La gran mentira (Harry Styles y Kenny) EDITANDO

Capítulo 98

-¡Kenny! - la volvió a llamar Harry con desesperación mientras intentaba que ella abriera los ojos. Pero todo era inútil, no lo hacía.
-¡Kenny!-
-Necesitamos una ambulancia en la entrada, ¡Rápido! - avisó Steve por su radio- Tenemos que irnos- Harry asintió y tomó a su esposa en brazos.
-Si quieres puedo llevarmela yo-
-¡No! -
-Estás muy nervioso-
-Yo lo haré- le dijo mientras comenzaba a caminar.

Momentos después ambos salían rápidamente. La ambulancia ya se encontraba afuera esperando por Kenny.
Al instante unos paramedicos la subían a una camilla y Harry subió junto con ella.
-¡Por favor ayudenla! - decía una y otra vez mientras su alma se quebraba por dentro.
-Señor por favor guarde silencio-
-Ayudenla- una mano se poso sobre su hombro. Harry dirigió su vista nublada por las lágrimas hacia arriba para ver quién era. Una señora de unos cuarenta y tantos le sonrió.
-Tranquilo, ella estará bien- él dirigió su vista una vez más a su esposa. Estaba conectada a algunos cables y pudo ver como metían una aguja en su vena para suministrarle suero.
-El ritmo cardiaco está bajando- dijo uno de los allí presentes. A Harry se le encogió el corazón.
-Hay que darle una descarga- murmuró otro.
-¡No! - Harry se levantó rápidamente.
-Señor, ya le dije... -
-Está embarazada- dijo en un susurro. Ambos paramedicos se miraron preocupados. Aquella mujer se dirigió rápidamente a Kenny y comenzó a presionar su pecho mientras contaba. Repitió esto un par de veces más hasta que Kenny volvió a respirar.

Cuando llegaron al hospital, rápidamente dirigieron a Kenny dentro.
-Sólo puede llegar hasta aquí- le decía un doctor a Harry.
-Por favor, no deje que les pase nada- grito.

(...)

Mónica entró rápidamente al hospital junto con Zayn. Sin dudarlo dos veces se abalanzó sobre Harry y lo abrazó fuertemente, él se lo devolvió con la misma fuerza mientras se soltaba a llorar con fuerza. Lo necesitaba, necesitaba el apoyo de alguien.
-¿Cómo están? -
-No lo sé- a Mou se le encogió el estómago. ¿Cuándo serían felices Kenny y Harry?

Tiempo después llegaron Anne junto con Nora.
Anne abrazó a su hijo también.
-Ya no puedo mamá-
-No digas eso- él negó con la cabeza.
-Si a alguno de los dos les pasa algo me muero-
-Harry-
-Me muero madre-
-Claro que no. ¿Y tus hijos? ¿Qué pasará con tus mellizos? -
-Por ellos sigo vivo mamá. Los amo a los cuatro y quiero tenerlos conmigo-
-¿Kenny Mendoza?- preguntó un doctor.
-Yo soy su esposo- el doctor asintió.
-Afortunadamente su esposa ya se encuentra estable, está respirando bien. Tiene muchos golpes y un par de costillas rotas, pero... Ella cayó en estado de coma- Harry cerró sus ojos mientras apretaba sus puños.
-¿Y el bebé? -
-Todo indica hasta el momento que está bien, pero tendremos que asegurarnos ya que su esposa estuvo varios días sin alimento ni agua-
-¿Puedo pasar a verla? - el doctor iba a negarse pero le pudo más el rostro angustiado de Harry.
-Sólo una persona y será rápido-
-Quiero pasar yo- Anne y Nora asintieron. Harry siguió al doctor.
Su corazón siguió partiéndose al verla más detenidamente. Su cabello estaba sucio y grasoso, observó las marcas que le había dicho el doctor, estaba delgada y pálida.
-¿Podria hacerlo yo? - la enfermera que estaba pasando un cubo de hielo por los labios de Kenny lo miró y asintió. Harry se acercó a su esposa y comenzó a repetir lo que la enfermera había estado haciendo.
-Mi amor despierta- le susurró al oído- No puedes dejarme y tampoco a los mellizos. Tenemos que estar juntos los cinco; tú, Darien, Darcy, la bola y yo, no puedes hacernos esto. Te amo, y no puedo imaginarme la vida sin ti princesa. Me prometiste volver a empezar, que estaríamos juntos hasta estar como pasitas bebé, no puedes abandonarme- Harry se acurrucó en el hombro de su esposa y volvió a llorar silenciosamente.