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1959 - Laboratorio del Dr. Brenner (Hawkins, Indiana)

Peter (001):

Hacía más o menos dos meses que Cero había llegado al laboratorio, aunque no mantuve casi contacto con ella, era solo una más en este tipo de experimento con niños. "Papá" nos puso una estricta rutina, nos despertabamos, desayunabamos, teníamos pruebas, íbamos por unas horas a la sala arcoíris, comíamos, más pruebas, de vuelta a la sala arcoíris, cenábamos, nos íbamos a duchar y nos íbamos a dormir. Así todos los días, llegó un punto que la rutina se volvio agotadora, papá nos sacaba horas de sueño, hacíamos más pruebas, eran más difíciles y más agotadoras.

A Cero al principio no le costó adaptarse, era fuerte, parecía frágil como una mariposa pero tenía mucho potencial, me había ganado un par de veces lo que me despertó curiosidad. Pero en cuanto papá empezó a presionarnos más y más Cero no lo resistía y caía al suelo desmayada. Cada vez más, todos estábamos agotados y no rendimos bien a todo lo que papá nos pedía que hiciéramos, cada vez habían más niños que se desmayaban, pero a papá no parecía importarle.

Pero una noche alguien entró a mi habitación, una persona sollozaba y en cuanto la escuché abrí los ojos de golpe, y ahí me encontré a Cero llorando.

- ¿Que pasa Cero? - La mire, cada vez se encogía más y no decía ni una palabra - ¿Has tenido una pesadilla? - Atine a decir, y ahí levantó la mirada del suelo y asintió con la cabeza.

Me puse de lado, levanté las sábanas y le hice un hueco. Cero no dudo ni un segundo y vino con los ojos llorosos y se hizo un ovillo entre mis brazos. No sé porque lo hice, pero en cuanto Cero se acostó la abracé, me sentía raro, nunca antes había tenido esa sensación, no se como pero algo dentro de mi me hizo prometer que la iba a proteger de cualquier cosa, y si hacía falta matar, lo haría.

- Lo siento Uno por despertarte y venirte a molestar - Dijo la pequeña con un hilo de voz.

- No pasa nada Cero - La mire con una pizca de ternura.

- Uno - Levantó la cabeza y me miró a los ojos aún cristalizados - Eres lo más cercano a una familia que tengo - Dijo mientras soltaba una lágrima.

- Tu también Cero - Se acurrucó más en mis brazos y dije - Somos una familia, tu y yo, lo vamos a ser siempre te lo prometo - Cero se quedó dormida en mis brazos y mientras la observaba dije - No voy a dejar que te lastimen Cero, somos tu y yo.


Nota de la autora:

Me dió mucha ternura este cap.

Aclaración: Cero tiene 9 y Uno tiene 12, se llevan 3 años.

Espero que les este gustando <3

- 𝐃𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐭𝐚 𝐚𝐥 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨 - 𝟎𝟎𝟏 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 𝐁𝐚𝐥𝐥𝐚𝐫𝐝Donde viven las historias. Descúbrelo ahora