capítulo 17.

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“Saludos del hijo del oscuro"


Trunks.
—Pan... »¿Qué demonios hace?«

Apretaba los puños viéndola no soportaba verla ahí como una cualquiera ¿Cómo se le ocurrió hacer semejante barbaridad? Y lo peor es escuchar como le silban y todas las cosas asquerosas que le gritan deseando su cuerpo ¿Cómo se le ocurre exhibirse así frente a todos estos imbéciles? Ese cuerpo es sólo mío.

—¡Nena estás buenísima! —gritó un sujeto »solo yo le digo nena imbécil«

—¡Yo pago lo que sea por ti! —gritó otro y los gritos continuaban.

—¡Mucha ropa!

—¡Mucha ropa nena quítate ese sostén!

—¡Hey preciosa ven te daré fuerte a como lo mereces!

—¡Hey chiquita vente pa' ca!

—Bola de imbéciles ¡Cierren la boca! —les grité. Ya no soporté escuchar esas obsenidades hacia Pan ni menos los silbidos Pan nunca debió de subir ahí y menos ponerse a bailar de esa forma, me quité el saco y subí ahí cubriéndola con él y luego la tomé fuerte de la muñeca—: ¡¿Se puede saber que rayos haces?!

—Querias una chica de las que bailaban ¿No? —espetó.

—Déjate de estupideces ¡Nos vamos ya mismo! —le grité sujetándola de la muñeca.

—¡Hey suéltala! —gritó un sujeto.

—¡Bajate imbécil! —gritó otro.

—¡Te bajas o te bajamos! —agregó otro más y los gritos seguían.

—¡¿Acaso te gustan las cosas que te dicen o qué?! —le grité a Pan.

—No, es asqueroso lo que dicen, yo solo quería que...

—¡Qué nada! —le interrumpí—. ¡Nos vamos ahora mismo! —sin pensarlo la cargué en mi hombro bajando de ahí para salir de ese lugar pero varios tipos me impedían el paso.

—Déjala o te daremos una buena paliza.

—Tu no te la llevas de aquí.

—Nunca te llevarás esa preciosura.

—¿A sí? —sonreí y con la mano que tenía libre tomé un arma de la parte de atrás de mi pantalón y les apunté— ¿Y quién me lo impedirá eh? —algunos fueron despejando el camino.

Otros en unas mesas se quedaban viéndonos curiosos pero me llamó más la atención un tipo de lentes oscuros y chaqueta de cuero negra no nos quitaba la vista de encima es como si lo hubiera visto antes, tengo ese presentimiento pero ¿Dónde? Lo veía de reojo pero en eso una chica se acercó a mí.

—Oye mi rey aquí no puedes hacer ese tipo de escándalo.

—¿Acaso también te opondrás a que me la lleve o qué? Ella es mí mujer.

—Yo no pero aquí hay tipos de diferentes bandas criminales y no querrás tener problemas con ellos.

—Hmm que sorpresa, no les tengo miedo, saludos a todos ellos de parte del hijo del oscuro ahora a un lado —en cuanto dije eso todos se apartaron dejándonos pasar asustados. Salí hasta llegar a mi auto dejándola en el lugar del copiloto y dí la vuelta subiendo al auto guardando el arma comenzando a conducir—: ¿En qué demonios pensabas eh? ¿Cómo te pudiste exhibir así?

—Querías estar con una chica de las que bailaban.

—Eso lo dije por molestarte ¡Creí que te había quedado claro!

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