Al igual que todos los días, estábamos en nuestro tiempo libre en la sala "Arcoíris". Como Uno y yo habíamos tomado por costumbre estábamos jugando ajedrez, Uno cada vez se volvía más bueno, mientras que yo le seguía ganando con más dificultad cada vez. En algunas ocasiones papá y yo habíamos jugado juntos ajedrez, así fue como aprendí y por eso después le empecé a enseñar a Uno. Pero esta no iba a ser una partida como todas las demás.
- Uno, tenemos un problema, no levantes la mirada - Le susurre al chico que tenía la mirada fijada en el tablero - Papá sabe lo del sótano, sabe que nos reunimos allí - Pude ver que el chico me miró de golpe - Aparenta que esto es una partida normal, no puede sospechar - Y miré rápidamente la camara que nos apuntaba desde una esquina.
El chico volvió a mirar el tablero y movió su torre, comiendo así a mi caballo - ¿Como lo sabes? - Levantó levemente la mirada.
- Anoche mientras dormía vinieron dos guardias a mi habitación y me llevaron a una sala con una camilla - Uno frunció el ceño y me dejo seguir hablando - Papá apareció, pero no me dijo nada, solo me inyecto algo con una jeringa y me indujo como en una especie de pesadilla - Le conté
Uno parecia furioso - Y ¿qué pasó allí? - Fijó sus ojos con los míos.
- Había un hombre de aspecto monstruoso que me advirtió de que tenga cuidado, y... Después te ví morir delante de mí - Lo miré seria - Uno, no tenemos tiempo, nos tenemos que ir lo antes posible. - Lo miré fijamente
- Cero, el Dr. Brenner no es nuestro padre - Lo miré confundida - A algunos de aquí los adoptó, a otros los compró a sus familias. Cero, despierta de la puta mentira! - Fije mi mirada en el tablero - ¿Por qué crees que no nos parecemos? - Pude ver como con su mirada buscaba una respuesta, una reacción, cualquier cosa.
- ¿Lo has sabido todo este tiempo y no me has dicho nada? - Lo miré furiosa y Uno no dijo nada - Hacke - Le dije y me levanté dispuesta a irme, pero la mano de Uno me frenó.
- Cero - Me miró intentando desifrarme, pero yo ya me estaba cansando de saber la verdad a medias.
- Que te jodan Uno - Aparte su mano y me fui a mi habitación.
Me quedé toda la tarde en mi habitación e incluso ni siquiera fui a cenar con el resto de mis "hermanos", no tenía ganas de comer y menos de ver a Uno. Así que espere hasta que todos se fueran a dormir para poder salir de allí. Con cuidado empecé a caminar por los pasillos y mientras me dirigía hacía la oficina de "papá" escuche un ruido en la enfermería, me acerque un poco y allí estaba el, Uno.
¿Desde cuando Uno estaba liado con la enfermera?
Ella estaba apoyada en la mesa del escritorio, mientras que Uno la tomaba por el mentón y la miraba fijamente a los labios. Estaban muy cerca el uno del otro, y en ese instante fue cuando Uno me rompió el corazón por segunda vez. Me había prometido que nunca más lo haría, pero se lo permití. Uno se inclinó un poco más y la beso, lo intente peró una lágrima cayó hasta mi mejilla.
¿Por qué él no me podía mirar así? ¿Por qué no me miraba como yo a él?
Así, sin darme cuenta, por la mezcla de emociones que tenía, por la rabia que sentía, acabé explotando una de las bombillas que estaban encendidas en la enfermería, haciendo así que Uno y la enfermera se separaran. Uno miró hacia la puerta, pero yo me fui antes de que me pudiera ver, volví en mis pasos y llegué hasta la oficina de papá. Entre sin hacer ruido, por suerte la oficina de papá era la única que no tenía cámaras, así que eso me facilitó las cosas. Fui directa a los archivos que tenía en los cajones de su escritorio, pero estaban cerrados con llave, si la abría con mis poderes se escucharia muy fuerte y me encontrarian al instante.
Mierda Cero, piensa rápido - Me dije a mi misma. Pero antes de poder idear un plan, la puerta de la oficina se abrió de golpe. Joder, era Uno
- ¿Cómo sabías dónde estaba? - Lo miré furiosa
El chico soltó una sonrisa de lado y entró - Eres muy previsible Cero - Se apoyó en la mesa
- Vete a la mierda Uno - Lo miré aún más cabreada.
