Jisung tiene una familia encantadora, una madre que lo apoya en todo, un novio sacado de una fantasía y el mejor sobrino del mundo.
Solo que él y su pareja tienen que hacerle entender a su maravillosa familia, que Jun no es una niña, y jamás lo será...
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– Te lo dije Minnie, un mes y ocho días, he ganado yo –
– Supongo que si Junnie ¿A dónde quieres ir? –
– Hay una cafetería no muy lejos de aquí... Mis tíos tienen historias muy bonitas ahí, y fui con ellos mucho de pequeño –
– Allí iremos entonces, te paso a buscar a las cinco –
– Okay... Hasta las cinco –
Junhan colgó primero la llamada y estampó su cara contra uno de sus cojines para patalear y gritar tranquilo, vió la hora, acababa de comer, y aun quedaban otras tres horas para que Seungmin llegase, por lo que decidió hacer una videollamada con sus tíos, esperando que tuvieran el día libre.
– ¡Hola mocoso! –
– Hola tío Minho ¿Está el tío Sung por ahí? – La cámara del teléfono del mayor giró un poco, y el otro adulto y Jooyeon estaban allí.
– ¿Ha pasado algo Junnie? –
– Sip, saldré con Seungmin al café de los primos de Jeongin, él perdió una apuesta, pero yo sigo pensando que es una cita –
– ¡Ese es mi mejor amigo! –
Gritó Jooyeon completamente emocionado, él también había escuchado lo mucho que al menor de los Han le gustaba su amigo de la infancia.
– ¿Y lo llevas allí? –
– Es un lugar especial, vosotros ibais allí siempre, incluso antes de que el tío Minho supiera que no era totalmente hetero, será como mi lugar de la suerte –
– Supongo que si... Mucha suerte con tu cita Junnie, si necesitas cualquier cosa llámanos –
– ¡Lo haré! Muchas gracias –
Sus tíos y su mejor amigo lo despidieron con la mano y un montón de ánimos antes de colgar el teléfono, Jun se sentía bastante menos nervioso después de esa llamada.
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