Capítulo 29.

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Un casi final"

Penúltimo capítulo.

[...]
—Señor encontramos al cirujano que quería —le informa uno de sus sirvientes a Vegeta.

—¿Cuándo atenderá a mi solicitud? —pregunta bebiendo una copa de vino.

—Hoy mismo señor.

—Perfecto —dice fijando su vista en el techo.

—Señor, será un cambio drástico ¿Está seguro? —le cuestiona uno de ellos.

—Así es pero primero ya saben lo que haremos, yo no dejo deudas pendientes tras de mí ¿Recuerdas? —le da vuelta al vino que tomaba.

—Pero será muy arriesgado, debería reconsiderar su decisión.

—Eres libre de venir o retirarte chino, sólo necesito hombres dispuestos a todo en esta travesía, ya deberías saber que el que no se arriesga no gana...

[...]
En la empresa Cápsule Corp.
Pan.
Lloré y luego sonreí viéndome al espejo, Trunks no se alegrará para nada con esto pero sucedió, acaricié mi vientre pensando en ¿Cómo rayos pasó? Trunks siempre se cuidó, excepto la vez que...

Volví a sonreir y dejé la prueba a un costado de los lavamanos mientras tomaba un poco de agua con las manos lavándome con ella el rostro, ya no quiero llorar ahora debo cuidar de mi bebé, nuestro bebé Trunks, se va sorprender mucho y mamá también.

Un momento ¿Cómo se lo diré a papá? él aún no sabe nada de la relación que tenemos con Trunks, ni siquiera lo sospecha ¿Qué voy a hacer? ni siquiera nos atrevemos a decirle lo nuestro ¿Y ahora sólo voy y le digo que espero un hijo de su jefe? moriría de la impresión o me mataría primero.

Pensaba en eso cuándo escuché a alguien más entrar al baño llorando, era una de las secretarias de nivel medio de la empresa.

—¿Estás bien? —le pregunté secándome el rostro con un pañuelo.

—No.

—No llores ¿Qué te pasa? —interrogué colocándole una mano sobre el hombro.

—Me despidieron.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Porque estoy embarazada.

—¿Pero como se atrevieron? Esa no es justificación —le quité la mano del hombro y ella se secó las lágrimas.

—Está claro en las reglas, las personas embarazadas serán despedidas sin derecho a volver a ser contratadas.

_¿Qué? Eso no puede ser, hablaré con Tru... —guardé silencio un momento—. Con el señor Briefs —corregí.

—¿Quién crees que autorizó mi despido? —dijo con una sonrisa irónica.

—Debe ser un error...

—No lo es, hablé con él hoy antes de que entrara a esa junta y me dijo que si quería seguir trabajando debería abortarlo.

—¡¿Pero como se atrevió a decir eso?! —exclamé alarmada sin poder creer lo que pasaba.

—Yo no quiero perder mi trabajo, pero no voy a abortar así mi pareja me haya abandonado cuando se enteró, por eso necesito este trabajo.

—No lo hagas, yo hablaré con Trunks y lo convenceré.

—¿Cómo podrías? Oye espera... —me dijo fijando la mirada en mí con detenimiento—. ¿Qué tú no eres su amante?

—Soy su secretaria.

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