- Uno, espera! - Le dije a aquel chico rubio que no dejo de caminar, levanté mi brazo y lo hice frenar a la fuerza.
Le di la vuelta y caminé hacia él, mientras él seguía inmobil, me puse enfrente de él y pude ver con la furia con la que me miraba - Escapemos hoy - Le dije de manera impulsiva - Escapemos ahora, solos tú y yo, como siempre lo dijimos - Esperaba que Uno me contestara, pero al contrarió solo se quedo mirándome.
Deje de utilizar mis poderes con él y lo solté, si quería se podía ir y dejarme allí, pero no lo hizo. Así que aproveche mi oportunidad y me acerque más a él, puse mis manos en sus mejillas y lo miré suplicante - Uno, es nuestra oportunidad - Uno me miró intensamente - Entremos de vuelta a la oficina de papá, averiguemos si tengo familia, y si es que si, cuando salgamos de aquí podemos ir con ellos - Uno seguía sin decir nada, pero veía que por dentro estaba indeciso.
Me separé de Uno y retrocedí unos pasos, su mirada no expresaba nada, solo me observaba - Si tú no sales yo tampoco, no pienso salir de este infierno sin tí Uno - Me di la vuelta para irme, pero antes de empezar a caminar le mire de lado - No voy a desaprovechar la oportunidad de saber quien soy, así que ya sabes donde voy a estar - Y con esas palabras y su frío silenció volví a dirigirme hacia el despacho de papá.
(Opcional para esta siguiente parte escuchen: She Knows - J.Cole, Cults, Amber Coffman)
Allí dentro tomé la llave que el rubio había dejado encima del escritorio, me agaché para quedar a la altura de los tres cajones que habían y empecé a buscar uno por uno, los expedientes estaban numerados por números, pero por muy extraño que me pareciera, y viniendo de papá un hombre tan ordenado y pulcro estaban todos los expedientes mezclados. Así que debo de haber pasado unos 5 minutos mirando todos los expedientes, pero el mío y el de Uno no estaban. Abrí los otros dos cajones y lo único que habían eran cassettes con fechas. En un momento de incertidumbre y confusión se me ocurre buscar por el mueble con cajones que tenía papá detrás de su mesa. Y con la llave empecé a abrir uno por uno. Entonces allí lo vi "Sujeto 000" ese tenía que ser mi expediente, lo raro era que era lo único que había en todo el cajón. Así que lo tomé y lo abrí.
Con lo primero con lo que me encontré fue con varias fotos mías de cuando era pequeña, encontré fotos tomadas desde una cámara de seguridad del laboratorio, vi mis pruebas fallidas y las acertadas, mis puntos fuertes y los débiles. Había una hoja adjunta al documento donde explicaba cómo había sido mi primer año, era como una especie de control, como me había incorporado, pero entonces hubo algo que me sorprendió, ponía que mantenía una fuerte pero peligrosa relación con 001 ¿a que se refería?. Seguí pasando todas las hojas que habían y entonces lo encontré, mi expediente, mi altura, mi peso, donde vivía y entonces lo vi, mi nombre.
"Nombre del Sujeto: Blair Fray"
El hombre de mi sueño tenía razón. Seguí leyendo y busqué el nombre de mi madre. Oh, mierda.
"Madre del Sujeto: Clarissa Fray"
"Estatus: Difunta postparto"
Mi madre había muerto en el momento en que me dio a luz, de mi padre no se sabía nada, pero tenía un hermano, Jace Wyland. Y para mi suerte había una dirección, vivía en la calle North Ave número 17. Genial era todo lo que tenía que saber.
(Opcional, aquí si quieren pueden frenar la canción)
- ¿Has encontrado algo interesante? - Reconocí la voz al instante, Uno.
Me giré para mirarlo y sonreí - Ya se cual es mi verdadero n... - No pude acabar de hablar que Uno estampo sus labios contra los míos.
