Capítulo 19. BRUMA OSCURA

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Observando los rostros de todos los miembros del consejo, Tul sabía que ponían muchas expectativas en si él podría ser capaz de salvar al guardián y al guía, que se encontraba ahora inconsciente en la otra cama.

-¿Podrás hacer algo?- preguntaba Kao con esos ojos parecidos a aquel que lo salvó.

-No quiero darles falsas esperanzas... el guardián ha pasado mucho tiempo en su forma salvaje y no sé como vaya a reaccionar cuando intente tocarlo.

-¿Debes tocarlo?- preguntaba Up dudoso, pues no quería que el sanador resultara herido.

-Me temo que sí... así que supongo tendrán que sostenerlo o atarlo... no tengo otra forma de poder adentrarme a donde necesito... el contacto con su cuerpo es primordial.

- Pues no sé si podamos atarlo... ni siquiera podemos acercarnos.

-Bien entonces tendré que hacerla a la antigua- suspirando- Abran la jaula.

-¡Que!- gritaron todos los miembros.

-¡Estás loco!- decía Gulf- ¡Te va a descuartizar!

-No es la primera vez que trato con un salvaje... además no estaré solo- notando como los miembros del consejo se veían unos a otros- ¿Saben la clase de don que poseo?- viéndolos negar- Hablo con los animales y veo fantasmas.

-¿Puedes dormir?- preguntaba Up con nostalgia.

-Cuando era pequeño me era muy difícil hacerlo... los fantasmas aparecían en mi habitación todo el tiempo, pero pude manejarlo... mis padres creyeron que estaba loco y...

-¿Te mandaron con el psiquiatra?- decía Mew riendo.

-Lo hicieron... estuve en un centro psiquiátrico por dos años- notando como Mew dejaba de reír- Hasta que el psiquiatra supo que no mentía.

-¿Cómo?- preguntaba Kao.

-Le dije que su madre estaba muy orgullosa de él... pero que no dejara las llaves pegadas en la puerta cada vez que llegaba a casa... entonces me dio de alta y sugirió que no dijera a nadie lo que podía hacer... se convirtió en un buen amigo- sonriendo.

-¿Qué quieres que hagamos?- decía Singto.

-Necesito que alguien se quede conmigo y toque esto cuando mis ojos cambien de color- señalando una campana de plata.

-Necesito que alguien se quede conmigo y toque esto cuando mis ojos cambien de color- señalando una campana de plata

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-Yo lo haré- decía Mew- Si llega a lastimarme puedo sanar más rápido que ustedes.

-¿Estás seguro, Mew?- decía Gulf con cierto recelo, pero viendo a su pareja afirmar.

-Necesito que salgan y cierren la puerta- viendo a los miembros del consejo dudar, pero aun así siguieron las indicaciones de Tul.


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