentía seguro y cómodo, podía quedarse por horas retozando entre las sábanas, específicamente cuando los brazos de Kim eran los que rodeaban su cuerpo.
No quería abrir los ojos aun, le gustaba sentir en su nuca la respiración cálida de su compañero a su espaldas, su brazo rodearlo, descansando en su vientre. Sonrió con un suspiro, ese calor y esa compañía eran lo mejor que podía tener, y aunque en su cabeza aun estaban los recuerdos de sus nerviosismo y ansiedad previos quería tomar al pie las palabras de Kim al decirle que estaba bien, que lo importante eran ellos dos juntos en ese lugar, de su presencia, de que no tenían que esconderse y correr a su habitación antes que su hermano.
Giró despacio para poder admirar esa cara tranquila, pacífica, aunque bien los tres hermanos Theerapanyakun se parecían demasiado físicamente, todos tenían "ese algo" que los volvía únicos, Kim por ejemplo tenía un rostro más fino, pequeños lunares en el cuello, su cabello más largo...—Me vas a desgastar de tanto mirarme... —murmuró aun con los ojos cerrados sorprendiendo a Che quien estaba por fingir de nuevo dormir cuando este lo abrazó contra su pecho.
—¿Desde cuando estabas despierto? —Estaba todo tan calientito entre sus brazos, era imposible rehusarse a él. —Además, no te estaba mirando. —Kim abrió los ojos tras parpadear varias veces y besó la frente de su joven novio.
—Cuando te giraste me desperté, y no mientas, tienes las pestañas tan largas y pesadas que hasta tu mirada se siente. ¿Qué admiras de mi? ¿Parezco un tributo de los cielos cuando duermo? —bromeó haciendo que Ché negara con la cabeza.
—Como eres ridículo, vuélvete a dormir anda. —le pidió empujándolo pero Kim lo sujetaba fuerte contra él dándole besos en el rostro.
—No, Buenos días. ¿Qué quieres desayunar? Ya no tengo sueño. Te juro que si se cocinar, algunas cosas —Ché solo atinó a sonreír al mirarlo con su cabello desordenado, la sonrisa que adornaba en su rostro adormilado todavía.
—No lo se, cocinemos juntos, yo también se cocinar algunas cosas, cocino por lo menos mejor que mi hermano. —A Porsche siempre se le quemaban los huevos, se le pegaba el arroz, cocía el pollo congelado y terminaba con sabor a crudo y ellos intoxicados. Por eso en esa casa la cocina siempre lucía impoluta, porque la usaban muy poco pero Ché, al estar más tiempo en casa, tuvo que sobrevivir.
Así pues, después de lavarse la cara, pelear por quien usaba primero el baño -cuando en realidad había otros tres en la casa- y medio despertarse, estaban en la cocina de Kim entre ingredientes y un poco de música que dejó Kim en su "alexa" el dispositivo Echo que respondía a sus ordenes. Mientras uno cortaba algo de verduras y fruta, el otro freía salchichas, huevos y algo de pan tostado. El aroma a café inundaba el lugar junto con la comida. Ambos estaban tarareando las canciones de esa banda favorita que resultó, tenían en común desde que se conocieron.
—¿Cómo se puede quemar el agua entonces? —preguntó varios minutos más tarde Kim mientras estaban sentados en el comedor juntos, el desayuno quedó bastante bien y ninguno salió herido por aceite o algo que se hubiera carbonizado.
—Ya te dije, dejas el agua hirviendo, te pones a jugar videojuegos y el agua se evapora, se queda la olla sola y esta se quema... —explicó Porsche comiendo un poco de su fruta recordando aquella amarga experiencia de cómo tuvieron él y su hermano que tirar una olla bastante deteriorada por dejarla así hasta que el olor a algo quemado los alertó. Ambos en aquella ocasión se echaron la culpa el uno al otro pero no pasó a mayores.
Kim por su parte soltó una carcajada intentando no ahogarse con un pedazo de calabacín.
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Our side of the story. [KimXChé]
LosowePorsché no esta para nada de acuerdo con que su hermano aceptase trabajar como guardaespaldas de una peligrosa familia. Quiere que este renuncie y que se mantengan lejos de los Theerapanyakul ...Pero el destino tiene otros planes. KimxChé