Solté el expediente y enrolle mis brazos alrededor de su cuello, mientras que el me tomaba de la cintura y me acercaba más contra él, nos empezamos a conectar cada vez más, como si ya nos hubiéramos besado una infinidad de veces, saboree sus labios mientras que él lo hacía con los míos, quería no separarme nunca más de él, todas la veces que me había imaginado este momento y por fin estaba pasando, tenía a Uno para mi y el no me soltó, el beso cada vez iba a más y yo cada vez me quería separar menos, sus labios eran adictivos tanto como su amor. Pero Uno después de un rato cortó el beso y puso su mano en mi mejilla - No sabes cuanto hace que quería hacer esto - Sonrió de lado y puso su frente contra la mía, yo solo podía mirarlo y sonreír - Perdón, antes te he interrumpido, ¿que has descubierto en todo el rato que llevás aquí? - Dijo el rubio
Me separé un poco y tomé el expediente - Me llamó Blair Fray - Lo miré divertida
- ¿Así que señorita Blair Fray eh? - Me devolvió la misma mirada
- Mi madre se llamaba Clarissa Fray, pero murió después de darme a luz - Hice una mueca - Pero tengo un hermano dos años mayor, Jace Wyland - Terminé de leer
Uno sonrió - Al menos ya sabes que tienes una familia - Puso un mechón detrás de mi oreja y me tomó del mentón - ¿Lista para salir de este infierno? - Me miró divertido y me dió un beso rápido - Creo que nunca me voy a acostumbrar a tenerte solo para mí -
Uno y yo acordamos en quedar los dos en el sótano en 10 minutos, íbamos a aprovechar ese tiempo para ir a nuestras habitaciones y prepararnos. Pero mientras empecé a caminar hacia el pasillo que daba a mi habitación me di cuenta de que las cámaras de seguridad no funcionaban, habían estado apagadas todo el rato, a nadie le parecería sospechoso, pero tras vivir tantos años aquí puedo asegurar que nunca habían estado apagadas tanto tiempo, seguramente me estaba volviendo loca, así que no le di más importancia de la que merecía. Las habitaciones estaban separadas por dos pasillos, hombres y mujeres y la mía era la última habitación, pero antes de llegar, en la habitación de número 006 escuche unos sollozos. Por más que intente no parar y entrar a la habitación papá me había enseñado desde pequeña que yo era la hermana mayor y que yo les tenía que cuidar. Así que toqué dos veces y entré. Sentada en la cama, con las piernas enrolladas y las manos secando sus lágrimas, estaba Seis. Al verme se le iluminó la cara y vino corriendo a abrazarme.
- ¿Qué ha pasado peque? - Le pregunté mientras me arrodillaba para quedar a su altura.
La niña de cuatro años que tenía delante volvió a secarse las lágrimas nuevamente y me miró con los ojos cristalizados - Una pesadilla, un hombre horrible y quemado. Que tenía tentáculos y colgaba de la pared - Oh, mierda. Ya sabía de quién estaba hablando. La pequeña se puso a temblar mientras volvía a llorar.
Me levanté y la tomé en brazos, Seis se me agarró como un monito y la dejé en su cama.
- Cero, ¿me cuentas una historia? - Me miró la niña asustada.
Estaba a punto de negarme, pero recordé cuando yo era pequeña y Uno me leía historias hasta que me quedara dormida porque tenía miedo.
Me senté a su lado y le empecé a contar la primera historia que se me pasó por la cabeza mientras le acariciaba el pelo. Seis no tardó mucho en quedarse dormida y yo aproveché para escabullirme antes de que se diera cuenta.
Cuando llegué a mi habitación y miré el reloj pude notar que los 10 minutos ya habían pasado, así que tomé cuatro cosas y me dispuse a irme. Pero en cuanto miré hacia la cama noté que había una hoja encima de esta, la tomé y vi una nota.
"Cero, papá ha estado a punto de descubrirme.
En vez de vernos en el sótano nos encontramos directamente en el bosque.
Uno."
Era la letra de Uno, así que le hice caso a la nota, aunque me pareció extraño, ya que él no cambiaba nunca los planes a última hora. Me guardé la nota en el bolsillo y empecé a correr con sigilo por los pasillos mientras intentaba controlar que no hubiera ningún guardia. Pero no había nadie, estaba desierto. Supuse que Uno debía de haber distraído su atención hacia otro lugar. Así que aproveche el momento y salí corriendo hacía la puerta. Pero en cuanto salí la alarma empezó a sonar.
Nota de la Autora:
Primer contacto entre Uno y Blair !!!
Un capítulo lleno de emociones
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- 𝐃𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐭𝐚 𝐚𝐥 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨 - 𝟎𝟎𝟏 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 𝐁𝐚𝐥𝐥𝐚𝐫𝐝
FanfictionBlair Fray, o mejor conocida como número "000" a vivido toda su vida en el Laboratorio del Dr. Benner bajo la mentira de que el era "PAPÁ" Pero tras sufrir sus interminables castigos decide escapar del laboratorio junto a número 001, con el que man...