- Sabes, tu misma me lo has dicho - Lo miré extrañada ¿A qué se refería? - En el momento en que has roto la bombilla de la enfermeria - Volvió a sonreír de lado.
- Se ve que te lo estabas pasando genial - Volví a concentrarme en como abrir la cerradura.
Uno arqueó una ceja y no dejó de sonreír - Me esperaba que lo negaras, ¿acaso estas celosa Cero? - Me miró penetrante.
Me levanté y caminé hacia Uno con el ceño fruncido - Oh, no Uno, hace mucho me dijiste que éramos una familia, tu y yo, y que soy como tu hermana - Le mentí, pero me negaba mostrarme tan vulnerable delante de él, me acerque más a Uno, quedando a muy pocos centímetros de él - No te confundas querido - Entrecerre los ojos y lo miré directo a los ojos.
Uno se levantó de la mesa y se empezó a acercar a mi, mientras que yo iba retrocediendo - Sabes Cero, se que me estás mintiendo - El rubio no dejó de sonreír, y yo acabé chocando contra la pared que tenía detrás - Porque se que sientes lo mismo que yo siento - Me tomo de la mejilla y me acercó a él.
Pero en ese momento entraron unos guardias, cerré los ojos con fuerza y después de unos minutos se fueron, sentí como la sangre caliente caía por mí nariz y en el momento en que la puerta se cerró abrí los ojos, Uno volteo la cabeza para mirarme y vió la sangre.
- ¿Qué has hecho? - Me miró con más atención, pero en ningún momento apartó su mano de mi mejilla.
- No lo sé - Le dije extrañada mientras le miraba a los ojos.
Uno soltó una sonrisa y me volvió a mirar penetrante - ¿Porque no me habré dado cuenta que la pequeña se tenía un poder guardado - Se volvió a inclinar hacia mí.
Yo también me acerqué a él, pero a comparación yo entrecerré los ojos - ¿Sabes cuál es tu problema Uno? - Lo miré dolida, mientras el me miraba confundido - Que sigues viéndome como a una cría, pero yo ya he crecido, he madurado, mientras que tu lo único que ves es a alguien que necesita que la rescates de todo, puedo hacerme cargo de mis propios problemas. Me esperaba que mucha gente me mintiera, ¿pero tú? eso sí que no - Uno alejó su cara un poco de mí para poder mirarme desconcertado - "¿Porque se que sientes lo mismo que yo siento?" - Le cite - Oh vamos Uno, ¿en serio? No intentes manipularme, a tu novia la enfermera no le haría gracia - Me aparté de él, y pude ver que ahora sí que le había hecho cabrear.
Nunca que había mirado de la manera que lo había hecho ahora, sonreía, pero esta vez no dejaba de apretar la mandíbula - Sabes Cero que te den, ¿te crees que no se que no necesitas mí ayuda? Pero la noche de 1959 que viniste a mi habitación llorando con nueve años me hice prometer que te cuidaría de todo, aunque no me necesites. Joder mirate, eres una mujer Cero, ya no eres una niña - Uno me miró furioso, mientras que a mí me cayó una lagrima - ¿Sabes porque estaba en la enfermeria hoy en la noche? - Hizo una breve pausa, y sacó una llave - Para esto, esta llave es la llave de los expedientes. Sabía que vendrías así que conseguí la llave para que puedas saber quien eres - Uno me miró, ya no sonreía, ahora estaba serio.
Me acerqué a él y le miré directo a los ojos mientras de los míos no dejaban de brotar lágrimas - Uno... -
- Que te jodan Cero - Negó con la cabeza y se dió la vuelta, y así sin más se fue.
Nota de la autora:
Un late night chapter para los lectores nocturnos <3
Este capítulo esta lleno de emociones jeje
¿Alguien encontro los paralelismos de este cap? pista: hay 2
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- 𝐃𝐞 𝐯𝐮𝐞𝐥𝐭𝐚 𝐚𝐥 𝐣𝐮𝐞𝐠𝐨 - 𝟎𝟎𝟏 𝐏𝐞𝐭𝐞𝐫 𝐁𝐚𝐥𝐥𝐚𝐫𝐝
FanfictionBlair Fray, o mejor conocida como número "000" a vivido toda su vida en el Laboratorio del Dr. Benner bajo la mentira de que el era "PAPÁ" Pero tras sufrir sus interminables castigos decide escapar del laboratorio junto a número 001, con el que man...