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Tomás despertó con un dolor insoportable de cabeza, ya estaba acostumbrado a las resacas, pero esta indicaba que había sido una noche difícil. No intentó ni siquiera sentarse, no tenía las ganas ni la fuerza para hacerlo. Buscó su celular sobre la cama, pero cuando quiso girar el cuerpo, sintió como unos brazos le rodeaban la cintura.

El castaño soltó un suspiro, esperando que Pedro no haya escuchado nada de lo que probablemente había hecho en la madrugada con ese tipo.

— Ey, vos, despertate. Es hora de que te vayas a tu casa —. Murmuró con la voz ronca, intentando apartar los brazos que interrumpían sus movimientos. — Dale.

Cuando quitó las sábanas del rostro del chico, abrió los ojos en grande. Ese no era cualquier chico. Su corazón comenzó a latir fuertemente, intentando recordar que había pasado la noche anterior para que terminara con Pedro en la cama.

— Unos minutos más... — Escuchó el murmullo del rubio, el cual se acomodaba aún más cerca suyo. Tomás se quedó tieso, no quería mover ni un pelo. Sentía sus mejillas arder más y más con solo el hecho de imaginar que había hecho eso con su mejor amigo.

No sabía qué hacer, no encontraba otra solución más que despertar a Pedro y hablar de lo que había pasado, porque ni él mismo lo recordaba.

— Pedrito... Despertate... — Susurró, moviendo levemente el cuerpo del mayor. — Dios, dios... ¿Qué hice? ¿Qué hicimos?

El nombrado abrió los ojos lentamente al escuchar la voz del castaño, quien le miraba preocupado.

— Rob... ¿Estás bien? — Preguntó rápidamente, queriendo sentarse en la cama para verle mejor. — ¿Te duele la cabeza? Puedo ir a buscar alguna aspirina, dame un minu-

— Pedrito —. Le interrumpió. — ¿Qué pasó anoche? ¿Hi- Hicimos algo? — El nombrado negó rápidamente, sonriendo.

— No, no, no te preocupes, no hicimos nada, solo viniste muy borracho y no quería dejarte dormir solo —. Aclaró el rubio, estirando sus brazos mientras bostezaba.

Tomás soltó un suspiro de alivio, lo peor que le podría pasar era que ambos estuviran incómodos y más ahora viviendo juntos.

— Me alegra saber eso... — Murmuró, tocándose la frente, se sentía mareado.

— Eu, ¿Estás bien? — Pedrito preguntó preocupado, estirando su mano para tocar las mejillas del castaño, tenía fiebre. — Voy a buscar una pastilla, quédate acá —. Salió de la cama con cuidado, caminando rápidamente hasta el baño de la habitación en busca de algún analgésico.

Tomás se incorporó lentamente sobre la cama, no era la primera ni sería la última vez que le pasaba lo mismo, su cuerpo ya estaba acostumbrado a sentirse así. Pedro volvió con un vaso de agua y una pastilla.

— Gracias —. Le sonrió el castaño, tomando la pastilla y bebiendo el agua luego para digerirla más fácilmente.

— ¿Querés algo más? ¿Tenés hambre? Puedo preparar el desayuno —. Habló el más alto, dándose vuelta para salir de la habitación nuevamente.

— Estoy bien, amigo, tranqui, esto pasa todos los días —. Dejó el vaso sobre la mesa.

— ¿Todos los días? — Pedro retrocedió sus pasos, mirándole con seriedad. — Tomás, esto no es sano para vos y lo sabés bien, no podés salir a beber todos los días, podés tener un colapso un día de estos.

— Me da... Me da igual —. Murmuró bajando la mirada hasta sus manos. — El alcohol me hace sentir más animado, mi mente se calla un rato y me deja en paz, me da felicidad, sentimientos buenos, así como hacer stream.

— No es lo mismo —. Refutó el rubio, su ceño ya se notaba ligeramente fruncido al escuchar las palabras del más bajo. — El alcohol no es sano, no es algo que se deba beber en exceso, no podés-

— Sí, puedo — Le cortó. — Puedo y necesito hacerlo para sentirme... Vivo —. Pedrito se dirigió al placar rápidamente, buscando ropa para dársela al adverso luego. — ¿Qué hacés?

— Ponete eso, nos vamos.

— ¿Qué? ¿Adónde? — Tomás le miró confundido, pensaba que su amigo se había vuelto loco.

— Te voy a llevar con una psicóloga.

— ¿Qué? No, no, hoy tengo muchas cosas que hacer, no tengo tiempo.

— ¿Pero si para beber? Dale, cámbiate, te espero en la puerta.

Tomás notó el tono con el cual su amigo le había hablado, se le notaba enfadado, no se sentía bien para estar llevándole la contraria, así que se vistió y bajó por las escaleras.

—「 🍷 」—

BUEEEEENAS.

anoche me dió una gran inspiración y terminé de escribir esta fanfic (sí, ya está escrito el final) así que actualizaré dos capítulos por día para que las personas que todo este tiempo esperaban por un capítulo, tengan mi agradecimiento por seguir leyendo.

muchas gracias a las personas que siguen leyendo esto. <3

espero tengas un hermoso día, tarde, noche. ~

pd: preparen los pañuelos.

– L.

🈀۪ ; ⌜ ALCOHOL T.2 ⌟ ⊹˚ ᵖᵉᵈʳᵒᵇˡᵉⁱˢDonde viven las historias. Descúbrelo ahora