Debo ganarme el favor de mi prometido | Princesa Encantadora

capítulo 6

Una flor floreciera en mi boca...

Este debe ser el té que tomó Diana, la frase sí que le queda. El color del te es como la de una rosa, tan bonita.

Doy la vuelta mi vista hacia la gran puerta.

Mis padres ya estuvieron un largo rato con Claude, ¿Debería preocuparme?

No, estarán bien.

Claude no es tonto, si mata al Conde estará en grabes problemas, además son mis padres, sus suegros... ¡Sus suegros! No puede ser que apenas me haya dado cuenta, el me trató tan dulcemente, de verdad parecía preocupado por mí.

Antes de la traición, Claude estaba enamorado de Penélope. Él pensaba que era su único amor, tal vez por eso la dejó escapar al final. Sería imposible solo "escapar" de él. Aunque de todas formas iba a morir.

Tal vez fue su último acto de amor hacia ella, por como la trata, puedo ver que lo que la llevo a la muerte fue su ambición por el poder.
Si yo no me dejó llevar también, me salvaré. Lo único que necesito es continuar cerca de Claude.

Las protagonistas siempre hacen planes cuando llegan a otro mundo y termina saliendo todo al revés.

Al contrario de las demás, yo sí tengo ojos, y se que Claude tiene sentimientos por mí, eso no cambiará si sigo a su lado.

Al menos, si deja de estar enamorado de mi, me tendrá un poco de cariño, ese debe ser mi objetivo.

Mis ojos corrieron hacia la puerta al escuchar como se habría de nuevo, mostrando a mis padres con una sonrisa notoriamente forzada, así como al Príncipe, que estaba siguiendolos por detrás.

El ambiente se sentía pesado, sin embargo mi prometido se mostraba con una auténtica sonrisa, llegando a un lado de mi cama, junto a la mesa repleta de distintos tés.

- Penélope- dijo para tomar mi mano- ya todo está arreglado.

- ¿Arreglado?- pregunté con confusión.

- Ya no serán estrictos contigo, tampoco vestirás ropas incómodas, podrás relajarte tanto como desees.

Mientras el hablaba mis padres estaban estáticos y con la cabeza gacha.

- En el caso de que no lo cumplan, solo debes avisarme, así podré ejercer un castigo ejemplar- volteó a ver a mis padres, podría jurar que mi madre está por llorar.

Creo que debería intervenir en todo esto.

-¡Majestad! Estoy segura de que todo tiene una explicación, por mi memoria no lo recuerdo.

Dirigí mis ojos a ellos, haciendo contacto visual por un momento.

- Pero desde que desperté, mis padres solo han intentado ayudarme, calmarme y han sido cariñosos conmigo.

- De todas formas, dejemos ese tema por ahora.

Mis padres dieron un suspiro de alivio.

- ¿Encontraste algún té que te guste?

- De hecho, no he terminado de beberlos todos, pero me ha llamado la atención éste té. - Perdón Diana, pero te robaré la frase - Debería probarlo su majestad, es como si una flor floreciera en mi boca.

- Que interesante - dijo con una sutil sonrisa - siento algo parecido cuando te veo.

- ¿Eso, eso es así? -Aguanta, aguanta ___, se que es difícil ver como una cara bonita diga lo que siente por ti ¡Frente a ti! Pero debemos ser fuertes.

- Si, cuando te veo, siento como florece mi interior.

Luego de eso, colocó sus manos en mi rostro y lo acarició. Olvida la calma, estamos en zona roja.

- Su majestad, gracias por su bello elogio. Espero que en su corazón siga teniendo un lugar para mí.

El sonrió y tomó distancia de mi.

- Sin duda habrá un espacio tan grande como el imperio, solo para tí. Pero lastimosamente debo retirarme ahora, dejé mis deberes para poder verte.

- No quiero molestar a su majestad.

- Es algo que yo decidí, no es ninguna molestia. Además, eres mi prometida.

Soy su prometida, ¿no es así?

- Adiós, quiero que descanses, intentaré visitarte más seguido.

- Hasta pronto, esperaré su visita majestad.

Sin más que decir, abandonó mi habitación.

- Hija, debemos ir a despedir al Príncipe, volveremos enseguida.

Mis dos padres fueron apresuradamente detrás de mi prometido.

Quedando la habitación solo conmigo y algunos sirvientes, tuve la oportunidad de pensar de nuevo.
Claude no dejará de amarme, sin embargo, ese amor puede pasar al odio muy fácilmente.

Para mantenerme con vida solo necesito estar a su lado.

Yo...

...Debo ganarme el favor de mi prometido.