Our side of the story. [KimXChé]

Crime and Punishment pt1

—¿Algún día pretendes volver a la mansión? —Porsche no parecía nada divertido, estaba cruzado de brazos y con una cara de disgusto de estar en el departamento de Kim.

—Hia, solo llevo una semana aquí, en la mansión nunca tengo nada que hacer, tu te la pasas todo el dia con P'Kinn, por puro milagro hoy aceptaste ir conmigo a pasear y al cine, estuvo buena la pelicula, ¿verdad?. —su hermano mayor no quitó su cara de pocos amigos y Porsché suspiró. —Volveré esta semana, ¿puedo hacer esto más seguido? ¿Quedarme una semana aquí y regresar? ¡En serio me aburro mucho allá! —

Ambos sabían que el menor jamás había querido irse a esa casa, era muy grande y siempre estaba vigilada, sin contar que Khun invadía el espacio personal de todos a toda hora, amaba a su Phi, pero a veces era muy fastidioso. En cambio en el departamento de Kim, todo era más cálido, sin contar lo mucho que disfrutaba estar con él, algunas veces sin decir nada, solo el uno junto al otro haciendo sus tareas o platicando, jugando videojuegos y cenando juntos.

—¿No crees que estás molestando demasiado aquí? —Porsche miraba todo el lugar, un loft bastante lujoso. —¿Y dónde está Kim a todo esto? —

—No se, unos asuntos de trabajo o algo así, dijo que regresaría más tarde pero está bien, me dará tiempo de terminar una tarea y estudiar. ¿Quieres quedarte un ratito más, Hia? podemos cenar juntos, ¿pido una pizza? —

—Mejor no, ya sabes que Kinn suele ser un maldito loco, mañana tenemos unas cosas que hacer de trabajo y hay que despertarse temprano. —Ché podía notar que su hermano últimamente estaba ayudando a cosas de la familia, desde que Big murió y mucha de su gente se fue, Kinn necesitaba más apoyo que de costumbre.

—Esta bien Hia, mañana saliendo de clases me pasaré contigo ¿si? —Porsche asintió, revolvió el cabello de su hermano antes de marcharse de ahí.

Ché aprovechó entonces para mirar el reloj, Kim dijo que volvería tarde, que no le esperase despierto pero de igual forma hizo un intento desmedido por no quemar la cocina y preparar algo de cenar, un poco de arroz, mariscos al vapor y algo de verduras, no era gran cosa pero tampoco es como que supiera cocinar demasiado. Dejó todo acomodado en la cocina y tras darse un baño se quedó en una de las terracitas practicando con su guitarra, pronto entraría al fin a la Universidad y necesitaba practicar muchísimo para llegar siendo el mejor.

No supo cuanto tiempo se quedó ahi, estuvo escribiendo música, concentrado en lo que hacía, dejando que las notas fluyeran y solo enfocado en eso, que cuando terminó si que se sobresaltó de ver a Kim sentado a una distancia suya con un libro en manos, sin interrumpirlo.

—¿Y tu cuanto tiempo tienes aquí? —exclamó sorprendido haciendo que el menor del primer clan sonriera.

—Hace rato, estabas demasiado entretenido que no quise molestar, ¿ya acabaste? —Ché asintió poniéndose de pie para guardar su guitarra en la funda que llevaba con él. —Vi que hiciste la cena y hasta recogiste un poco la casa, ¿estás tomándote en serio eso de ser mi esposo o que? Te aviso que no tengo planes de matrimonio hasta que tengas una edad prudente...y también depende de que tan sexy te veas solo en delantal... —

—¿¡quien quiere ser tu esposo, pedazo de idiota!? Ven acá, ¡te voy a patear el trasero! —Kim soltó una carcajada escapando de un furioso Ché que lo persiguió hasta la sala donde tras un merecido almohadazo fue perdonado. Al final guardaron las cosas y se sentaron juntos a cenar.

—¿Entonces vas a volver a la primera familia? Pensé que querrías quedarte más días por aquí. —Para Kim el que Ché estuviera ahí no le causaba ningún problema excepto cuando la preocupación de que encontrara las cosas que guardaba en su oficina lo dominaba, pero por fortuna él sabía ocultar bien su información, en lugares secretos. Muy secretos.