𝟮𝟭

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cuando abrí los ojos ya nos encontrábamos en Uruguay, Mau se había dormido en mi hombro, andaba babeando, no lo culpo, a mi también me pasaba cuando dormía incómoda. lo desperté y él se limpió la boca con su mano, me miró y reímos.

seguido de eso bajamos del avión para buscar nuestras valijas e ir a la casa de mi viejo.

cuando salimos del aeropuerto nos tomamos un Uber directo a la casa del anterior nombrado.

el peliblanco iba mirando el camino, algunas esculturas que aparecían en el camino. mi viejo vivía en el monte, lo bueno es que el Uber no nos arrancó la cabeza con la guita.

cuando llegamos toque la puerta de la casa de mi viejo, abrieron enseguida, el morocho nos vió y me abrazó enseguida. hablamos unos cortos minutos hasta que se dió cuenta de la presencia de Mauro.

— uy, vos debes de ser Mauro, el novio, Lula nos habló pila de vos

en ese momento no sabía ni en dónde meterme, Mauro me miró con una cara de "después hablamos", yo me puse re nerviosa, sin embargo, él lo saludo con toda la onda, y nunca dijo "no somos novios".

entramos, saludamos a la persona que se encontraba ahí; la mujer de mi papá.

subimos a mi viejo cuarto y empezamos a guardar nuestras cosas. yo me encontraba sentanda en una silla mientras peinada un poco mi pelo con mis manos.

había un silencio para nada incómodo, bueno, había hasta que Mauro habló.

— ¿entonces, toda tu familia piensa que soy tu wacho? —asentí.— bueno, vamos a darle lo que ellos quieren, ¿no?

se acercó y se puso a mi altura, como dije antes, estaba sentada en una silla, específicamente una con rueditas. se arrodilló frente a mí, colocó sus manos a los costados de esta, acercándome hacia él, me clavó un beso, uno corto, pero muy llamativo.

la puerta de la habitación sonó y Mauro enseguida se levantó del piso para abrirla.

— amor, hay una peque

me hizo soñar ese "amor", bueno, si se supone que somos novios va a usar palabras como esa. me pare y la ví a Bianca, ella estaba fichando a Mauro de pies a cabeza, hasta que me vió a mi y corrió a abrazarme.

— Lulaaa, te extrañe mucho

— yo también te extrañe, Bian, un montón

— ¿quien es él? —preguntó la nena dándose la vuelta para mirar a Mauro.

el peliblanco me miró esperando respuesta con una sonrisa, estaba esperando a que le diga que él era mi novio.

— él es Mauro.. mi novio

— ¿sos el novio de Lula? —le preguntó ella.

— sí, un gusto —él se acercó.— ¿y vos qué sos de Lula? —se puso a su altura.

— su hermanastra, me llamo Bianca —esta le sonrió.— ¿hace cuánto son novios?

— hace poco.. —le contestó el peliblanco.

— que bonitos ojos tenés —soltó Bianca.

el peliblanco rió leve y me miró.

— ¿viste? re lindos —dije mirándola.— te llama tu mamá, andá

la morocha inocente se despidió de nosotros sacudiendo su mano y salió de la habitación.

— enamoro con mis ojos, Lu —dijo Mauro acercándose a mí.

— como me enamoraste a mí —dije mirándolo.

— ah buenoo —dijo el peliblanco alargando la "o".— ¿así que estás enamorada?

amor a distancia - 𝗹𝗶𝘁 𝗸𝗶𝗹𝗹𝗮𝗵 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora