Atazagroafobia

14 : Ráfagas

Su indignación no sorprende cuando anuncia el nuevo destino. Ella es muy consciente de que la prisión está en la dirección opuesta y que a todos les molesta la idea de dar marcha atrás. 

También es dolorosamente consciente de que parece indecisa y bastante tonta. 

Un líder poco fiable. 

Precisamente por eso necesita encontrar a su padre. 

Su estómago se agita ante la idea de verlo de nuevo. Es a la vez un nerviosismo ansioso y una sensación de esperanza. Extraña al hombre incluso si la había despreciado la última vez que lo había visto. 

Ella trata de no pensar demasiado en la posibilidad de que él ya no esté vivo, pero no puede dejar de lado una vívida imagen de él merodeando con su carne pudriéndose en algunos lugares y mechones de color azul plateado en sus ojos. 

Si un hombre tan fuerte y poderoso como él puede reducirse a nada más que decadencia, entonces su cuerpo ágil no tiene ninguna posibilidad. 

"¿Estás bien?" Ruon Jian pregunta. Él tiene buenas intenciones, pero la constante formulación de esa pregunta se está volviendo casi condescendiente, como si pensara que ella no puede valerse por sí misma. 

"Estoy bien." Ella miente. 

"¿Quieres que yo..." Él se acerca. Ella casi le da un golpe en la mano que lo ayuda. 

"Yo puedo apañarmelas solo." Ya la creen débil, no necesita alardear. 

“No valdrá la pena esforzarse”. comenta Li. 

"Tampoco vale la pena volverse perezoso". Ella responde. Está segura de que hay una delgada línea entre los dos y que se tambalea entre los dos. Ayuda poco que ocasionalmente se encuentre sintiéndose muy débil. Se pregunta si es la infección la que sigue su curso. 

El viaje de regreso al palacio ha sido especialmente monótono sin Xuia y su comportamiento alegre. 

"Estás callado hoy". Ruon da otra observación no solicitada. 

“Siempre estoy callado”. 

"Más de lo usual." 

"¿Qué te importa?" Ella pregunta. 

Se encoge de hombros. "No sé. Supongo que simplemente no me gusta verte así.

"Deberías preocuparte por ti mismo". 

Él deja pasar unos minutos en un silencio pacífico antes de molestarla más, ¿por qué vamos a la prisión?