7. R es por Reuniones

561 93 17
                                    

Yoon pidió una pausa de diez minutos antes de la firma, así que usé el tiempo para despedirme de mis compañeros de banda —todos me desearon suerte mientras se divertían de mí— y usar el baño. En mi camino de vuelta al estudio principal, me detuve en la sala de invitados por una botella de agua y algunos bocadillos que me ayudarían a pasar la siguiente hora.

Estuve muy nervioso y emocionado antes del show para comer algo, pero ahora la astuta mesa me atraía como un canto de sirena.

Nunca es una buena idea interactuar con los fans teniendo el estómago vacío, o con Yoon en este caso. En realidad, nunca es una buena idea tener el estómago vacío.

Me detuve en seco, olvidando mi búsqueda de comida cuando entré en el salón y vi a Yoon. Se encontraba parado solo en la oscuridad, apoyado en uno de los sofás. Me daba la espalda y lo suficientemente distraído para no escucharme entrar. Abrí la boca para decir algo gracioso sobre sus intenciones de tenerme a solas cuando él tomó una gran inspiración y su cuerpo comenzó a temblar. Me di cuenta de que no se apoyaba contra el sofá, sino que se aferraba a él como si fuese lo único que lo mantenía de pie.

Nunca vi a YoonGi tan alterado. Sólo nervioso de forma regular en el día.

Siempre empujé sus límites a propósito, tratando de conseguir que se rompiera su fuerte fachada y jamás lo conseguí. Era la persona más fuerte que conocía. Que pidiera un descanso para recomponerse antes de hacer la firma conmigo dice mucho sobre su estado emocional.

Sabía que probablemente quería esos pocos minutos a solas, pero no podía irme. No podía dejarlo así. Me aclaré la garganta para llamar su atención y saltó ante la intrusión. Se dio vuelta y se apresuró a enjugar una lágrima o dos mientras se forzaba a borrar sus emociones y volver al hombre calmado y controlado que vi en el escenario.

Abrió la boca para explicarse pero la cerró de nuevo, dándose cuenta de que no podía ocultar lo que acababa de presenciar. En cambio decidió ignorarlo.

—Park JiMin. —Fue un cálido saludo y un suspiro a la vez.Su sonrisa era sincera y sus ojos tenían auténtico placer, pero se veía una desconfianza que me dio miedo acercarme. Nos miramos en silencio, viendo los cambios que hicieron los cuatro años.

No estaba seguro de qué hacer o como romper el silencio entre nosotros, así que Yoon tomó la iniciativa.

—No creí que te vería de nuevo —dijo con un pequeño movimiento de cabeza.

—Yo tampoco. —Finalmente salí de mi estupor y le di una pequeña sonrisa—. ¿Un abrazo para este viejo amigo?

Abrí los brazos, aún sin dar otro paso, dejando que él viniera a mí en sus términos. Se tomó un momento para decidir, pero al final dejó que la sonrisa subiera hasta sus ojos, mostrando sus lindas encías y cruzó la habitación hasta mí.

Nos hundimos en el abrazo y simplemente nos sostuvimos el uno al otro mientras la tensión dejaba nuestros cuerpos. Sus brazos estaban alrededor de mi estómago y los míos apretados alrededor de sus hombros. Gracias a sus zapatos era sólo un par de centímetros más bajo que mi metro setenta, poniéndolo en la altura perfecta para que descansara su cabeza en mi hombro, lo que hizo con un pequeño suspiro. Mis ojos se cerraron y disfruté del momento. Pasó mucho tiempo antes de que preguntara:

—¿Estás bien?

Él suspiró profundamente y se salió de mis brazos.

—Estoy bien.

No le creí. Las palabras sonaban demasiado impersonales.

—Yoon, si no te sientes bien para firmar autógrafos conmigo, lo entenderé. Les diré que te sientes mal.

A es de Abstinencia [ j i m s u ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora