Jisung tiene una familia encantadora, una madre que lo apoya en todo, un novio sacado de una fantasía y el mejor sobrino del mundo.
Solo que él y su pareja tienen que hacerle entender a su maravillosa familia, que Jun no es una niña, y jamás lo será...
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– ¿Jun que te ocurre? Estás inquieto –
– Na... nada tío MIn, todo okay –
Podrían haber pasado diez años desde que conoció al pequeño Hyeongjun, pero su instinto de mamá gata no había disminuido ni un poquito, sabía cuando le pasaba algo a su pequeño sobrino, y esta era una de esas veces en la que su sexto sentido le decía que ocurría algo malo.
– ¿Me acompañas un momentito Junnie? Yeon, amor, ahora volvemos. – Minho se alejó de la fila del cine y cuando Jisung y Jooyeon estuvieron fuera de su campo visual, paró de andar y se giró a mirar a su sobrinito, ahora solo unos pocos centímetros más bajito que él. – ¿Qué te ocurre? –
– De verdad que no ocurre nada tío Min... –
– Se que pasa algo, confía en mi ¿Vale? Sea lo que sea estoy aquí para lo que necesites –
– Yo... Me da vergüenza ir al baño... – Minho sonrió, y sin decir nada, tomó a su sobrino del brazo para acompañarlo al baño, sabía que el miedo de su pequeño conejito era ser confrontado por entrar en el baño de chicos, por lo que muchas veces aguantaba de forma insana las ganas, o se rendía y entraba con completo horror al baño femenino.
– Tu ve tranquilo, yo te espero, nada pasará si vienes conmigo –
Más seguro de si mismo, gracias a la presencia de su tío/mamá gallina, Hyeongjun entró corriendo a uno de los cubículos, sin separar la vista del suelo, creyendo que si no hacía contacto visual con nadie, nadie tendría ganas de increparlo por su aspecto, aún no tan masculino como la gente esperaría de cualquier hombre de nacimiento.
Al salir uno de los hombres que hacía lo suyo de pie lo interceptó antes de que llegase con su tío.
– Creo que te has equivocado de baño señorita –
– No, soy un chico, no me he equivocado señor, si me disculpa... – Hyeongjun trató de librarse de esa incómoda situación, siendo lo más amable que podía, la gente acostumbraba a limitarse a dar una disculpa rápida y dejarlo seguir con su camino, su apariencia esa lo suficientemente masculina como para que lo dejasen tranquilo rápidamente, pero ese hombre parecía especialmente molesto con que una "Niña" lo hubiera contradicho.
– Imposible, para nada pareces un chico, solo por que te hayas cortado el pelo... – Jun estaba a punto de perder la paciencia cuando vio a su tío enfrentar al señor, la mirada aterradora que había espantado a los bullyies de su otro tío en la universidad, y con la que había conseguido que su madre lo aceptase como un chico, el hombre parecía aterrado.
– Piérdete –
Con la cremallera de los pantalones abajo, el extraño salió corriendo del baño.
