Jayce no sabía en qué estaba pensando cuando accedió a esa estúpida apuesta.
Nunca había pensado en Viktor bajo esa luz. Realmente no.
Claro, había… algo en el omega silencioso y genio que lo había llamado desde el día en que corrigió su ecuación.
No sabía exactamente qué era, pero mientras un año entero de clases pasaba volando, y Viktor le demostraba una y otra vez que no iba a rendirse por él -como muchos otros lo hicieron- Jayce sintió ese llamado, esa atracción.
Era una idea infantil, querer a alguien que no lo quería de vuelta, lo sabía, pero la personalidad y la arrogancia del omega lo atraían como nada lo había hecho antes.
Todos los días sus entrañas se agitaban con los sentimientos encontrados de rivalidad y atracción que el omega causaba con solo abrir la boca o mirarlo.
Hay una delgada línea entre el amor y el odio, después de todo.
Sin embargo, sus amigos habían notado su fijación con Viktor y habían procedido a alimentar ese pequeño fuego dentro de él que le desagradaba, envenenando su mente con una imagen retorcida de su compañero de clase y aplastando por completo la parte de él que quería estar con el omega.
"Se está burlando de ti" decían. "Heimerdinger está empezando a favorecerlo más que a ti."
"Él tomará tu lugar."
Era seguro decir que habían logrado que Viktor le desagradara por completo. Su ego finalmente ganó a su corazón.
No se había sentido bien.
Caitlyn siempre le había advertido sobre los Ferros y los Tariost. Tal vez debería haber escuchado.
"No son una buena influencia para ti" diría ella, pero Jayce la había ignorado a pesar de su buen juicio.
En cambio, se había sentido bienvenido por ellos desde el primer día de la Academia y se había quedado con su grupo durante un año.
Él era de una casa baja, y ser aceptado por clanes tan poderosos e incluso admirado por ellos como un alfa poderoso había subido a su cabeza.
Quizás un poco demasiado.
Jayce había llegado a sentir que necesitaba complacer a sus amigos todo el tiempo, para estar a la altura de sus expectativas.
Ahora se siente estúpido al pensar en lo ingenuo y crédulo que había sido.
De lo mucho que había cambiado gracias a ellos.
Reggie y Albus lo habían empujado a beber y dormir, disfrutar de la cantidad de personas que se sentían atraídas por él y aprovecharse de su apariencia.
La primera vez que sucedió fue durante una de sus salidas nocturnas. Habían ido a un bar, sus amigos notaron que una bonita beta lo miraba y lo presionaron para que hablará con ella y la llevará a la cama.
Jayce no la había encontrado atractiva, pero el sexo era sexo, habían dicho, así que siguió adelante.
Se había entregado a los placeres carnales tanto como pensaba que debería hacerlo un alfa.
Como alfa, siempre había tomado todas las precauciones; siempre usando protección e incluso tirando antes de terminar, solo para estar seguro. Lo último que quería era dejar embarazada a una de sus aventuras de una noche al azar.
Bueno, eso fue hasta esa noche.
ESTÁS LEYENDO
Another love slowed [JayVik]
FanfictionViktor, un omega de Entrañas y Jayce, el alfa más codiciado de Piltóver, son autoproclamados rivales que se odian a muerte, pero después de una aventura de una noche, Viktor queda encinta y se enfrenta al dilema de si debe contárselo a Jayce o no...