Mis tíos favoritos

🐔 셋 🐔

𝚃𝚛𝚎𝚜: 𝙼𝚊𝚖𝚊 𝚐𝚊𝚕𝚕𝚒𝚗𝚊

– ¡Junnie! ¡Hannie! Recoged este desastre antes de ir a comer –

– ¡Si mami! – Gritó el otro adulto de la casa dejando de jugar con su sobrino.

– Tío Sung – Susurró el niño – El tío Minho es como una mamá gallina –

– ¿Una qué? –

– Mamá gallina, la profesora Song dice que las mamás gallinas son las que cuidan mucho de sus pollitos, y aunque son super cariñosas, a veces se enfadan mucho para defender a sus hijitos –

– ¿Y eso te recuerda al tío Minho? – Preguntó Jisung sentando al pequeño sobre sus piernas cruzadas en el suelo.

– ¡Si! Lo escuché gritar con mi mamá para defenderme, y mi mamá es mi mamá y la quiero así de mucho – Contestó Jun mientras abría los brazos con dificultad tanto como sus pequeñas extremidades se lo permitían – Pero el tío Min cocina cosas ricas, juega conmigo siempre, me hace fotos bonitas y me defiende siempre siempre, y a tí también, así que es la mamá gallina. –

Minho escuchaba apoyado de brazos cruzados en el borde de la puerta de la pequeña salita del apartamento de Jisung, lo había escuchado absolutamente todo, y realmente no tenía ni idea de que el pequeño niño tuviera tan en cuenta todo aquello que hacía, y en realidad, según la explicación de Jun, le gustaba ser la mamá gallina.

– ¿Aún no habéis recogido? Cualquier día uno de nosotros pisará un juguete, y se romperá o lo pasaremos y romperemos nuestra espalda –

– ¡Ya casi lo tenemos! –

Minho tomó de la muñeca sin fuerza a su pareja y lo llevó un momento fuera de la sala, en el umbral de la puerta, donde podían no quitarle el ojo de encima al niño quien se esmeraba por dejar lo mejor posible el salón.

– ¿De verdad crees que soy una mamá gallina? –

– ¿Después de ver cono casi te das de piñas con mi cuñada que es la jefa de policía de Seúl por defender a Junnie? Pues claro que si mi vida, la mejor de todas –

Siete días antes:

– ¡Deja de adoctrinar a mi hija! –

– Su hijo solo quiere un puto corte de pelo ¡No es tan difícil de entender! ¡Vieja cavernícola! –

Jisung jamás había visto tan enfadado a Minho en el año que llevaban conociéndose, y según Chan, Minho se enfadaba, pero normalmente amenazaba de muerte con una mirada aterradora, nunca levantaba la voz, pero ahí estaba, gritándole a su cuñada para defender a Jun.

A Minho le hervía la sangre al recordar como Sunhyun, la madre de su adorado sobrino, nunca se había dignado, ni una sola vez a tratarlo en masculino, mientras a la mente le venían todas las veces que Jisung y él lo habían tenido que abrazar y consolar para darle ánimos en aquello.

– ¡Solo tiene seis años! No puede saber eso aún, solo está confundida –

– ¿Tanto te cuesta admitir que nunca fue una niña? Lo estás obligando a ser alguien que no es, idiota, abre los ojos y ve al maravilloso niño que tienes en casa, Jun es un chico tranquilo, educado, y muy cariñoso, y si sigues así vas a perderte los mejores años de su vida ¡Eres su madre por el amor de dios! ¡Es tu jodido trabajo defenderlo de todo lo malo, no hacerlo infeliz! –

– Yo... –

– No, a mi no me debes decir nada, espero que tus próximas palabras sean un "Lo siento hijo" mientras lo llevas a cortarse el pelo, o lo haré yo mismo, y soy fotógrafo, no peluquero –

Minho gritó un dulce "Hasta luego campeón", asomándose por las escaleras de la casa del hermano mayor de Jisung, sabiendo que Jun era demasiado curioso como para no haber escuchado todo, y lo confirmó al escuchar un tierno "Hasta luego tío Min".

Jisung recordaba con un calorcito de orgullo como Minho había plantado cara a la única persona de su familia que no aceptaba la identidad del pequeño, lo había defendido y el menor mentiría si dijera que no se había enamorado un poco más de él aquel día.